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DINERO DOMINIO Y SUMISIÓN


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2012  •  611 Palabras (3 Páginas)  •  349 Visitas

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DINERO, DOMINIO Y SUMISIÓN

Ricardo Capponi

En las relaciones de pareja, una asimétrica distribución de los bienes y el dinero conduce inevitablemente a relaciones de dominio-sumisión entre las partes, con nefastas consecuencias para el vínculo. Y ello porque forma parte de la esencia de un amor sexual estable y atractivo, el que los miembros de la pareja tengan los mismos deberes y derechos.

Habitualmente el hombre no tiene conciencia de los costos que implica para su propio desarrollo personal, el establecer vínculos en los cuales él maneja el poder. Y la mujer también contribuye a perpetuar esta relación estéril para el crecimiento personal, atraída por ese canto de sirena que es la imagen del “varón poderoso” capaz de ofrecer protección frente a la angustia e incertidumbre que exige el asumir la propia libertad.

Voy a extenderme en el papel que juega la mujer en esta colusión paralizante.

La psicóloga Argentina Clara Coria, que se ha especializado en este tema, dice que las mujeres sienten pudor al hablar de dinero. Desatienden los aspectos económicos que trascienden la canasta familiar. Mujeres que trabajan se incomodan cuando se trata de hablar explícitamente de contrato laboral que implique dinero. Mujeres que llevan la casa se avergüenzan si las ven como “interesadas” o “materialistas” cuando defienden intereses económicos. Mujeres separadas no saben llevar la economía del hogar. Les cuesta poner precio a sus servicios profesionales, reclamar dinero o efectivizar cobros. Se complican cuando ganan más que el hombre. Es habitual que les entreguen las inversiones de envergadura al marido, a los hijos, a los padres o a los hermanos, y es casi de regla que la administración de las herencias quede en manos de los hombres, especialmente cuando la que fallece es la madre. Además, es habitual que la mujer tenga dificultad para reconocer como propios y hacer uso de los bienes de la sociedad conyugal.

¿A que se debe esta actitud de la mujer frente al dinero? En la historia milenaria de nuestra cultura, la mujer siempre ha estado al margen del manejo de los asuntos de plata. Salvo una excepción: la prostituta. Así, en el imaginario social, se ha heredado por miles de años la idea de que la mujer que maneja sus propios ingresos se asemeja a una peligrosa “mujer de la vida”. De ahí, en parte, la vergüenza que sienten las mujeres cuando se descubren a sí mismas gozosas de ganar dinero y de permitirse y dar curso a una ambición económica.

Por otro lado, la sociedad se ha encargado de identificar lo femenino con lo maternal, perpetuando el consenso de que ser mujer es equivalente a ser madre. Y ser madre es ser buena, desinteresada, abnegada y generosa. Así, entonces, la mujer es expresión de un amor incondicional, altruista y abnegado.

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