Ser Y Tener

La película hace referencia a una escuela unitaria, en la cual, en un mismo espacio físico, un aula o clase, conviven y están escolarizados niños y niñas de diferentes culturas y de distintas edades, desde el nivel de infantil hasta quinto de educación primaria. Un solo profesor es el encargado de la enseñanza de este grupo de niños, una enseñanza individualizada y personalizada, que atiende a los distintos niveles de competencia curricular que presentan los alumnos a la vez que favorece el trabajo en grupo, ayudándose unos niños a otros, favoreciendo así la ayuda y el respeto mutuo entre compañeros. Para organizar mejor su trabajo y que éste resulte más efectivo agrupa a los alumnos en diferentes mesas, por edad aproximada y nivel de competencia curricular, primeras grafías, lecto-escritura, tiempos verbales, fracciones, geometría, etc.

Un aspecto importante a destacar es que no solamente se enseña aspectos curriculares, sino que el profesor trata de educar para la vida y para la sociedad, con la finalidad de que estos alumnos se incorporen y formen parte de la sociedad de forma satisfactoria, manteniendo unos niveles de exigencia y disciplina como cuando Jojo no termina el trabajo y se queda sin poder salir al recreo, no ha cumplido con su obligación pues no tiene derecho a salir al patio a jugar con el resto de niños.

Lo más interesante de todo es observar la metodología que emplea el docente en su interacción con los niños y su educación, la facilidad y naturalidad con que enseña a sus alumnos y, sobre todo con que los educa. Uno de los puntos fuertes del docente es el interés esencial que tiene en que los niños reflexionen no solo acerca de los conceptos fundamentales que se transmiten a través de la educación, sino también sobre si situación en la sociedad, sus posibilidades con respeto al entorno y su futuro, y más aún sobre su dignidad como seres humanos.

Algo que me ha llamado mucho la atención del documental es el respeto con que los niños se dirigen al profesor; lo vemos expresado de muchas maneras: el hecho de que se queden de pie en silencio frente a sus respectivos pupitres a la espera de que el profesor les dé la señal para que se sienten, o también el detalle aparentemente insignificante, pero muy educativo, de que se dirijan al docente como “señor”.

Otro punto que quiero resaltar es el interés que pone este maestro en que sus alumnos adquieran conciencia de sus estados de ánimo, de la realidad que los rodea, y el empeño que pone en intentar ayudar a cada uno de los niños a superar sus barreras y darles seguridad y esperanza. De este modo vemos que ya no se trata solo de enseñar a sumar o restar, a saberse las partes del cuerpo humano o a leer literatura universal, sino que también debe existir un acompañamiento constante del profesor con sus alumnos, estudiando sus necesidades, capacidades y aptitudes y anudándoles

...