El cambio de genero desde la etica

Cambio de sexo armoniza el sentir y el pensar…

Sexo es el conjunto de las peculiaridades que caracterizan los individuos de una especie dividiéndolos en masculinos y femeninos, y hacen posible una reproducción que se caracteriza por una diversificación genética. (es.wikipedia.org) La intersexualidad es una variación orgánica por la cual un individuo presenta discrepancia entre su sexo y sus genitales, poseyendo por tanto características genéticas y fenotípicas propias de varón y de mujer, en grado variable. (es.wikipedia.org).  A muchas personas  le es difícil aceptar su sexualidad.  

La humanidad supone dos planos estrechamente unidos: el cuerpo y lo psico-espiritual. En ellos existe una marcada diferencia entre el sentimiento y el pensamiento, entre lo biológico y lo psicológico.  Quienes viven esta situación piensan  erróneamente que cada uno puede optar o elegir la orientación sexual independientemente del cuerpo con el que ha nacido.   A veces un tratamiento psicológico o algunos  fármacos  son suficientes para resolver el problema, otras veces   la cirugía se presenta también como la única alternativa válida o complementaria a estos tratamientos, ¿entonces que podemos  pensar sobre este cambio o adecuación del sexo?  Hay que tener  en cuenta los  elementos biológicos o  psicológicos, todo dependerá de ellos.

La búsqueda de una armonía es lícita y deseable. Pero  una cirugía de adecuación del sexo físico al psíquico no es realmente una solución al desajuste sexual.  

A sabiendas de que la única alternativa sea la cirugía, hay que saber cuáles serian las consecuencias en cuanto a lo psicológico, social y en torno a su vida en general.  Pero además, de no hacerse el cambio, que tipo de inconvenientes y de problemas causaría esto dentro del mismo ámbito. ´´Una cirugía, para transformar el cuerpo en función del deseo psicológico, será siempre inaceptable, pues se trata de una mutilación que no tiene nada de terapéutica, ya que se extirpan unos órganos sanos y en condiciones para suplirlos con otros completamente artificiales, incapaces de cumplir con su función específica´´. (p.122 simbolismo de la sexualidad humana).

Tenemos que determinar si lo que constituye formalmente la identidad sexual de una persona es la conciencia de sí misma, o bien si en la esencia o constitutivo formal entra también la sexualidad biológicamente definida.  Consideramos que la identidad sexual, de la que es reveladora la corporeidad del individuo, es la manifestación originaria, decisiva e indisponible del propio ser varón o mujer.

Hay que reconocer los derechos de los individuos a la dignidad de la persona, al libre desarrollo de la persona, lo que  es básico para afrontar el tratamiento ético de este problema.    

La adecuación podría no ser un tratamiento  que cure el malestar de la transexualidad, sino que podría ser un tratamiento paliativo que evitaría daños mayores. Si aplicamos el  principio de no maleficencia, se podría recurrir a la cirugía en aquellos casos en que está en juego, como consecuencia de su patología, la vida física del individuo (suicidio) y no existe otra forma terapéutica. En estas situaciones primaría el valor de la vida física de la persona sobre la esencia de la identidad sexual de la persona.  Aunque  a estos pacientes, en realidad, se les amputa lo único que los liga con la realidad. 

Por otro lado debemos velar por  la felicidad de todos y  que no se dañe a los demás. Aquí el principio de la beneficencia que está en juego es individual y complejo. Sus daños y beneficios no se proyectan sobre el futuro o cualquier bien colectivo.   El principio de autonomía en estos pacientes se contradice con el de beneficencia y el de justicia, que encarnarían en estos casos el deber de ayudarles a enfrentar su realidad personal disgregada.

De acuerdo con lo planteado por el autor de que ´´Es cierto que se da una mutilación de órganos sanos, pero que estaría justificada por el principio de totalidad, como una acción necesaria para superar la angustia y la tragedia de quien se siente patológico por la presencia de algo que le destruye por dentro. Aunque no pueda darse un auténtico cambio de sexo, se busca la curación de un drama personal a través de unas transformaciones aparentes y artificiales, pero que revisten una importancia y significación que, en ocasiones, llegan a ser decisivas.´´(p. 124 simbolismo de la sexualidad humana) el cambio de sexo es biológicamente imposible. Las personas que se someten a cirugía de cambio de sexo no cambian de hombres a mujeres o viceversa. Más bien se vuelven hombres feminizados o mujeres masculinizadas.  

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