Aparatos Ideologicos
josevernetayerza22 de Octubre de 2014
4.088 Palabras (17 Páginas)263 Visitas
Aparatos ideológicos del Estado
Louis Althusser
Pequeño resumen (de que trata el texto)
A través de una visión crítica fundamentada en una postura postestructuralista, Louis Althusser aborda el tema de la ideología en la sociedad, desprendiendo el concepto de ideología elevándolo a una categoría de análisis, en síntesis su estudio es denominado como la ideología de la ideología, en este sentido toma en cuenta el papel de la sociedad como reproductora de elementos ideológicos, la construcción por parte del estado e instituciones con un poder sensible a la sociedad, Althusser considera como aparatos de estado, término acuñado por Marx, a los elementos reguladores y represores de una sociedad creados en dos niveles, el primero contiene a las instituciones gubernamentales como son el gobierno, el sistema de administración y recaudación con sus respectivas formas de sancionar, y el segundo plano relativo a las funciones formativas como son la religión, la educación formal en las escuelas, la familia, y los gremios en artes y ciencias.
Estos sistemas de formación, Althusser los denomina aparatos ideológicos del estado, posteriormente aplicado en las instituciones privadas con una función política impresa en una página en blanco que afecta a la identidad del individuo. Bajo una postura marxista Althusser retoma los términos de fuerza de trabajo y la repercusión en las relaciones deproducción. En otras palabras el estudio de los valores donde la sociedad en conjunto estamos inmersos, partiendo del supuesto proceso de las relaciones de producción y la opresión derivada de la explotación entre las clases sociales y la división del trabajo, durante este proceso la identidad del individuo se ve alterada en correspondencia de su posición en el sistema.
La investidura de la identidad toma lugar de acuerdo a la serie de actos en la identificación de los valores impuestos por las leyes de la religión, familia, ética, política, etcétera. La única forma de individualizar al individuo es sometiéndose a sí mismo, a partir de los valores existentes en la sociedad. La individualidad es reconocida de la misma manera en que un infante se interna en el orden semiótico lacaniano, por el significado de reconocer el sometimiento a la ley del padre o la sociedad.
La segunda fuerte influencia para la elaboración de esta obra pertenece a la rama del psicoanálisis tomando como referencia directa las corrientes de Freud y Lacan, donde se realiza un fuerte cuestionamiento en la forma en que las leyes influyen al individuo desde que éste ha nacido, determinando cuales son los canales de distribución hacia el orden establecido por los aparatos de estado. De hecho la diversidad se encuentra permeada de contradicciones sujetas a las decisiones ideológicas, donde la ideología se encuentra inserta en las decisiones de clases.
Texto resumido
Introducción
Decía Marx que aun un niño sabe que una formación social que no reproduzca las condiciones de producción al mismo tiempo que produce, no sobrevivirá siquiera un año. La condición final de la producción es la reproducción de las condiciones de producción.
Reproducción de las condiciones de producción
Considerando que toda formación social depende de un modo de producción dominante, podemos decir que el proceso de producción emplea las fuerzas productivas existentes en y bajo relaciones de producción definidas.
Para existir, toda formación social, al mismo tiempo que produce y para poder producir, debe reproducir las condiciones de su producción, que son:
1) las fuerzas productivas
2) las relaciones de producción existentes.
Reproducción de los medios de producción
Desde que Marx lo demostró todo el mundo reconoce que no hay producción posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la producción
Cualquier economista sabe que todos los años es necesario prever la reposición de lo que se agota o gasta en la producción: materia prima, instalaciones fijas (edificios), instrumentos de producción(máquinas), etc.
La reproducción de las condiciones materiales de la producción no puede ser pensada a nivel de la empresa pues no es allí donde se da en sus condiciones reales. Lo que sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da la idea de la necesidad de la reproducción, pero que no permite en absoluto pensar las condiciones y los mecanismos de la misma.
Reproducción de la fuerza de trabajo
La reproducción de la fuerza de trabajo se opera, en lo esencial, fuera de la empresa.
Se asegura dándole a la fuerza de trabajo el medio material para que se reproduzca: el salario, que figura en la contabilidad de la empresa como ?capital mano de obra? .
Sin embargo ?actúa? como condición de la reproducción material de la fuerza de trabajo, ya que el salario representa solamente la parte del valor producido por el gasto de la fuerza de trabajo, indispensable para su reproducción; aclaremos, indispensable para reconstituir la fuerza de trabajo del asalariado, e indispensable para criar y educar a los niños en que el proletario se reproduce como fuerza de trabajo.
El salario no está determinado solamente por las necesidades de un S.M.I.G. (Salario mínimo interprofesional garantizado, sino también por las necesidades de un mínimo histórico.
Este mínimo doblemente histórico está definido por las necesidades históricas impuestas por la lucha de clase proletaria contra el aumento de la jornada de trabajo y contra la disminución de los salarios.
Empero, no basta con asegurar a la fuerza de trabajo las condiciones materiales de su reproducción para que se reproduzca como tal. Dijimos que la fuerza de trabajo disponible debe ser ?competente?, es decir apta para ser utilizada en el complejo sistema del proceso de producción. La fuerza de trabajo debe ser (diversamente) calificada y por lo tanto reproducida como tal. Diversamente, o sea según las exigencias de la división social-técnica del trabajo, en sus distintos ?puestos? y ?empleos?.
Esta reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo tiende a asegurarse cada vez más, fuera de la producción, por medio del sistema educativo capitalista y de otras instancias e instituciones.
En la escuela se aprende a leer, escribir y contar, o sea algunas técnicas, y también otras cosas, incluso elementos de ?cultura científica? o ?literaria? utilizables directamente en los distintos puestos de la producción. Se aprenden ?habilidades?.
Se aprenden las ?reglas? del buen uso, es decir de las conveniencias que debe observar todo agente de la división del trabajo, según el puesto que está ?destinado? a ocupar: reglas de moral y de conciencia cívica y profesional, lo que significa en realidad reglas del respeto a la división social-técnica del trabajo, reglas del orden establecido por la dominación de clase. Se aprende también a ?hablar bien el idioma?, a ?redactar? bien, lo que de hecho significa saber ?dar órdenes?, ?saber dirigirse? a los obreros, etcétera.
La escuela (y también otras instituciones del Estado, como la Iglesia, y otros aparatos como el Ejército) enseña las ?habilidades? bajo formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su ?práctica?. Todos los agentes de la producción, la explotación y la represión, deben estar ?compenetrados? en tal o cual carácter con esta ideología para cumplir ?concienzudamente? con sus tareas, sea de explotados (los proletarios), de explotadores (los capitalistas), de auxiliares de la explotación (los cuadros), de grandes sacerdotes de la ideología dominante (sus ?funcionarios?), etcétera.
La condición sine qua non (no puede ser de otro manera) de la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo radica en la reproducción de su ?calificación? sino también en la reproducción de su ?calificación? sino también en la reproducción de su sometimiento a la ideología dominante, o de la ?práctica? de esta ideología, debiéndose especificar que no basta decir: ?no solamente sino también?, pues la reproducción de la calificación de la fuerza de trabajo se asegura en y bajo las formas de sometimiento ideológico, con lo que reconocemos la presencia eficaz de una nueva realidad: la ideología.
Infraestructura y superestructura
Según Marx la estructura de toda sociedad está constituida por ?niveles? o ?instancias? articuladas por una determinación específica: la infraestructura o base económica (?unidad? de fuerzas productivas y relaciones de producción), y la superestructura, que comprende dos ?niveles? o ?instancias?: la jurídico-política (el derecho y el Estado) y la ideológica (las distintas ideologías, religiosa, moral, jurídica, política, etcétera).
Cualquiera puede convencerse fácilmente de que representar la estructura de toda sociedad como un edificio compuesto por una base (infraestructura) sobre la que se levantan los dos ?pisos? de la superestructura constituye una metáfora, más exactamente una metáfora espacial: la de una tópica. Los pisos superiores no podrían ?sostenerse? por sí solos si no se apoyaran precisamente sobre su base.
La metáfora del edificio tiene pues por objeto representar ante todo la ?determinación en última instancia? por medio de la base económica. Esta metáfora espacial tiene así por resultado afectar a la base con un índice de eficacia conocido por la célebre expresión: determinación en última instancia de lo que ocurre en los ?pisos? (de la superestructura) por lo que ocurra en la base económica.
Se puede decir que los pisos de la superestructura no son determinantes
...