Abuso Sexual Infantil

Abuso sexual en la infancia

Muchas veces escuchamos, leemos y decimos que los niños son el futuro del mundo, que de ellos depende la existencia del ser humano en sí, pero pocas veces le hemos dado credibilidad y el respeto que merece la oración anterior. En la actualidad, no es difícil ver a padres de familia dejar a los niños en manos de la guardería, de la escuela o de una persona ajena a la familia que los cuide, mientras los respectivos padres se van a proveer el alimento y las cosas necesarias para la familia en desarrollo.

Con la excusa de la equidad de género y que el dinero no alcanza para nada, en la mayoría de las familias mexicanas los dos padres trabajan, si acaso la mujer es la que se encarga del cuidado de los niños, ya que si en un matrimonio el hombre es el que se encarga de la casa, le ponen decenas de sobrenombres que casi siempre dañan la autoestima del mismo. Es mucho más fácil buscar responsables del presente que aceptar nuestra responsabilidad de la realidad.

Hace no mucho tiempo, en un lugar muy cercano, la familia era los mas importante de la sociedad, aunque es de reconocerse que los infantes tenían mayor atención de sus progenitores, los papeles dentro de la familia estaban muy marcados y delimitados, siendo la mamá la encargada del desarrollo de los niños, y el papá rara vez metía las manos en la educación, siendo su prioridad el llevar dinero a la casa. Estadísticamente, las familias en aquel entonces eran mucho más grandes que las actuales, vale la pena recordar que con más integrantes en la familia, son más las necesidades a cubrir, y es de admirar que solamente era una persona la que laboraba. Quizás sea por lo anterior que tenemos la figura materna como una persona que sacrificaba muchas cosas por sus hijos, que trabajaba día y noche para nosotros y que además era la encargada del mantenimiento del hogar.

Es cierto que ésta imagen es difícil de cambiar en un lapso corto de tiempo, pero hay que reconocer que desde la “revolución femenina”, las dueñas del hogar, se han desentendido de su imperio por ir de compras, socializar, cuidado personal y desde luego trabajar.

Desde luego no trato de imponer una actitud machista con lo anterior, quiero decir que el hombre y la mujer nunca podrán ser iguales, el hombre y la mujer son complementarios, de lo contrario, ¿Por qué somos totalmente diferentes?, desde el sexo hasta la mentalidad es totalmente diferente en un hombre y en una mujer. Si aun hay dudas con lo anterior, puedo exponer que una mujer no puede realizar el trabajo físico de un hombre, así como un hombre jamás podrá hacer varias cosas a la vez como lo hace una mujer.

Los mismo sucede con la familia, es cierto que la educación del menor es por cuenta de los dos, pero es con la mamá quien tiene una mejor conexión el menor, desde la ingesta en el vientre materno, hasta cuando el recién nacido el primer sonido en identificar es el de la mamá. Jamás propondré que la mujer se esclavice en el hogar y en el cuidado del niño, pero si imploro que no prefiera ir a ponerse un nuevo estilo en el cabello en lugar de enseñarle valores a su hijo.

Desgraciadamente, a principios del siglo XIX, cuando la “familia era importante”, los derechos infantiles no existían, y ahora, cuando hay tanta difusión de sus derechos, es cuando más desintegrada esta la familia. Lo anterior no pude tener otro resultado que una cadena de violencia y anti valores, donde el eslabón más débil siempre serán los niños.

Hay cuatro tipos de maltrato en la infancia: físico, psicológico, abuso sexual y negligencia. Para poder adentrarnos al tema de abuso sexual, debemos definir el mismo y hacer deferencia con violación sexual.

El infante, gracias a su inocencia y la falta de guía intelectual, se deja guiar por cualquier motivo que

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