ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Ello, Yo Y Superyo


Enviado por   •  28 de Septiembre de 2014  •  620 Palabras (3 Páginas)  •  266 Visitas

Página 1 de 3

Sigmund Freud, el creador del Psicoanálisis, veía la personalidad como un sistema dinámico regido por tres estructuras o instancias básicas: el Ello, el Yo y el Superyó. Según él, estas tres instancias pueden explicar nuestras conductas actuales y la manera en que somos. Veamos, a continuación, en qué consisten.

El ello (también llamado “id”) es la instancia de la persona que contiene todos nuestros instintos, nuestros impulsos biológicos innatos (comer, beber, orinar, defecar, defendernos, etc.), nuestro querer y nuestras apetencias. El ello es ciertamente egoísta e irracional, pues busca la satisfacción inmediata de sus deseos y apetencias, sin preocuparse por las situaciones o las circunstancias; por eso decimos que se rige por el principio de placer y que, además, constituye la parte más primitiva de la mente humana. El ello consigue energía gracias a los instintos, los cuales (según Freud) son el motor directo de nuestras actividades: Instintos de Vida e Instintos de Muerte (serán explicados en el próximo artículo).

La mayor demostración del ello en acción son los niños: éstos, desde que nacen, buscan satisfacer sus deseos inmediatamente… defecan y se orinan cuando les viene el deseo, lloran cuando no tienen comida, quieren los juguetes al momento de verlos y se desesperan fácilmente cuando sus deseos no son complacidos. Sin embargo, con el tiempo los niños aprenden a esperar y a comportarse; lo cual se explica con la siguiente instancia: el Superyó.

El Superyó (también llamado “Superego”) es la instancia que actúa como juez o censor del pensamiento y, por tanto, es la parte de la mente que internaliza los valores, la moral, los ideales y lo que ‘debemos hacer’; de esta manera, el superyó es el que determina lo que es ‘correcto’ y lo que es ‘incorrecto’. El ideal del yo es una parte del superyó donde se encuentran todas las conductas que los padres y la sociedad premian y, por ende, aquí se encuentran nuestras metas y aspiraciones (aspiraciones de ser exitoso, de ser mejores personas, buenos profesionales, etc.). Cuando cumplimos con las normas de la sociedad, nos sentimos orgullos; sin embargo, cuando no cumplimos con las normas, el superyó nos castiga internamente por medio de los sentimientos de culpa.

Como podrá suponer, el Superyó y el Ello están en constante disputa y contradicción… están en un constante dilema entre ‘lo que quiero hacer’ y ‘lo que debo hacer’. Y es aquí donde entra el Yo.

El Yo (también llamado “Ego”) es la estructura que trata de equilibrar los deseos del ello y las normas del superyó; por tanto, decimos que se rige por el principio de realidad. El yo es el que observa todo lo que sucede a nuestro alrededor, es el que se percata de todos nuestros pensamientos conscientes y, además, es el que tiene poder para dirigir las conductas (por el Yo nosotros caminamos,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com