Grupo De Poder. SNTE

Dentro de los factores decisivos de las políticas de un país, ya sea en materia económica, social, política o cultural se encuentran los grupos de poder, conjunto de personas o entidades privadas con intereses comunes, poder y peso social, los cuales a través de su potencial manipulan el entorno en el que se vive. Un claro ejemplo de dichos grupos en México son los sindicatos.

Los analistas sociales pensaron que con la ola de reformas económicas neoliberales que surgieron en la década de los ochenta en América Latina disminuiría el poder de los sindicatos, cuya influencia se desarrollo con base en la expansión de estado, el proteccionismo económico y político. Sin embargo a juzgar por la evolución política de México en los últimos lustros el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desafía con éxito esa expectativa. Si bien el SNTE ya no tiene el monopolio de la representación del magisterio y hay corrientes que desafían el liderazgo de su presidenta, continúa siendo la organización sindical más poderosa de México.

En los últimos años se asiste a una paradoja en el mundo laboral mexicano: mientras los sindicatos en general han estado perdiendo poder político y de negociación frente a sus interlocutores, el SNTE registra avances en ambos terrenos que aprovecha para obtener ventajas para su cúpula y sus agremiados.

Definir al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) es complejo, pues sus alcances organizativos, laborales, profesionales y de orden político, han influido de manera significativa en la política de México desde hace décadas. En el presente trabajo se mencionan los factores así como las consecuencias del predominio de este grupo de poder en nuestro país.

El SNTE como grupo de poder

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ha servido al Estado para evitar posibles "estallidos sociales", pero a cambio, desde la última década, goza de un "desmesurado poder" que se traduce en la pérdida de negociación y margen de operación del gobierno" frente a la organización encabezada por Elba Esther Gordillo.1

La fuente de poder del SNTE o, con mayor precisión, del grupo dominante que se concentra en su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), es ilegitimo, aunque institucionalizado, pues no provino de la organización misma, sino que se la otorgó el régimen de la revolución. A pesar de que nació de un poder prestado, debido al corporativismo mexicano, vertical y autoritario, el SNTE alcanzó notables grados de autonomía del gobierno y, desde los años cincuenta, comenzó una estrategia de largo plazo para colonizar las estructuras de gobierno de la educación básica. Ello hizo posible la acción de autoridad, convirtiendo a los maestros en colonizadores que impregnaron con su

1 "Análisis de las políticas para maestros de educación básica en México", comisionado por la Universidad Iberoamericana para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)

tradición y naturaleza el funcionamiento burocrático de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y otras instituciones.

En la actualidad,

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