Analisis de “Factores asociados al desarrollo de las funciones ejecutivas en preescolares“

ANALISIS DE “FACTORES ASOCIADOS AL DESARROLLO DE LAS FUNCIONES EJECUTIVAS EN PREESCOLARES “

Las funciones ejecutivas (FES) corresponden a actividades mentales complejas que abarcan diversos procesos cognitivos, que nos permite autorregular nuestros comportamientos, percepciones y emociones. Se trata del desarrollo emocional, que es importante en la toma de decisiones, la autorregulación y autocontrol de la conducta y las emociones, el trato con el mundo social y etc.

El desarrollo de las funciones ejecutivas depende de factores biológicos y ambientales, existiendo tres periodos clave desde la infancia hasta la edad adulta correspondientes a las edades de 4-8, 9-12 y 15-19 años; un período de cambio rápido y plasticidad neuronal que causan cambios físicos, emocionales, sociales y de comportamiento (Maldonado, et al., 2008).

Estas funciones están ubicadas en los lóbulos frontales y por lo tanto requieren de entrenamiento y aprendizaje para lograr su máximo desarrollo ya que, como seres socialmente activos, necesitamos de estas habilidades para interactuar con el medio ambiente y alcanzar sus metas y objetivos.

El surgimiento de la autorregulación está firmemente determinado con la relación padre-hijo. Sin embargo, solo recientemente los investigadores de la infancia han comenzado a estudiar el efecto de estas en las FE. En este análisis, revisaremos los antecedentes relacionados con los estados emocionales durante el embarazo, la crianza, educación, antecedentes sociales y económicos, implicados en el desarrollo y funcionamiento de este proceso cognitivo en la etapa preescolar.

Funciones ejecutivas y ámbito educativo

La educación integral debe facilitar elementos que permitan al alumno el establecimiento y entendimiento de reglas de convivencia consigo mismo y la sociedad (Ministerio de Educación Nacional, 2014).

El inicio del periodo escolar da origen a la consolidación de etapas que más tarde serán la base en la vida personal y profesional; ya que es una etapa en las que el menor comienza a interactúa con personas ajenas a su entorno familiar esto posibilita la puesta en marcha de estrategias que permitirán la adaptación a nuevas situaciones, resolución de problemas, autorregulación cognitiva, emocional y del comportamiento. Ya que se espera que, aunque los alumnos difieran, por ejemplo, en el desarrollo lingüístico tengan capacidades de autorregulación similares. Esto debido a que el desarrollo de las capacidades ejecutivas sigue una progresión similar en todas las personas, pero las trayectorias y tiempos pueden variar significativamente.

Como lo señala Bernal-Ruiz et al. (2018) dependen del funcionamiento de las FES el desarrollo y control de las anteriores estrategias mencionadas, Para Zelazo (2003) las mejoras en el funcionamiento de las FES observadas durante el periodo preescolar, corresponden a la capacidad de implementar una serie de normas para la regulación del comportamiento ya que existe una correlación con el desarrollo de habilidades sociales y regulación emocional. (Carlson & Moses, 2001; Carlson & Wang, 2007; Zelazo & Cunningham, 2007).

Es por esto que se considera que una comunicación asertiva, el acompañamiento en deberes y la estimulación cognitiva por parte de los padres desarrollan un papel esencial en el desarrollo de funciones ejecutivas. (Shears y Robinson , 2005); pues estos son considerados factores clave de desarrollo psicoafectivo y generador de habilidades sociales y adaptativas.

“Cuervo (2010) manifiesta que los cambios en la familia, la interacciones y los métodos de crianza del niño afectarán los estilos parentales y el desarrollo social y emocional, algunos estudios han demostrado que los padres y los cuidadores actúan como mediadores en un sentido positivo o negativo para el desarrollo infantil (Shonkoff & Phillips, 2000)”

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