Amar Es Suficiente

¿Amar es suficiente?

En la sociedad, todo ser humano está inmerso en un papel social, es decir, un rol que se juega de cierta forma de acuerdo a lo que la cultura establezca, por tanto, existen diversos parámetros que regulan lo que se espera de un hijo, de un hermano y de un padre, de este último se espera que cumpla con diversas características, entre ellas: protección, solvencia económica, acompañamiento, apoyo en labores académicas, contención emocional, entre otras. Sin embargo, ¿Qué es lo más justo, o bien, lo correcto cuando un padre, por el hecho de contar con capacidades especiales, no cumple con las características que la sociedad demanda en él? A continuación se relata una breve reseña sobre la película “Yo soy Sam”, así como una opinión con respecto a dicho caso, desde la óptica de la Psicología, de la Educación Especial y del vivir mismo del valor de la humanidad.

La película “Yo soy Sam” nos relata la historia de un padre soltero llamado Sam, quien tiene un coeficiente intelectual de un niño de siete años y rasgos autistas, el cual trabaja en una cafetería y atiende a su hija, la situación se vuelve problemática cuando Lucy, la hija de Sam ingresa a la escuela, alcanza la edad mental de su padre y comienza a identificar las diferencias que existen entre este último y el resto de las personas que la rodean. Tanto Lucy como Sam intentan llevar una vida normal interactuando con la gente que forma parte de su contexto, sin embargo, las autoridades, al percatarse de la situación, optan por quitarle a Sam la patria potestad de Lucy a causa de su “condición”.

Sam es un hombre que disfruta de la compañía de su hija, es evidente que él la ama profundamente y que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. A pesar de su condición ha criado a su hija y ha satisfecho sus necesidades a lo largo de su desarrollo. Lucy es una niña que muestra inteligencia, es posible percibir que ama a su padre y que disfruta de pasar tiempo a su lado. A pesar de la situación de Sam, Lucy ha crecido fuerte e inteligente, lo único que la detiene a aprender cosas nuevas, es decir, a desarrollarse académicamente es la culpa que le genera el hecho de “saber más” que su padre.

El juicio gira en torno a si Sam es realmente competente para criar a su hija o no, hay varios puntos por analizar en esta situación. En primer lugar la niña ya terminó su infancia primaria y está aparentemente sana, lo cual es evidencia suficiente para demostrar que Sam fungió adecuadamente su papel de padre en esta etapa. En segundo lugar Sam no es el único que ha interferido en la crianza de la niña, este ha sido apoyado por una mujer adulta que vive en el mismo edificio, por tanto, ante cualquier situación que no pueda resolver Sam esta mujer podría apoyar. En tercer lugar, si bien Sam no cuenta con las habilidades cognitivas suficientes para apoyarla a nivel

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