El Adolescente y su Compromiso Socia

Estoy en edad de tropezar, de perder, de fracasar , de herir, de engañar, de humillar, desordenar, errar, pero sè que puedo aprender, descubrir, soñar,  amar, creer , imaginar, avanzar y respetar, disfrutar, vencer, caminar, progresar y lo sè, por que estoy en edad de cambiar en la adolescencia es una etapa de la vida que queremos vivir en extremo, sin embargo, tenemos que asumir nuestra responsabilidad al actuar.[pic 1]

En la actualidad los jóvenes actúan sin pensar,  los mueve el impulso de sentir placer a costa de lo que sea.

Esa idea, ha sido vendida y aceptada por nuestra sociedad, está claro, que se ha perdido el sentido de nuestra existencia.

Hoy más que nunca un joven hombre o mujer, debe de estar más  comprometido con el mundo que vive, olvidarse de sí mismo para estar al servicio de los demás, ya que solo así se podrá dejar una buena semilla en las siguientes generaciones.

Tenemos que estar consientes que nos enfrentamos una vida llena de opciones por elegir, que en su mayoría nos venderán como la mejor oportunidad para cambiar nuestras vidas.

Es triste ver como los medios de comunicación están llenos de imágenes sexuales, el internet, las revistas, anuncios panorámicos y  hasta para anunciar alimentos.

No debemos dejarnos engañar, porque el ser humano tiene la inteligencia y la capacidad para dominar su mirada, someterla a su voluntad, y tener la fortaleza de decir no a lo que puede desgarrarle el alma.

Es necesario reconocer que todo lo que entra por los ojos, son imágenes que nos acompañarán toda la vida.

De aquí partimos para darnos cuenta que es tiempo de asumir compromisos de no ir por la vida haciendo lo que nos de la  gana tenemos que pensar y razonar sobre nuestros actos, mucho menos haciendo lo que hacen los demás simplemente por quedar bien, o por querer pertenecer a un grupo de amistades.

Con frecuencia perdemos tiempo en querer se precisamente lo que no somos, nos hace falta coraje para ser auténticas y defender lo que queremos.  

Debemos reflexionar que cada uno de nuestros actos tendrán consecuencias y muchas de ellas no quisiéramos que formaran parte de nuestra vida.

Los padres, juegan un papel preponderante,  para la formación de sus hijos, de ahí la necesidad de ejercer su autoridad con amor.

Un joven que se somete al castigo por alguna falta pero siente el amor de sus padres, podrá tener luz  para analizar cada uno de sus actos.

El amor de los padres transforma, y guía toda acción educativa fortaleciendo  los valores de constancia, bondad, servicio desinterés, espíritu de sacrificio, que son, el fruto más precioso del amor.

Por lo tanto, el compromiso se extiende no nada mas a la juventud, sino a los padres comprometidos con cada uno de sus hijos, haciéndolos responsables de sus actos y consientes de que esta vida es solo un paso a la eternidad.

Todos los jóvenes tenemos el reto de luchar contra corriente; de formar una generación de líderes comprometidos a vivir la integridad como personas que somos, basadas siempre en la verdad. Para que seamos esas flechas ardientes que lanzarán nuestros padres al horizonte; para incendiar de amor nuestros alrededores, y formar nuevas familias que cambien nuestra sociedad.

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