Contabilidad IFRS

Los ajustes de cierre corresponden a transacciones que se registran al término de cada

ejercicio contable con el propósito de incorporar todos los hechos económicos ocurridos en el

ejercicio. Si bien muchos de estos ajustes ocurren día a día, como la inflación o las

depreciaciones, por razones prácticas su contabilización no se efectúa al instante, sino al fin

del periodo.

Entre los ajustes de cierre más comunes se encuentran la corrección monetaria, las

amortizaciones de cargos e ingresos diferidos, las depreciaciones, las provisiones y

reclasificaciones de activos y pasivos.

Al incorporar estos ajustes las cuentas y saldos se actualizan para reflejar los activos al

término del periodo, lo mismo que el pasivo y patrimonio, también los gastos e ingresos en el

periodo en que ocurrieron y, por tanto, la utilidad o pérdida de dicho ejercicio.

Este es el tema de esta Unidad, en la que encontrará diversas situaciones de análisis y sus

soluciones.

APRENDIZAJES ESPERADOS

Se espera que, al finalizar el trabajo de la unidad, los alumnos logren identificar las

transacciones que originan los ajustes de cierre contables en cada ejercicio, asimismo, se

espera que los alumnos logren efectuar cálculos y asientos contables para los ajustes de cierre.

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Texto basado en el libro de Torres, Gabriel. (2010). Contabilidad, información y control en las

empresas. 6ª Edición. Capítulo X. Regularizaciones y ajustes de cierre. Santiago: Legal Publishing. ESTE DOCUMENTO CONTIENE LA SEMANA 7

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CONCEPTOS Y TIPOS DE AJUSTES

“Los ajustes de cierre o regularizaciones periódicas se refieren a la contabilización de aquellos

hechos económicos que por su naturaleza o por razones prácticas se registran sólo al término

de cada ejercicio, aun cuando se hayan producido a lo largo del período que cubre el ejercicio

contable” (Torres, 2010, p. 245).

Por ejemplo, el desgaste de los bienes del activo fijo, denominado técnicamente depreciación,

ocasionado por el uso y transcurso del tiempo sucede cada día y a cada hora, si se quiere,

minuto a minuto o segundo a segundo, pero no se contabiliza a medida que se va produciendo

ni tampoco todos los días, sino que al término de cada periodo. La corrección de los efectos

inflacionarios, como hemos visto, tampoco se efectúa día a día, sino al finalizar cada ejercicio,

a pesar de que la inflación es un fenómeno de orden acumulativo que ocurre a diario y hora

tras hora.

En estos ejemplos, como en muchos otros, la naturaleza de los mismos los ubica como hechos

económicos de ocurrencia continuada en el tiempo, pero no es práctico ni útil dedicar personal

y efectuar trabajo alguno para determinar, por ejemplo, el desgaste diario por el uso del

mobiliario de oficina o contabilizar todos los días la corrección monetaria para eliminar los

efectos de la inflación. La información que se obtendría si así se procediera no es relevante,

siendo mayores los costos de tales trabajos que los beneficios informativos que reportaría.

La periodicidad con que se registran estas partidas está asociada a la periodicidad con que se

preparan los estados financieros y ello depende de las necesidades de información y control de

cada empresa, como también de las exigencias legales sobre plazos de presentación de los

informes contables. En general, las regularizaciones periódicas y ajustes deben contabilizarse

por lo menos al término del ejercicio anual, siendo recomendable que ello se cumpla también

al finalizar los periodos intermedios: semestrales, trimestrales e, idealmente, al cierre

mensual.

Las regularizaciones y ajustes que estudiaremos corresponden a los siguientes seis temas que

siguen:

• Corrección monetaria

• Estimación de Deudas Incobrables

• Depreciaciones

• Amortizaciones

• Ingresos Diferidos

• Provisiones

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