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Elasticidad De La Economia


Enviado por   •  12 de Septiembre de 2011  •  2.849 Palabras (12 Páginas)  •  946 Visitas

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Los negocios y la ética

¿Pueden usarse estos dos términos en el mismo título?

Ray Cotton

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Hace un tiempo, un miembro del equipo de disertantes de Probe fue invitado a hablar sobre "La ética en los negocios" en una clase de Colorado State University. Cuando llegó a la clase, el profesor explicó que la razón por la que la clase había querido invitarlo a hablar sobre este tema era la tremenda curiosidad que tenían. No entendían cómo las palabras "negocios" y "ética" podían usarse en el mismo título.

Las empresas de negocios han recibido diversas críticas de los especialistas en ética de esta generación. En la primera etapa del "yo primero" de la década del 80, había muy poca preocupación por la ética en el mundo de los negocios, y a uno le hubiera costado mucho encontrar una universidad que tratara seriamente el tema de la necesidad de la ética en el plan de estudios de su escuela de negocios. Un caso concreto es John Shad, ex presidente de la Comisión de la Bolsa de Valores, quien donó 35 millones de dólares a Harvard Business School para crear un departamento de ética. Sin embargo, dos años después, Harvard sólo había producido un curso bastante endeble, y no habían podido encontrar un especialista en ética para dirigir el departamento. [1]

La década del 90 vio un despertar en la necesidad de la ética gracias a los muchos escándalos que comenzaban a surgir dentro del mundo de los negocios y las finanzas, con fracasos morales como las acciones vergonzosas que causaron la caída de Michael Milken e Ivan Boesky. El problema es que esta preocupación por la ética no nos ha hecho volver una norma de ética absoluta, sino más bien nos ha llevado a una búsqueda de un equilibrio relativo entre la ética y los resultados financieros o los valores personales. La siguiente declaración de un representante del estado de Tennessee demuestra demasiado bien esta tendencia. Mientras explicaba por qué estaba a favor de controles de precios para la leche, pero en contra de lo mismo para el licor, dijo: "Tengo 423 granjas lecheras en mi distrito, y tengo que estar por encima de los principios."

Hoy, la ética suprema es la "tolerancia." Al decir esto, no hablo del concepto tradicional de tolerancia, en la que uno trata de reconocer y respetar los valores de otras personas sin aceptar necesariamente esos valores como correctos. Estoy hablando de un significado completamente nuevo de la palabra "tolerancia." Hoy, la palabra se usa de una forma tal que sugiere que todos los valores, creencias y pretensiones a la verdad y a los estilos de vida son iguales. Se vuelve sumamente difícil dirigir un negocio cuando (1) uno tiene que caminar por la cuerda floja haciendo equilibrio con los valores de todas las personas y (2) se espera que uno trate a todos esos valores como igualmente válidos. Nuestra sociedad hoy ha perdido su capacidad de determinar lo que está bien y lo que está mal. Una empresa de negocios exige un nivel de confianza entre los participantes. ¿De dónde vendrá la confianza si no tenemos ninguna plataforma común sobre la cual basar nuestra ética y, en cambio, debemos confiar en los valores heterogéneos y contradictorios del grupo del cual somos parte en ese momento? Este artículo va a encarar algunos de los problemas que enfrentamos como cristianos cuando intentamos operar en el mundo de los negocios, mientras estamos rodeados de personas que creen que sus valores personales no están sujetos a ningún patrón más alto que su propio razonamiento.

¿Quién fija las reglas?

La cuestión fundamental que debemos abordar es: ¿Quién fija las reglas, Dios o el hombre? A esto se reduce el tema de la ética. O hay una fuente de lo que es moralmente correcto que está más allá de nosotros-es decir, Dios-y esa norma es absoluta y universal, o depende de nosotros descubrir lo que está bien y lo que está mal, si es que podemos ponernos de acuerdo en que existe lo bueno y lo malo. Y si dependiera de nosotros, ¿cómo podríamos decir que los valores de una persona son mejores que los de otra persona? En la era de la revolución industrial y científica, la gente creía que podían usar la razón para llegar a un mejor comportamiento, pero hoy, después de ver los horrores que nos ha traído la revolución industrial y científica, muchos han abandonado toda esperanza de encontrar una respuesta unificada para el bien y el mal. De hecho, muchos hoy temen a todo persona que piensa que tiene acceso a alguna norma absoluta según la cual podríamos vivir.

La sociedad se ha desplazado, desde una base cristiana-que sostenía que hay una fuente de verdad última-al modernismo-que consideraba a la verdad como relativa a las circunstancias, el deber, las consecuencias, las situaciones, etc.-al postmodernismo-que asevera que no hay verdad, sino sólo el poder de uno para establecer sus propios valores.

El rey Salomón, que fue reconocido como el líder más sabio que gobernara alguna vez a una nación, dijo: "Sean sabios y consideren seriamente la forma en que viven." En todos los esfuerzos, incluyendo nuestro trabajo, debemos darnos cuenta de que la moral es el principio rector individual más importante detrás de todo lo que hacemos o decimos. Nuestra moral moldea nuestro ser último, quienes somos realmente.

Hoy, la mayoría de las organizaciones profesionales tienen un código de ética. El problema es que sus códigos suelen ser ignorados o no son dados a conocer. Por ejemplo, unos años atrás una persona de Probe estaba hablando en el departamento de ingeniería de Southern Methodist University. Uno de los estudiantes, después de escuchar la disertación sobre la ética en la ingeniería, se acercó al orador después y le dijo: "He sido un estudiante de ingeniería durante cuatro años, y esta es la primera vez que he oído que hay un código de ética en ingeniería."

Hay algunas compañías que trabajan duro para comunicar a sus empleados un objetivo y una norma corporativa que establecen valores bíblicos. Una de estas compañías es Servicemaster Company. Sus objetivos son: (1) Honrar a Dios en todo lo que hacemos, (2) Ayudar a que las personas se desarrollen, (3) Seguir la excelencia, y (4) Crecer con ganancias. Note que el objetivo de las ganancias, si bien es uno de sus cuatro objetivos clave, aparece último en la lista. Tener ganancias es un objetivo necesario, pero hay cosas que son más importantes que sobrevivir en el mundo. De hecho, hay muchas compañías que deberían cerrar, porque su único objetivo legítimo es tener ganancias. En este sentido, viene

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