El Estés De Fin De año

El estrés de fin de año como inicio de un cambio personal

Fin de año es una época que para algunas personas puede tornarse caótica… los trabajadores hacen balances del año que termina y proyectos para año entrante, trabajan horas de más, los estudiantes con sus exámenes finales, las fiestas de fin de año, gestionar las vacaciones, encuentros con familiares “conflictivos”… ¿cómo afrontar tantos compromisos al mismo tiempo?

Las presiones y exigencias, muchas veces auto-impuestas, desembocan en algunos casos en vivencias de gran tensión, acompañadas de sentimientos de amenaza a la propia integridad física y psíquica.

¿Qué es el estrés?

El estrés es la CONSECUENCIA de una o múltiples presiones, sentidas por una persona como excesivas. Dichas presiones se denominan factores estresores, y para comprender su funcionamiento podríamos compararlo al agua que entra de más en un vaso, haciendo que rebase, o el aire que entra de más en un globo para que explote… todo esto que está “de más”, si no logramos darle un cauce, termina ocasionando malestar.

Si trasladamos la metáfora a la vida cotidiana, podría tratarse de toda situación que nos exija cada vez un mayor desgaste de energía para transitarla, como climas laborales adversos, conflictos de pareja, agendas “sin respiro”, imposibilidad de exteriorizar lo que nos pasa, entre otras.

Claro está que las circunstancias estresantes son vividas en cada persona de manera diferente, y lo que para una persona es sumamente agobiante, para otra puede no serlo, por ello en este tema no se puede generalizar.

Vale aclarar que el estrés también tiene una vertiente positiva. Permanentemente afrontamos situaciones que nos tensionan, que nos hacen sentir que por momentos perdemos la estabilidad, pero tales tensiones son necesarias para realizar nuestros proyectos y nos motivan para avanzar en la vida. En estos casos el estrés sentido es positivo, y se denomina EUSTRÉS. Como ejemplo podríamos mencionar al estudiante que necesita rendir exámenes, con toda la ansiedad que eso conlleva, para finalmente acceder a un título; o la incertidumbre de afrontar una nueva cita amorosa.

Síntomas

Las manifestaciones del estrés son “llamados de atención” de nuestro propio cuerpo que están para ser escuchados, y no para permanecer allí indefinidamente. Poder escucharnos y mirarnos es el primer paso para hacer frente a este conflicto.

Dentro de los síntomas más comunes encontramos: sensación de embotamiento, ausencia de reactividad emocional, síntomas de ansiedad: trastornos del sueño, irritabilidad, mala concentración, respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora, dolor y tensión en diferentes partes del cuerpo. También son comunes las disfunciones sexuales, migrañas, gastritis, colitis,

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