Bioterrorismo

PAISES QUE INVIERTEN EN BIOTERRORISMO

Senado de EU aprueba por mayoría proyecto de ley de Protección Biológica y destina 5 mil 600 millones de dólares para evitar ataques bioterroristas

El descubrimiento de gas sarín en Irak y el uso del ántrax y el ricino contra el Congreso llevó al Senado estadounidense a aprobar la asignación de 5600 millones de dólares para contribuir a tomar medidas contra posibles ataques biológicos y químicos en territorio estadounidense.

El Senado aprobó, un proyecto de ley para el "Proyecto de Protección Biológica" que financiará la investigación, producción y almacenamiento de vacunas y antídotos para agentes bioterroristas.

La Protección Biológica acelerará el desarrollo de nuevas vacunas y tratamientos que contribuirá a impedir que se cause daño a los estadounidenses en caso de un ataque bioterrorista.

La ley proveerá incentivos a la industria farmacéutica a fin de que investigue y desarrolle medidas contra el terrorismo biológico, acelerará el proceso de aprobación de antídotos y, en caso de una emergencia, le permitirá al gobierno distribuir ciertos tratamientos.

Inversión de EEUU en medicinas contra pandemias y amenazas bioterroristas.

Estados Unidos ha invertido dinero a compañías farmacéuticas como GlaxoSmithKline, Novartis y Emergent Biosolutions para ayudarlas a desarrollar medicinas contra pandemias y amenazas bioterroristas.

Los tres laboratorios, que se encuentran entre los mayores fabricantes de vacunas del mundo, trabajarán con universidades estadounidenses y empresas biotecnológicas menores para crear y producir las medicinas.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos anunció que la asociación para asegurar suficientes medicamentos críticos (como protección ante pandemias o ataques biológicos como el ántrax) creará los medicamentos dentro de las fronteras estadounidenses.

Los contratos también apuntan a ayudar a las empresas biotecnológicas más pequeñas a convertir sus ideas en productos exitosos.

El contrato inicial llevado a cabo por el Gobierno es de 400 millones de dólares destinados a mantener y ampliar las instalaciones de producción con tal de asegurar que se puedan crear medicinas de distintos tipos y que puedan cambiar en caso de emergencia de un medicamento a otro. Glaxo será parte de un contrato de 176 millones de dólares a cinco años en Texas. Novartis recibirá un contrato por 60 millones de dólares a cuatro años en Carolina del Nore. Emergent trabajará con un contrato de 163 millones de dólares a ocho años en Maryland. Dichos contratos pueden ser renovados por hasta 25 años y serán controlados por la Autoridad de Investigación Biomédica Avanzada y Desarrollo.

México y su inversión para combatir el bioterrorismo.

México ha invertido alrededor de unos 9,09 millones de dólares para prevenir ataques bioterroristas tras el inicio de la guerra en Irak, los recursos se destinaron a adquirir medicamentos para combatir efectos generados por ántrax, botulismo y vacunas contra la viruela esta inversión ha sido de manera directa pero no se puede estimar una cifra exacta de dinero destinado de manera indirecta. Sin embargo, la posibilidad de recibir un ataque biológico es pequeña.

Aunque las posibilidades sean remotas es conveniente prepararse para un posible ataque bioterrorista más aun como en el caso de México es estar junto a Estados Unidos y que este se encuentra inmerso en la guerra de Irak.

Los medicamentos para prevenir ataques bioterroristas serán distribuidos en las unidades de salud de todo el país, pero las vacunas contra la viruela permanecerán como una reserva.

También se destina dinero a poner en marcha el sistema de vigilancia epidemiológica en México se puso en marcha en noviembre de 2001, poco después de los atentados terroristas en EEUU.

Incluye 133 hospitales de todo el país que cuentan con personal capacitado en tratamiento y diagnóstico en caso de ataques con agentes biológicos.

La mayoría de países en desarrollo no están preparados para controlar el uso de biotecnologías.

Inversión frente al bioterrorismo de países en desarrollo

Más de 100 países en desarrollo no están preparados para controlar el uso de biotecnologías, lo que supone un creciente riesgo a la bioseguridad mundial, según un estudio de la Universidad de las Naciones Unidas.

El informe, del Instituto de Estudios Avanzados de UNU, señaló que las carencias de los países en desarrollo "son tan dominantes y amplias que en estos momentos no existe un sistema internacional de bioseguridad efectivo".

La responsabilidad de estas carencias recae tanto en los países en desarrollo como en la comunidad internacional. Los países en desarrollo tienen que invertir para gestionar de forma efectiva, y vigilar, el uso de biotecnologías pero la comunidad internacional, específicamente los países desarrollados, tienen que mostrar liderazgo. Estos países no han cumplido con sus compromisos y no están jugando el papel que les toca.

En concreto nos referimos a los recursos disponibles procedentes de países donantes que no solo son inadecuados para cubrir las necesidades actuales, sino que están siendo recortados.

El estudio estima que en los últimos 15 años, solo se han invertido 135 millones de dólares en los países en desarrollo para su capacitación en biotecnologías.

En comparación, solo en el campo del desarrollo de las terapias genéticas, uno de los muchos sectores de la biotecnología, las empresas situadas en la costa del Pacífico estadounidense invierten en investigación y desarrollo 20.000 millones de dólares al año.

Una de las posibles consecuencias de esta falta de control sería "la proliferación de bioterrorismo".

Igualmente, que la falta de preparación de los

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