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Cocaína

Consorci Sanitari de Barcelona & Agència de Salut Pública (s.f) definen, en una de sus publicaciones acerca de los estudios de las drogas que:

La cocaína es un potente estimulante de Sistema Nervioso Central que se obtiene a partir del refinado de las hojas del arbusto de coca. La cocaína puede presentarse de dos formas: como un polvo blanco, que es el clorhidrato de cocaína (la más habitual en nuestro contexto y que se suele esnifar, aunque disuelta también puede inyectarse) y en forma de pequeños cristales, que es la base libre de cocaína o crack (p. 1).

Los efectos de esta droga pueden presentarse inmediatamente después de la primera dosis y su duración es de unos cuantos minutos o una hora. En sus efectos puede diferenciarse unos que son inmediatos y otros a largo plazo, siendo estos últimos los más peligrosos para la vida del consumidor. Estos efectos son considerados como placenteros siendo ésta la razón de su alto grado de adicción (National Institute on Drug Abuse, 2010).

En los efectos inmediatos, el sujeto consumidor presenta, a nivel de sensación y percepción, una ausencia de fatiga o cansancio al realizar alguna actividad física, el sueño y el hambre se ven alterados, el estado de ánimo se ve exaltado, aumenta la sensación de vértigo y la seguridad en sí mismo para realizar cualquier cosa. También se puede observar que el sujeto siente mayor dominio sobre los demás. Sin embargo las personas que consumen cocaína, luego del efecto euforizante, presentan un efecto de rebote que se caracteriza por cansancio, desmotivación y angustia, acompañado de conductas agresivas y depresiones intensas. A nivel orgánico, su cuerpo sufre un aumento en el ritmo cardiaco, aumento de temperatura, un efecto anestésico y movimientos involuntarios del cuerpo (“Centre D'Assistència Terapèutica Barcelona”, s.f; “Fundación por un mundo sin drogas”, s.f; Caballero, 2005).

Es más, Caballero (2005) afirma que se presenten recaídas frecuentes en las personas que han entrado a rehabilitación; sobre todo en pacientes que tienen un corto periodo de abstinencia ya que aún no han aprendido habilidades de afrontamiento y rechazo a la droga.

Por otro lado, en los efectos a largo plazo, la Fundación por un mundo sin drogas (s.f) afirma que el consumo de cocaína en exceso puede generar incluso psicosis acompañada de alucinaciones y trastornos confusionales. Incluso las personas sienten la necesidad de consumir más y más cocaína para sentirse “normal” debido a que se ve interrumpida el procesamiento de sustancias químicas en el cerebro que dan la sensación de normalidad. A esta necesidad de normalidad o de sentir los mismos efectos positivos causados es conocido como tolerancia (Moreno, Gamonal & Pozo, 2008).

Por su parte, Ruda (s.f) «La cocaína estimula el Sistema Nervioso Central de arriba hacia abajo. Esto se pone de manifiesto

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