Cuento "animarse a volar" y su relación con el éxito profesional

Cuento “animarse a volar” y su relación con el éxito profesional

Este ensayo va dirigido a jóvenes, estudiantes, emprendedores, recién egresados y para cualquier persona que lea esto y piense en un negocio o plan que quiere echar a andar. Discutiremos el cuento “animarse a volar” el cual forma parte de una serie de cuentos registrados en el libro “cuentos para pensar” escrito por Jorge Bucay en 1997. En esta reflexión se analizarán incógnitas como ¿Son la valentía, la acción y la perseverancia una buena combinación para el éxito?,  ¿Me hará más valiente tomar más riesgos?, ¿Mientras más miedo tenga, menores serán mis probabilidades de alcanzar el éxito profesional?  Espero que esta lectura le conduzca a la introspección, la reflexión y sobre todo,  brinde la motivación adecuada para animarlo a volar.

Para comenzar, habrá que definir qué se entiende por éxito. Arthur et al. (2005) propone dos conceptos de éxito: subjetivo y objetivo, a partir de dos acepciones de éxito del Diccionario Oxford:

a) “el logro de un objeto de acuerdo con nuestro deseo”, que sugiere un enfoque personal (éxito subjetivo) y b) “el logro próspero de algo que se ha intentado”, que implica una forma de éxito que depende de las comparaciones sociales (éxito objetivo). ( Citado en Caicedo, 2007, p.42).

Para la escritora de este ensayo, no es significativo el éxito objetivo evidenciado con un buen salario, una gran empresa o muchos empleados debajo de ti. El éxito debería ser medido de manera subjetiva, ya que cada persona corre a su tiempo, con sus dificultades y oportunidades únicas; sería incorrecto enjuiciar a dos personas en países diferentes, con culturas diferentes y vidas diferentes de la misma manera.  Puede que un magnate hombre de negocios con una gran empresa y mucho dinero no pueda conseguir un matrimonio estable o ni siquiera un fin de semana relajado; Y en otro lado del mundo, un pequeño empresario, que no goza de tener a más de dos empleados en una tienda, sí que pueda darse el lujo de unas bonitas vacaciones en Hawái. Piense, ¿Cuál de los dos parece más feliz? ¿No es precisamente la felicidad la meta de la vida? Partiendo de esa premisa, el éxito se convierte en la medida de la felicidad.

Ahora bien, ¿Qué es la valentía? cualquier persona puede ver que ha sido valiente cuando ha superados los obstáculos  hasta lograr un objetivo o una meta que contribuye a su supervivencia (hasta quizá la de los demás). En mi percepción, la valentía es el primer impulso hacia el éxito en algo; éxito que comúnmente llevara a la felicidad.

Considero también que la valentía está, naturalmente, ligada a la persistencia.  Porque tomar una decisión rápidamente cualquiera podría hacerlo, pero no todos pueden mantenerla todos los días de su vida con el fin de lograr sus objetivos. Es esto se refería Bucay (2012) cuando escribió “Hijo mío, no todos nacen con alas”. (p.45)

En el cuento dónde se extrae esa cita, el autor narra la historia de un amoroso padre que le exhorta a su hijo a usar las alas y volar en un espacio abierto, un abismo. El vuelo, figura a la meta que usted tiene en mente, ese proyecto, ese negocio, ese sueño.

El niño, inocente y asustado, sigue los consejos de sus amigos (personas que ni idea tienen del contexto, las circunstancias, etc.). Estos le recomiendan no aventarse al “vacío”, si no, no arriesgarse a sufrir daños de ningún tipo, tomar el camino fácil y hacerlo desde la copa de un árbol.

A continuación, y sin sorpresa para el lector, el joven se precipita a tierra y sufre heridas en vano.  ¿La respuesta del padre?

Para volar, hay que crear el espacio libre necesario para que las alas se desplieguen.  (…) Necesitas cierta altura antes de saltar. Para aprender a volar siempre hay que empezar corriendo un riesgo. Si uno no quiere correr riesgos, lo mejor será resignarse y seguir caminando cómo siempre. (Bucay, 2012, p. 46).

De estas extracciones podemos aprender 2  cosas. 1) compararse con los demás, pedirles opiniones o dejar que influyan en la toma de decisiones personales, es muy peligroso. 2) no tengamos miedo de empezar algo. Entre más miedo se tenga, menores serán las probabilidades de éxito.

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