EL EFECTO DE LAS ABERRACIONES MONOCROMÁTICAS SOBRE EL PUNTO CIEGO EN POBLACIONES JÓVENES MIOPES Y EMÉTROPES
Enviado por prncssfdrknss • 19 de Marzo de 2015 • 741 Palabras (3 Páginas) • 324 Visitas
El efecto de las aberraciones visuales monocromáticas sobre el punto ciego en jóvenes.
Introducción.
Conocer la aberración de onda del ojo humano y su impacto en la visión tiene gran interés, tanto desde el punto de vista de los fundamentos como de las aplicaciones (óptica adaptativa, lentes de contacto personalizadas, etc.). Sin comparamos la vista con los demás sentidos encontramos que el 80% del aprendizaje del ser humano se realiza a través de ella [Casas, 1994]. Así el correcto funcionamiento de este sentido es determinante para nuestra calidad de vida ya que se trata del instrumento fundamental de que nos dota la naturaleza para relacionarnos con el mundo que nos rodea.
El estudio del sentido de la vista presenta interés para investigadores y profesionales de distintos campos que lo abordan desde diversos aspectos: anatómico, fisiológico, físico, optométrico, psicológico, etc.
En el proceso de la visión participan diversos órganos e influyen efectos de distinta naturaleza. De forma simplificada podemos considerar tres etapas principales. En la primera se forma sobre la retina la imagen de la escena de interés por medio de la córnea y el cristalino. Posteriormente en la segunda etapa, los fotorreceptores (conos y bastones) efectúan la conversión de la señal óptica en señal eléctrica. La tercera y última etapa consiste en el procesado de esta señal eléctrica en la propia retina y en el cerebro (a donde llega a través del nervio óptico). (Casas, 1994)
En la primera etapa de formación de la imagen retiniana la luz atraviesa medios y órganos de diferentes características: la película lagrimal, la córnea, el humor acuoso, la pupila, el cristalino y el humor vítreo. En su camino la luz se ve afectada principalmente por tres efectos que pueden limitar la calidad visual: los fenómenos de difusión, los efectos difractivos y las aberraciones oculares.
La luz es una forma de energía y los fenómenos de difusión están relacionados con ese aspecto. Al atravesar los distintos medios oculares se producen pérdidas energéticas en la señal óptica que además pueden afectar de forma no homogénea a los distintos puntos del haz.
La luz también es una onda (electromagnética) y en su camino hacia la retina está sujeta a fenómenos de difracción debido al tamaño finito de las distintas aperturas del ojo y en particular al del iris, que normalmente actúa como diafragma de apertura. (Simonet P, 1999)
Por último tenemos la limitación introducida por las aberraciones oculares que son de dos tipos: cromáticas y monocromáticas. Las aberraciones cromáticas originadas por el carácter dispersivo de los medios oculares [Bedford, 1957; Simonet, 1990; Atchison & Smith, 2005] suponen una pérdida de estigmatismo en la imagen cuando el haz procedente del objeto es policromático (como suele
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