EL RETO DE LOS LÍDERES EMPRESARIALES ANTE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LA GENERACIÓN DE FELICIDAD

EL RETO DE LOS LÍDERES EMPRESARIALES ANTE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y LA GENERACIÓN DE FELICIDAD

La responsabilidad social

Actualmente la búsqueda de mayores ingresos esta provocando desigualdad sin precedentes, y no una mayor felicidad y satisfacción de vida. Si bien el progreso económico es importante y habrá quien argumente que el progreso económico puede mejorar la calidad de vida, hoy es más notable que esa mejoría solo es para una minoría, por lo tanto si se pretende que exista un progreso económico y una mejoría en la calidad de vida para todos, se deben de establecer objetivos y metas que ataquen a las 2 situaciones al mismo tiempo y no de forma aislada.

Las empresas deben cambiar conceptualización de los fines que deben perseguir éstas, pasando de una misión puramente económica a una socioeconómica con una seria responsabilidad moral con la sociedad. Hoy en día muchas empresas consideran como valor principal la obtención de utilidades, enfocando muchas veces sus medios para que las empresas sean rentables, anteponiendo dichos medios sobre el bienestar de los empleados y de la sociedad en general.

Por lo tanto, debe haber un compromiso que deben asumir todas las empresas, pues existe un área de oportunidad que se debe de atender con respecto a la creación de una cultura de responsabilidad social empresarial.

Por lo anterior, los líderes empresariales son los responsables de la toma de decisiones y de impulsar a las empresas, por lo cual deben asumir la misión de impulsar la responsabilidad social y del bienestar común

Las empresas deben verse comprometidas moralmente con la sociedad, por lo que resulta necesario descubran las necesidades que se han de satisfacer y hacia las cuales se dirigirán los esfuerzos, más allá de la generación de utilidad. Asimismo se les debe de darle un alto sentido de responsabilidad ante la sociedad a las acciones de las empresas, definiendo y estableciendo muy claramente las metas de las organizaciones así como los valores y los hábitos necesarios para alcanzar tales metas con una visión no solo económica, sino social

Actualmente las empresas son detonadores de los conflictos sociales y laborales, de las crisis económicas, de los impactos ambientales y a la salud, por lo cual debe de haber un total compromiso por parte de los líderes empresariales, inversionistas (accionistas), consejos de administración, empleado, autoridades y en general de cualquier agente económico hacia con la sociedad

La efectividad de una empresa se mide en función de la rentabilidad que genera (medición puramente económica), sin embargo, se deben de establecer estándares para determinar si una empresa es rentable combinando no solo factores económicos, sino de bienestar común. De esto pueden surgir cuestionamientos tales como: ¿Una empresa es efectiva si es rentable pero su fuerza laboral está descontenta? ¿Una empresa es efectiva si ha captado grandes mercados durante el año pero genera amenazas al medio ambiente, a la salud y en general al entorno que lo rodea y sobre el que tiene influencia? ¿Son responsables aquellas empresas que ofrecen productos que generen “mejoramiento”, “bienestar” o “comodidad” al usuario cuando esto implica atentar en contra de la naturaleza humana? ¿Es responsable una empresa que encuentra modos de disminuir costos en beneficio de las utilidades pero en detrimento de la calidad?

Muchos podrían argumentar que hay responsabilidad social cuando los negocios utilizan sus recursos y realizar actividades enfocadas en incrementar sus utilidades siempre y cuando se desarrollen dentro de la legalidad sin el engaño ni el fraude, sin embargo esta visión está enfocada meramente hacia los intereses de los inversionistas, por lo que la responsabilidad con la sociedad va más allá de hacer las cosas de forma legal.

Como ya comenté, la responsabilidad social no se obliga. Aunque en algunos aspectos sí se deben reforzar (¿o replantear?) normas que van enfocadas al bienestar social como las ambientales, la responsabilidad social debe ser motivada con diversas acciones, tales como:

• Establecer indicadores no sólo económicos y financieros, sino indicadores sociales para las empresas que sirvan de base para determinar el posicionamiento de las entidades en el mercado, dichos indicadores pudieran considerarse como indispensables para la decisión de otorgar financiamiento por parte de los bancos a dichas empresas por ejemplo.

• Ofrecer incentivos fiscales por parte de las autoridades hacendarias para aquellas empresas que sean, o promuevan acciones, socialmente responsables.

• Para la medición de los niveles de competitividad de los países, incluir o darle más peso a indicadores relacionados con la medición de acciones enfocadas al bienestar social.

La responsabilidad social debe ser un modo de vida, para lograr ello las entidades educativas y la autoridad de educación pública deben establecer desde los niveles más básicos de educación materias obligatorias enfocadas a la responsabilidad social y, sobretodo, las escuelas que se dediquen a preparar profesionistas enfocadas a temas de negocio, darle más peso a sus programas a la responsabilidad social.

La responsabilidad social no se norma ni se obliga, sino se asume a través de un compromiso, por convicción. La responsabilidad social se refleja en las acciones y decisiones día a día, debe ser una forma de vida adquirida. Tampoco se debe de entender a la responsabilidad social como altruismo o filantropía, la responsabilidad social es el entendimiento y aceptación voluntaria de asumir la responsabilidad de atender los deberes hacia con el prójimo y con el entorno, partiendo de que todo hombre tiene el derecho de vivir bien y feliz.

El líder empresarial como líder social

Desde luego que no ha de ser una tarea fácil en tanto se considere a la responsabilidad social como obstáculo para hacer negocio y en tanto los negocios centren su misión en beneficios medidos en dinero y poder

Lo anterior, nos orilla a enfocarnos a la labor de los líderes empresariales, al tomador de decisiones. Howard Selsam plantea en su libro Ética y Progreso, que “solo el hombre puede dirigirse hacia el futuro, solo él puede formarse una idea de un estado de cosas más deseable y poner luego los medios necesarios para llevarlo a la realidad”

Queda claro entonces que la toma de decisiones está en el centro

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