DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y DE LA IDENTIDAD.

DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y DE LA IDENTIDAD

El concepto que uno tiene de sí mismo parte siempre de una descripción de la personalidad y de lo más destacado de uno como persona y del comportamiento que se tiene hacia los demás, empleando para esto rasgos que uno tiene y que en cierto momento llegan a ser contradictorios pero siempre basados en el contexto social de cada individuo y en la aceptación que tiene con los demás.

Así pues la naturaleza del concepto de sí mismo según el Autor surge de la construcción social de una personalidad tomando en cuenta los comportamientos y valores presentados por sus compañeros, la orientación, retroalimentación, la comparación social entre pares y de las expectativas, evaluaciones y exhortaciones de los padres las cuales a su vez entran en contradicción o conflicto con los comportamientos mostrados por los compañeros.

Los juicios acerca de sí mismo dependen mucho de la comparación social, de criterios normativos, de similitudes sociales y de conductas que incrementan las interacciones interpersonales y el atractivo social, los individuos que no avanzan en esta etapa siguen dependiendo de criterios y comparaciones sociales y pueden estar en riesgo porque no han desarrollado el sentido incorporado, relativamente estable de identidad que construirá la base del subsecuente desarrollo de la identidad.

Las descripciones de sí mismo a menudo representan abstracciones de la personalidad, es decir el adolescente ahora puede incorporar descripciones concretas de su personalidad a una generalización de orden superior acerca de su identidad. Esas generalizaciones abstractas acerca de la personalidad no suelen ser observables y a menudo son hipotéticas; es decir, requieren más inferencias acerca de las características latentes propias de las descripciones.

La adolescencia representa un fascinante periodo de transición, marcado por la emergencia de nuevas capacidades cognoscitivas y cambiantes expectativas sociales que, en conjunto, moldean y afectan profundamente la propia naturaleza del concepto de sí mismo. Los adolescentes que recorren exitosamente el proceso del desarrollo de la identidad llagan a adquirir un sentido claro y consolidado de verdadera identidad. Cuando no se logra salir con éxito, se puede tener un concepto de sí mismo distorsionado o irreal la incapacidad de integrar la personalidad a mucho papeles, conflictos entre aparentes contradicciones de la personalidad, manifestaciones inadaptativas o perturbadoras de identidades falsas, puede obstaculizar el desarrollo de un sentido integrado y la búsqueda de una identidad futura significativa.

La creación de múltiples personalidades relacionada con los roles plantean desafíos al desarrollo de una identidad unificada y coherente. Otro de estos retos se presenta con la capacidad que está emergiendo en el adolescente de construir personalidades

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