Depresión
elizina19 de Junio de 2015
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Trastornos Depresivos
I. Definición: Las depresiones son un grupo heterogéneo de trastornos afectivos que se caracterizan por un estado de ánimo deprimido, disminución del disfrute, apatía y pérdida de interés en el trabajo, sentimientos de minusvalía, insomnio, anorexia e ideación suicida. A menudo manifiestan ansiedad y síntomas somáticos variados que se mantiene por un tiempo prolongado. Provoca una incapacidad importante de la persona que lo padece, en todas las esferas de su vida.
Un trastorno depresivo no es reaccionar con tristeza ante un acontecimiento vital indeseable. Hablamos de depresión cuando la alteración aparece sin estar en relación con nada o como respuesta desproporcionada a un hecho negativo o estresante (en duración y/o en intensidad).
EI paciente con depresión no tiene historia previa de manía o de hipomanía, dicho antecedente la convierte en trastorno bipolar.
II. Síntomas característicos:
Estar triste no es lo mismo que estar deprimido. En la depresión aparecen otros síntomas como:
Valoración negativa de uno mismo, baja autoestima.
Sentimientos de inutilidad y/o de culpa.
Desesperanza, desgana, ansiedad.
Dificultades para concentrarse y/o tomar decisiones.
Pensamientos repetitivos relacionados con la propia muerte o incluso ideas de suicidio.
Disminución del interés social (menos ganas de relacionarse con los demás, tendencia a aislarse, no salir de casa
Disminución de la actividad y deseo sexual.
Alteraciones en el sueño, por defecto (insomnio) o por exceso (hipersomnio)
Alteraciones en la alimentación, por defecto (ausencia de apetito, pérdida de peso) o por exceso (apetito excesivo, aumento de peso).
Alteraciones en la actividad, tanto por defecto (enlentecimiento generalizado de los movimientos, el habla, los gestos… que puede llegar al mutismo e inactividad casi total), como por exceso (estado de agitación, con la sensación de “no poder parar”.
Sensación constante de fatiga, pérdida de energía.
III. Etiología de los Trastornos Depresivos
Muchos factores pueden contribuir a la aparición de depresión. Para algunas personas, un número de factores parecen estar involucrados, mientras que para otras, un solo factor puede causar la enfermedad. En algunas ocasiones, la gente se puede deprimir sin ninguna razón aparente. Sin embargo, la ciencia, a través de números estudios defiende, como nosotros opinamos, que la depresión en una enfermedad mental con factores biológicos, psicológicos y sociales, en ocasiones propios del pacientes pero en otras con influencias del entorno.
A continuación hacemos referencia a algunos de estos factores, recomendando actuar específicamente sobre cada uno de ellos cuando es detectado, y ¿por qué no?, hacer partícipe al paciente de ellos, si creemos en la alianza terapéutica. Los principales factores son:
Cognitivos: Individuos con patrones negativos del pensamiento y baja autoestima tienen más posibilidades de desarrollar depresión. Existe una distorsión cognitiva, en la que el depresivo distorsiona la realidad viéndose de forma negativa así mismo, al mundo y el futuro.
Biológicos: la depresión está originada por un desequilibrio de los neurotransmisores, especialmente serotonina, noradrenalina y en menor medida la dopamina. Está demostrado que cuando estamos deprimidos tenemos ese desequilibrio y que cuando tomamos la medicación adecuada, los neurotransmisores se equilibran y nuestro estado de ánimo cambia. Estos aspectos serán explicados de forma más amplia en el apartado de tratamiento farmacológico, para facilitar la comprensión de los mecanismos de acción de los antidepresivos.
Género: Tal y como hemos especificado en el apartado de epidemiología, las mujeres sufren de depresión en un índice que es casi el doble que los hombres. las razones de eso no están todavía muy claras, se incluyen los cambios hormonales por los cuales pasan las mujeres durante la menstruación, el embarazo, puerperio y menopausia.
Enfermedad Orgánica: La depresión clínica tiende a ocurrir a la par de ciertas enfermedades, como las del corazón, cáncer, Parkinson, diabetes, Alzheimer y desórdenes hormonales.
Medicamentos: algunos medicamentos pueden ocasionar depresión como efecto secundario, por ejemplo los corticoides.
Genética: Historia familiar de depresión clínica aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Situacional: Eventos difíciles en la vida (divorcio, problemas financieros, muerte de un ser querido…) pueden contribuir a la depresión.
IV. Clasificación: Todos los trastornos depresivos comparten síntomas similares, pero el grado de intensidad varía. Un estado de ánimo depresivo tiene facetas.
La cuarta edición del Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV-TR), la diferencia en cuatro síndromes depresivos “básicos”: depresión mayor, depresión menor, distimia y reacción depresiva. Estos cuatro trastornos se especifican en nueve categorías diagnósticas. Y estas a su vez, en función de especificaciones de etiología, severidad y evolución, se diversifican hasta más de 20 categorías finales. Con algunas diferencias, estas categorías se mantienen en el capítulo de los Trastornos Mentales y del Comportamiento de la 10º Revisión de la Clasificación internacional de enfermedades (CIE 10).
a. Trastorno depresivo mayor: Es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por uno (episodio único) o más episodios depresivos mayores (recidivante) sin que exista historia de episodios maníacos, mixtos o hipomaníacos.
No es infrecuente que los pacientes con síndromes linfoproliferativos puedan desarrollar en algún momento de la enfermedad un trastorno depresivo mayor.
La detección del trastorno es importante porque en estos pacientes puede haber un mayor riesgo de suicidio; además el tratamiento de la enfermedad de base (leucemia, linfoma, mieloma) puede ser más complejo.
El Trastorno Depresivo Mayor (TDM) está caracterizado por la presencia de diferentes síntomas que tienen que ver con la tristeza, alteraciones cognitivas y síntomas somáticos. Los niños o adolescentes que presentan TDM experimentan ánimo bajo, que a diferencia de los adultos se manifiesta principalmente con irritabilidad, incapacidad para disfrutar de las cosas que les gustan, problemas para estar concentrados en comparación con el funcionamiento previo, fallas de atención, ideas de ser menos valiosos que otros, aislamiento, disminución del rendimiento escolar, pérdida o aumento notable del apetito, con falta de incremento ponderal esperado para su edad y sexo, labilidad emocional, llanto fácil, alteraciones en el sueño y Ia energía, dificultad para pensar en el futuro y cuando es grave puede haber intentos suicidas o síntomas de psicosis, consistentes en alucinaciones (alteraciones somatosensoriales) o delirios (creencias falsas). La duración de los síntomas es de al menos dos semanas y representa un malestar importante para el chico con un deterioro de varias de las áreas de su vida cotidiana.
Criterio de diagnóstico: Muchos casos de depresión son claramente apreciables en la práctica clínica, aunque raras veces resulta fácil establecer su autonomía diagnóstica respecto de otras entidades psicopatológicas. Así, por ejemplo, la asociación entre trastorno depresivo y de ansiedad es alta y con diversas combinaciones sintomáticas en sus manifestaciones. La depresión también puede concurrir con el abuso de alcohol u otros tóxicos, y con algunas enfermedades orgánicas cerebrales y sistémicas.
Si bien las causas de la depresión no son conocidas, diferentes factores podrían intervenir en su génesis, como determinados factores genéticos, vivencias de la infancia y adversidades psicosociales actuales (contexto social y aspectos de la personalidad). También podrían jugar un papel importante como factores de riesgo en el desarrollo de una depresión, dificultades en las relaciones sociales, el género, el estatus socio-económico o disfunciones cognitivas, aunque lo más probable sea una interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Presencia de un único episodio depresivo mayor.
No se explica mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo y no esta superpuesto a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante o un trastorno psicótico no especificado.
Nunca se ha producido un episodio maniaco, un episodio mixto o un episodio hipomaniaco.
Nota: esta exclusión no es aplicable si los episodios similares a la manía, a los a los episodios mixtos o a la hipomanía son inducidos por sustancias o tratamientos o si se deben a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.
Síntomas y trastornos asociados
Características descriptivas y trastornos mentales asociados. El trastorno depresivo mayor está asociado a una mortalidad alta. Los sujetos con trastorno depresivo mayor que mueren por suicidio llegan al 15 %. Los datos epidemiológicos también sugieren que las tasas de muerte en los sujetos con trastorno depresivo mayor de más de 55 años aumentan hasta llegar a cuadruplicarse. Los sujetos con trastorno depresivo mayor ingresados en residencias geriátricas pueden tener un mayor riesgo de muerte en el primer año. De los sujetos visitados en consultas de medicina general, los que presentan un trastorno depresivo mayor tienen más dolor y más enfermedades físicas
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