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Enviado por   •  14 de Mayo de 2014  •  1.921 Palabras (8 Páginas)  •  151 Visitas

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CARTA AL MAESTRO DESCONOCIDO

William Ospina

Los gobiernos suelen confiar a los guerreros la misión de

salvar a sus pueblos. “Salve usted la patria”, le dicen a un

hombre a caballo que tiene una lanza en la mano, y que

tiene el deber heroico de desbaratar a grupos feroces de

enemigos armados. Hoy, la situación de Colombia es otra.

Es el maestro el que tiene el deber y la posibilidad de salvar

a la sociedad. Pero ¿quién es el maestro? No

necesariamente alguien que tiene esa profesión y a quien se

le paga por enseñar: yo creo que en todos nosotros tiene que

haber un maestro, así como en todos tiene que haber un

alumno. Es tanto lo que hay por aprender que nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que enseña y nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que aprende. Estamos en

tiempos difíciles, estamos en tiempos sombríos, por eso

tampoco podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay

unos sitios especializados llamados escuelas donde se

enseña y se aprende. El país entero es la escuela, el mundo

entero es la escuela, y un buen maCARTA AL MAESTRO DESCONOCIDO

William Ospina

Los gobiernos suelen confiar a los guerreros la misión de

salvar a sus pueblos. “Salve usted la patria”, le dicen a un

hombre a caballo que tiene una lanza en la mano, y que

tiene el deber heroico de desbaratar a grupos feroces de

enemigos armados. Hoy, la situación de Colombia es otra.

Es el maestro el que tiene el deber y la posibilidad de salvar

a la sociedad. Pero ¿quién es el maestro? No

necesariamente alguien que tiene esa profesión y a quien se

le paga por enseñar: yo creo que en todos nosotros tiene que

haber un maestro, así como en todos tiene que haber un

alumno. Es tanto lo que hay por aprender que nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que enseña y nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que aprende. Estamos en

tiempos difíciles, estamos en tiempos sombríos, por eso

tampoco podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay

unos sitios especializados llamados escuelas donde se

enseña y se aprende. El país entero es la escuela, el mundo

entero es la escuela, y un buen maCARTA AL MAESTRO DESCONOCIDO

William Ospina

Los gobiernos suelen confiar a los guerreros la misión de

salvar a sus pueblos. “Salve usted la patria”, le dicen a un

hombre a caballo que tiene una lanza en la mano, y que

tiene el deber heroico de desbaratar a grupos feroces de

enemigos armados. Hoy, la situación de Colombia es otra.

Es el maestro el que tiene el deber y la posibilidad de salvar

a la sociedad. Pero ¿quién es el maestro? No

necesariamente alguien que tiene esa profesión y a quien se

le paga por enseñar: yo creo que en todos nosotros tiene que

haber un maestro, así como en todos tiene que haber un

alumno. Es tanto lo que hay por aprender que nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que enseña y nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que aprende. Estamos en

tiempos difíciles, estamos en tiempos sombríos, por eso

tampoco podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay

unos sitios especializados llamados escuelas donde se

enseña y se aprende. El país entero es la escuela, el mundo

entero es la escuela, y un buen maCARTA AL MAESTRO DESCONOCIDO

William Ospina

Los gobiernos suelen confiar a los guerreros la misión de

salvar a sus pueblos. “Salve usted la patria”, le dicen a un

hombre a caballo que tiene una lanza en la mano, y que

tiene el deber heroico de desbaratar a grupos feroces de

enemigos armados. Hoy, la situación de Colombia es otra.

Es el maestro el que tiene el deber y la posibilidad de salvar

a la sociedad. Pero ¿quién es el maestro? No

necesariamente alguien que tiene esa profesión y a quien se

le paga por enseñar: yo creo que en todos nosotros tiene que

haber un maestro, así como en todos tiene que haber un

alumno. Es tanto lo que hay por aprender que nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que enseña y nadie puede

darse el lujo de ser solamente el que aprende. Estamos en

tiempos difíciles, estamos en tiempos sombríos, por eso

tampoco podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay

unos sitios especializados llamados escuelas donde

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