Aborto.

CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Identificar qué posibles eventos psicológicos están asociados al síndrome post-aborto, en las mujeres de dieciséis años hasta cuarenta años y más años de edad , pasa por entender que para la mayoría de las mujeres, la decisión de tener un aborto es difícil y puede provocar sentimientos de tristeza o culpa. Aún así, muchas de las mujeres que toman esta decisión sienten una gran decisión de alivio una vez que se han sometido al aborto. No existe otra evidencia científica de un riesgo mayor de estrés "post-aborto" a largo plazo, ni de depresión ni ansiedad ni de ninguna otra enfermedad psicológica.

Al menos existen varios posibles planteamientos éticos: derecho del feto/ embarazada, tolerancia y elección de la maternidad, los cuales pueden ser desarrollados desde los dos puntos de vistas opuestos: "la libre elección" y "el prohibicionismo" teniendo en consideración que existen toda una gradación de posiciones intermedias.

En Venezuela, este polémico tema sigue siendo motivo de grandes debates, en todos los niveles de la sociedad, y se puede evidenciar una magistral demostración de cómo este gravísimo problema social problema es tratado a veces con absoluta ignorancia, o por lo menos con desconocimiento de la magnitud real del problema, pues mientras se observa rechazo absoluto hacia su legalización por otro lado se escuchan voceros conscientes y conocedoras de esa realidad que argumentan concienzudamente a favor de la despenalización del aborto.

Así mismo, puede observarse que el aborto espontáneo es una realidad; una selección natural como en todos los seres vivos del planeta, y que el problema radica en los embarazos no deseados por multitud de causas valederas que, al no ser posible practicarlos legalmente (por indicación médico-científica y socio-económica) lleva al aborto clandestino o criminal, o mejor al aborto séptico que produce con seguridad la muerte de mujeres jóvenes, en edad reproductiva y de creatividad social, solamente porque la Iglesia Católica, sigue imponiendo dogmáticamente que es un asesinato de un ser indefenso, sin considerar lo que un médico y sacerdote norteamericano, Fletcher, ha llamado el “Embarazo Obligado”, que es una ofensa tanto a la madre como al feto.

El aborto espontáneo es alrededor del 10% de todos los embarazos y se atiende de varias maneras dejando libre y limpia la cavidad uterina, por la atención médica debida en clínicas y hospitales. En esas circunstancias, es un hecho pasajero y sin peligros; pero cuando la ignorancia de las leyes civiles y religiosas lo transforma en un delito, especialmente o casi totalmente para la gente pobre o clase media baja, se recurre a las comadronas abortadoras, a médicos sin moral, a curanderos y una gran cantidad de ignorantes que, por dinero o complicidades, practican abortos clandestinos, los cuales casi el 100% de convierten en abortos sépticos, perforaciones uterinas, peritonitis, shock o choques hemorrágicos e incluso la muerte segura; mientras las clases medias altas y la clase rica, con falsa moralidad, se hacen

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