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Ensayo


Enviado por   •  4 de Septiembre de 2015  •  Resúmenes  •  534 Palabras (3 Páginas)  •  125 Visitas

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El hombre en busca del sentido común

Monólogo  al amanecer.

¿Existe algo parecido al arte en un campo de concentración? Depende lo que uno entienda por arte. Aquellos a quienes su trabajo cercano les evitaba las largas marchas fuera del campo. Reían, alborotaban, a veces dejaban resbalar una lágrima; cantaban, recitaban poemas, contaban chistes satirizando la vida del campo. Todo con exclusiva finalidad ayudarnos a olvidar la cruda realidad, y en verdad lo conseguían. El espectáculo tenía tanto éxito que hasta algún prisionero común se acercaba a la función, a pesar del cansancio agotador y de que tal vez, para ello, perdiera su escuálido rancho diario. El buen humor es siempre algo envidiable.

El humor en el campo.

El descubrimiento de algo parecido al arte es un campo de concentración. El humor es otra de las alarmas del alma por la supervivencia. Es bien sabido en que, la existencia humana, el humor proporciona el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación aunque sea por breve tiempo.

Los afanes por fomentar el sentido del humor y contemplar la realidad bajo una luz humorística constituye una especie de truco que aprendimos mientras dominamos el arte de vivir pues aún es un campo de concentración es posible practicar el arte de vivir, aunque el sufrimiento sea omnipresente. El sufrimiento humano actúa como un gas en una cámara vacía; el gas se expande por completo y regularmente por todo el interior, con independencia de la capacidad del recipiente. Lógicamente, cualquier sufrimiento, vuelto débil, ocupa la conciencia y el alma entera del hombre.

¡Quién fuera un preso común!

En otra ocasión pasaron cerca de nuestros lugares de trabajo grupo de convictos. ¡Con claridad comprendimos la relatividad del sufrimiento humano! Envidiábamos aquellos presos por su vida tranquila, segura y relativamente ordenada. ¡E incluso envidiábamos a aquellos de los nuestros que gozaba de la oportunidad de entrar en la fábrica y trabajar en un espacio cubierto, al abrigo de la lluvia y los vientos!

Suerte en lo que a uno no le toca padecer

Los escasos placeres de la vida del campo producía una especie de felicidad negativa-la liberación del sufrimiento, e incluso, representa una alegría relativa los verdaderos placeres positivos escaseaban, hasta los más pequeños. ¿Quién se atreve a arrojar la primera piedra contra aquel que favorece a sus amigos en unas circunstancias en que, tarde o temprano, la cuestión a ventilar era la vida o la muerte? No debería juzgar, nadie, a no ser que con absoluta sinceridad pudiera asegurarse que, en una situación similar, a María de manera diferente.

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