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Tener Y Ser


Enviado por   •  29 de Enero de 2014  •  2.690 Palabras (11 Páginas)  •  396 Visitas

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CAPÍTULO I.

Plantea la diferencia entre tener y ser, citando ejemplos poéticos de entre los cuales me agrado este: “Te tomo, con raíces y todo, en la mano. Flor bella…si yo pudiera comprender lo que eres, con raíces y todo lo demás, sabría qué es Dios y qué es el hombre”. Habla del hecho de comprender el ser, con el tener. Fromm Constituye que la diferencia entre tener y ser entra en una sociedad interesada principalmente en las personas, y otra interesada en las cosas: Observaciones antiguas SOY UN HOMBRE, MUJER, AMO, ODIO, DECEO, SIENTO. TENGO UNA CASA, UN CARRO, UN TRAJE, UN RELOJ, UNA CARTERA. Uso contemporáneo TENGO UN MATRIMONIO FELIZ, TENGO UN HIJO, TENGO UNA PREOCUPACIÓN. Con el tiempo ha cambiado el soy con el tengo. Hoy en día las personas creemos tener como si fuésemos dueños, cuando no lo somos. También afirma que consumir es una forma de tener y quizá la más importante en las actuales sociedades industriales ricas. Consumir tiene cualidades ambiguas: alivia la angustia, porque lo que tiene el individuo no se lo pueden quitar; pero también requiere consumir más, porque el consumo previo pronto pierde su carácter satisfactorio. Los consumidores modernos pueden identificarse cómo: yo soy lo que tengo y lo que consumo.

CAPÍTULO II.

En este capítulo trata las distintas formas de tener y ser en la vida cotidiana como son el aprendizaje, la memoria, la conversación, la lectura, el ejercicio de la autoridad, tener conocimientos y conocer, la fe y el amor, en todos y cada uno de los ejemplos marca como las personas en cada una de estas adaptan un ser y un tener por ejemplo: En el modo de ser, el conocimiento óptimo es conocer más profundamente, en el modo de tener, consiste en poseer más conocimientos. En el modo de tener, la fe es un apoyo para los que desean estar seguros, para los que desean una respuesta de vida y no se atreven a buscarla ellos mismos. En el modo de ser, la fe no consiste, en primer término, en creer en ciertas ideas (aunque también puede serlo), sino en una orientación interior, en una actitud, mejor sería decir que se está en la fe y no que se tiene fe. Experimentar amor en el modo de tener implica encerrar, aprisionar o dominar al objeto “amado”, la gran mayoría de los individuos creemos que el amor se posee y estamos en un error por que como dice Fromm el amor es hijo de la libertad y es algo que no terminamos de comprender.

CAPÍTULO III.

Aquí habla del tener y ser en el antiguo y nuevo testamento y en los escritos del maestro Eckhart. Uno de los principales temas del Antiguo Testamento es: deja lo que tienes, libérate de todas tus cadenas, sé tú mismo, pero no hay quien deje sus riquezas para simplemente ser. El Shabbat se vive como si no se tuviera nada, sin permitir otra meta que ser, esto es, expresar nuestros poderes esenciales: rezar, estudiar, comer, beber, cantar, hacer el amor, aquí en occidente hace falta este tipo de culturas pues si se tienen festividades muy hermosas pero afín de cuentas paganas, donde se pretende ser uno mismo pero no es más que uno más. En el Nuevo Testamento, el mandamiento de amar a nuestros enemigos subraya el interés en otros seres humanos y reclama renunciar al egoísmo y a la acumulación de riqueza. Jesucristo y Satanás aparecen aquí como representantes de dos principios opuestos: Satanás representa el consumo material v el poder sobre la naturaleza y el Hombre. Jesús representa la actividad de ser, y la idea de que no tener es la premisa de ser. Ya sea en el Antiguo o Nuevo Testamento, los mandatos del Señor son los mismos dejar todo lo material por solamente ser. El maestro Eckhart defiende la postura “el hombre debe estar vacío de conocimientos” se refiere a que el hombre debe siempre estar listo para aprender, olvidando que sabe, sin olvidar lo que este sabe.

CAPITULO IV.

Este capítulo abarca la sociedad adquisitiva en el modo de tener. La naturaleza del modo de tener nace con el surgimiento de la propiedad privada, en esta concepción lo único realmente importante es adquirir propiedades y mantener el derecho ilimitado a conservar por siempre lo adquirido. A ese modo el budismo no tuvo ninguna duda de denominarlo codicia, las religiones cristiana y judía lo denominaron ambición. La codicia y la ambición transformaron al mundo y a todas las cosas en algo muerto, en algo sometido al poder de otro. Las personas nos hemos vuelto esclavos del materialismo, adquirir un auto es una necesidad, que en otros tiempos o en otros países simplemente es un objeto. Nuestra meta humana, según Eckhart, es librarnos de las cadenas que nos atan al ego, al egocentrismo, es decir, al modo de tener de la existencia, para llegar a ser plenamente, eso es lo que yo creía pero por visto lo que hemos venido haciendo es todo lo contrario, a nuestros propis hijos les hemos inculcado tener una carrera para ser alguien en la vida, tener el mejor puesto para ser reconocido, tener las mejores calificaciones para destacar. Los bienes no son en sí malos, pero se vuelven malos cuando nos aferramos a éstos, cuando se vuelven cadenas que afectan a nuestra libertad e impiden nuestra realización. Según los descubrimientos efectuados por Freud, los seres humanos luego de transitar una etapa infantil meramente receptiva y pasiva, y antes de alcanzar la adultez pasan por una fase anal, pero existen personas en que el carácter anal continúa predominando, son aquellos cuyas energías siguen enfocadas en tener, ahorrar y acumular cosas materiales. Es el carácter que predomina en los avaros y que también suele estar acompañado por rasgos como el orden, la puntualidad y la terquedad. La realización óptima de la naturaleza de la especie es la meta de la vida, cada paso nuevo encierra el peligro de fracasar, y ésta es una de las razones por las que se teme a la libertad, los héroes son los que se atreven a dejar lo que tienen y avanzan, no sin temor, pero sin sucumbir a él, la lucha de clases quizá podría volverse menos violenta, pero no podrá desaparecer mientras la codicia domine el corazón humano.

CAPÍTULO V.

Aquí nos habla del modo de ser. Tener se refiere a las cosas, y éstas son fijas y pueden describirse. Ser se refiere a la experiencia, y la experiencia humana es, en principio, indescriptible. Si soy lo que tengo, y si eso lo puedo perder entonces cabe preguntarse ¿quién soy? Por eso vivimos con permanente temor: le tememos a los ladrones, a las revoluciones, a los cambios económicos, a la enfermedad, a la muerte, a la libertad, a lo desconocido, etc. Esta situación provoca un continuo estado de preocupación, nos volvemos desconfiados. En el modo de ser no hay cabida para el miedo a perder lo que se tiene, si soy lo que soy, nadie puede amenazar mi seguridad ni mi identidad. El ser humano debe ser sin prejuicios, ni mascaras o facetas. En el

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