Abuso sexual infantil un problema que siempre ha existido
Liztoga332 de Febrero de 2014
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Introducción.
El abuso sexual infantil es un problema que siempre ha existido. Desde hace siglos, es sabido que los niños han sido víctimas tanto de abusos sexuales como de maltratos físicos y explotación. Sin embargo, esto no ha cambiado mucho en la actualidad. Dado es el gran número de niños que llegan a las agencias especializadas y centros de atención. Sabemos que este no es un problema que le incumbe solo a la familia, sino también de la sociedad. Por desgracia, nuestra sociedad suele ser egoísta y ciega ante los problemas que ocurren, y no solo ellos, sino nuestros mismos familiares y amigos se muestran indiferentes e incluso rechazan cuando se presenta un problema de tal magnitud.
El problema es grande, y hay trabajo por hacer. Aquí radica la importancia del presente trabajo, ya que para ello, es necesario entender la cultura y sociedad en la que se vive. Y no solo eso, sino hacer consciente a la gente del problema que se enfrenta y enseñarles que hay maneras tanto de prevenirlo como de luchar.
En el presente trabajo se muestran una breve recopilación sobre lo que es el abuso sexual infantil, los conceptos que están ligados a él, los factores sociales, culturales, familiares y psicológicos que desencadenan. En este punto entra lo que respecta a los factores de género, que en nuestra sociedad son muy pronunciados e importantes. Por otro lado, se realiza una breve exposición de algunos modelos que se han diseñado para prevenir el problema, empezando por conocer los tipos de prevención que hay y las poblaciones a las que se pueden aplicar dichos modelos. Finalmente, se concluye con algunas críticas a los modelos expuestos, desde su aplicación, población y perspectiva de género. Al igual que las diversas consideraciones que deben hacerse respecto a la planeación y elaboración de un programa preventivo para el abuso sexual infantil.
Concepto De Abuso Sexual.
Para definir el abuso sexual infantil, debemos considerar el tiempo, la cultura, los valores y las orientaciones de las comunidades y las sociedades. En ocasiones, depende de la percepción del observador, incluyendo las bases de la cultura del individuo, valores personales y del entrenamiento y experiencia profesional. (Wurtele, 1992).
Las dos variables que parecen ser más importantes en la determinación del abuso sexual son la edad del perpetrador y el tipo de acto sexual cometido. El público en general está apto para definir una situación como abuso sexual si el perpetrador es un adulto, y si el acto involucra coito o intento del mismo. (op. cit., 1992).
Para Farlane Delmer, el abuso puede incluir muchas clases de actos sexuales entre una niña y alguien que no sea un adulto, pero que sea muchos años mayor que la víctima. Los actos sexuales pueden incluir tocarse los órganos genitales de cada uno, exhibir los órganos genitales del adulto o de la niña, incluyendo fotografías de la menor, masturbación del adulto frente a la niña o frotamiento de la menor, cópula oral realizada en la niña, o por esta al adulto, y cualquier clase de penetración en la vagina o ano de la menor, aún cuando sea ligeramente con el pene, el dedo u otro objeto. (Esquivel, 1998).
Para Sánchez H., el abuso sexual es cualquier contacto sexual (por la fuerza con engaño, con soborno, etc.) en el que hay desequilibrio en edad, tamaño, poder o conocimiento, lo cuál incluye manoseo, llamadas telefónicas obscenas, exhibicionismo, masturbación mutua, coito, sexo oral o anal, prostitución, pornografía e incesto, y todas aquellas caricias que hagan daño, que incomoden o que generen culpa, son denominadas abuso sexual. (op. cit., 1998).
La Organización Mundial de la Salud lo define como el abuso ejercido sobre un niño por un adulto o una persona mayor, con fines de placer sexual. (op. cit., 1998).
Kempe lo describe como la participación de un niño o de un adolescente menor (dependiente e inmaduro desde el punto de vista de su desarrollo psicosexual) en actividades sexuales que no está en posibilidades de comprender, que son inapropiadas para su edad, que sufre bajo amenaza o que transgreden los tabúes sociales existentes en casi todas las civilizaciones en lo que se refiere a los roles familiares, e incluyen casi todas las formas de relaciones incestuosas, la pedofilia, la violación de un niño, la utilización de un niño para fines pornográficos y la prostitución infantil. (op. cit., 1998).
Finkelhor y Hottalin deciden que utilizar el término de abuso sexual es limítrofe para expresar en completa magnitud y sentido el hecho, y en contraposición adoptaron el de explotación. Su definición se divide en cuatro tipos:
1. Casi siempre es efectuado por un ofensor pariente o no pariente del niño y se manifiesta a través del contacto oral o anal, puede ser una práctica homosexual o heterosexual.
2. Esta es llevada a cabo por el ofensor pariente o no pariente, implica caricias o tocamientos al pene o la vagina, también puede ser una práctica homosexual o heterosexual.
3. A diferencia de las anteriores se efectúa con abrazos inapropiados, besos, caricias o excitación en zonas no genitales producidas por el ofensor.
4. Se manifiesta a través de contacto o caricias violentas, el ofensor pariente o no pariente, casi siempre intenta llegar al coito con el menor. (op. cit., 1998).
La Fontaine menciona que la definición de abuso sexual compromete dos características principales: que es una actividad adulta e incluye a una niña(o) como víctima. La definición de ofensor y víctima depende de su edad y no de su relación. (González, 1997).
González maneja como abuso sexual a todo hecho en el que se involucra una actividad sexual inapropiada para la edad de la/el menor, en donde se le pide que permanezca en silencio, ejerciendo poder sobre su persona a través de chantajes, amenazas e imposición de autoridad y manipulación emocional, haciéndole sentir responsable de cualquier consecuencia que el abuso sexual pueda traer a sus padres, a algún ser querido, al agresor o así mismo. (op. cit., 1997).
Concepto De Incesto.
Con frecuencia, se confunden el incesto y el abuso sexual, pero no son lo mismo. El abuso sexual se refiere a relaciones sexuales entre un adulto y un niño, existe un desbalance de poder además de ser un evento sin consentimiento mutuo. El incesto es definido como contacto sexual entre miembros de una familia y parientes, incluyendo aquellos de la familia inmediata y mediata. (op. cit., 1997).
Desde el punto de vista psicodinámico, el incesto es un abuso sexual en el que se altera la liga de confianza de la / el menor en su hábitat y relaciones habituales. (op. cit., 1997).
Desde el punto de vista psicológico, no puede tomar en cuenta sólo los lazos sanguíneos, ya que para entender la trascendencia real es necesario visualizar dichos lazos al igual que el centrar la atención profesional en los lazos emocionales y afectivos que existen entre la víctima y el agresor. (op. cit., 1997).
Desde una perspectiva psicosocial, el abuso sexual infantil incestuoso abarca cualquier actividad sexual entre un niño y un padre o padrastro, miembro de la familia amplia (abuelo, tío, tía) o figura paternal substituta (padre adoptivo). El incesto es definido como un acto sexual específico, usualmente envuelve algún tipo de coito, ejecutado entre personas que tienen prohibido casarse. (Sgroi, 1982).
Para Finkelhor, el incesto es el contacto sexual entre miembros de una familia y pariente, incluyendo aquellos de la familia inmediata y mediata. (Finkelhor, 1980).
González menciona en cuanto al incesto, que se debe tomar en cuenta que lo que se rompe es la liga de confianza y no la liga de consanguinidad. Para la / el menor, el impacto emocional tiene que ver con la violación de la confianza dentro del ámbito donde se supondría más seguro: su propio hogar y/o el hogar de alguien a quien ama y en quien confía. (González, 1997).
Incidencia.
Uno de los pioneros en documentar la incidencia del abuso sexual infantil fue Alfred Kinsey en 1953, encontrando que 1 de 4 mujeres hablaba de abuso sexual en su infancia. Otro de los pioneros fue Finkelhor en 1980, estimando que por lo menos 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 11 niños son victimizados sexualmente. (op. cit., 1997).
En México, el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales de Distrito Federal reporta que durante el periodo de enero a septiembre de 1997, de los 3186 casos tratados, el 85.7% era víctimas del sexo femenino; y el 14.3% era víctimas del sexo masculino. Es decir, que del total de víctimas atendidas, 9 de cada 10 son mujeres. (PGJDF, 1997).
Respecto a la distribución del agresor como un familiar o conocido, de los 1030 casos tratados los tres porcentaje más altos son: el 20.8% es cometido por el tío, el 17.1% es cometido por el padrastro y el 15.4% es cometido por el padre. Y los porcentajes más altos respecto al rango de la edad de la víctima son: 13 – 17 con 23.9%, 7 - 12 años con 17.5% y 0 – 6 años con 11.9%. (op. cit., 1997).
Por otro lado, las estadísticas del Programa de Atención Integral a Víctimas y Sobrevivientes de Agresión Sexual (PAIVSAS) de la Facultad de Psicología de la UNAM informa en su reporte del 2001, que de su población (N=100) de personas que reportaron abuso sexual, la edad de la víctima que presenta un porcentaje más alto son: 5 años con 23%, 6 años con 20% y 7 años con 15%. El sexo de la víctima es de 70% mujeres y 30% hombres.
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