Castigos Y Recompensas

CASTIGOS Y RECOMPENSAS: INTENCIONADOS E INVOLUNTARIOS.

La elaboración de listas tal como se ah descrito tiene también otra ventaja y es que ayuda al profesor analizar con mayor detalle la influencia del castigo en la conducta del niño. De igual manera que la conducta que se refuerza tiende repetirse, así mismo que la conducta que se castiga suele desaparecer. Y nos guste o no lo cierto es que mucho del que el profesor toma por “castigo” constituye en realidad un regalo para los niños en la mayoría de las clases.

La presunción por el profesor cada vez que impone un castigo es que esta reprimiendo una conducta indeseable y estimulando, y en su lugar, una forma más aceptable de comportamiento.

• Puede suceder de más que esa sanción conceda una mayor categoría al niño al permitirle envalentonarse ante sus compañeros.

• También podría ser que el chico podría a menospreciar al profesor si el castigo, que este toma tan enserio, no surtiera resultado alguno.

• Otra posibilidad es que considera esa sanción como una diversión por ir siempre acompañada por un ataque de ira del profesor

 Ninguna de esas insinuaciones debe ser realizada como una amenaza directa a pesar del profesor se dará cuenta al reconsiderar la lista, que a partir de ese instante la conducta del niño haiga experimentado una notoria mejoría.

MODIFICACION DE LAS CONDUCTAS NO DESEADAS.

Supongamos ahora que el profesor haya redactado las listas correspondientes de un niño motivo de problemas en clase. Se han anotado sus conductas así como las respuestas del profesor. ¿Qué hará éste ahora? El paso siguiente será registrar el contexto en que se produce el comportamiento negativo del niño y luego anotar durante unos días algunos ejemplos seleccionados de esa conducta al objeto determinar su frecuencia.

EL CONTEXTO.

Una vez determinada la situación exacta del contexto, el profesor podrá darse cuenta de las circunstancias que aparece desencadenar la mala conducta del alumno. A veces estas serán por si mismas pruebas suficientes para saber cómo conducirse en el futuro.

FRECUENCIA DE LA CONDUCTA NEGATIVA.

En cuanto a la convivencia de llevar un registro de la frecuencia de una conducta dada, se trata de determinar la persistencia de un programa concreto y establecer unos parámetros a partir de los cuales que para señalar alguna mejoría una vez que se haya empezado el programa de la modificación de la conducta.

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