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El Reino Empresarial

charliehdez16 de Noviembre de 2011

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EL REINO EMPRESARIAL

En una empresa llamada: El Reino Empresarial S.A., existió un rey que quiso dar un paseo para relajarse después de una tremenda batalla en la frontera sur de su nación. Caminó hacia su jardín real y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban tristes, sin brillo y sin vida, en verdad estaba muriendo.

Se dirigió aprisa hacia su jardín y el roble fuel al primero en encontrar, el cual le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como su compañero que estaba a 50 metros delante de él: el pino.

Se desplazo los 50 metros exactos a donde estaba ubicado el pino, que también estaba muriendo, lo halló caído porque no podía dar uvas como la vid: “Quiero dar uvas lindas, pequeñas y jugosas como la vid”.

“¿Dónde se encuentra la vid?” - Pregunto el rey.

“Esta a 75 metros hacia su derecha, mi señor.” - Exclamo el pino, con muchas lagrimas.

Guardo las palabras del roble y del pino en su corazon mientras se aproximaba a la vid. Cuando vio de lejos a la vid, se pregunto en su corazón el nombre de esta enfermedad que atacaba a su antiguo pero bello jardín.

Al llegar a la vid, se topo con la misma situación, ya que la vid se moría porque no podía florecer como la rosa.

“Quiero dar a todos flores bellas y muy lindas, llenas de brillo y con rico aroma”.

Mientras todavía escuchaba a la vid, un grito de angustia y llanto rompió mi concentración y me di cuenta que a las espaldas de la vid se encontraba su más grande tormento, que estaba llorando: la rosa.

Corrí deprisa a la rosa y la rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el roble.

Si nos seguimos comparando seguiremos marchando en la dirección incorrecta.

Baje la mirada y comencé a caminar, preguntándome del comportamiento de mi jardín y antes que pudiera dar el paso número 23, una planita me grito con voz chiquita y aguda:

“No me pise, mi Señor”.

Me di cuenta que estaba por pisar a la fresita. Que por cierto, cuando me grito, me desconcentre y caí sentado frente a la plantita porque no pude dar bien mi paso.

“Si me pisa, mi Señor, ya no podre darle el gusto de mi fruto” – exclamo con mucha sinceridad.

Extrañamente me percate que esta fresita, estaba bien verdecita en sus hojas, que dentro de muy poco tiempo comenzara a dar su fruto por esta floreciendo, más fresca que nunca y que todas las otras plantas de mi jardín.

El rey preguntó:

“¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?”

“No lo sé” - exclamo la fresa. “Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresitas. Si hubieras querido un roble o una rosa, los habrías plantado”.

En aquel momento me dije: “Intentaré ser fresita de la mejor manera que pueda”.

Ahora es tu turno.

Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo. No hay posibilidad de que seas otra persona.

Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por ti, o puedes marchitarte en tu propia condena viendo a otros florecer y morir.

Disfruta del amor y la pasión por tu trabajo para eliminar el polvo de la monotonía.

¿No nos pasa igual en nuestra empresa, trabajo y/o centro de estudios?

El vendedor quiere estar de supervisor, el supervisor quiere estar donde está el gerente, el gerente donde está el próximo nivel.

No es malo escalar, pero es muy incomodo no trabajar con amor y pasión, porque la desmotivación y la monotonía nos envuelve en gran manera y nos desilusionamos ante los logros de los demás sin

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