Esquizofrenia
Emmasam26 de Mayo de 2014
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ÍNDICE
· Introducción
· Dismetria cognitiva en la esquizofrenia
· Trastornos hipocampales
· Incremento de la fosfolipasa A2 plaquetaria
· ¿Es posible detectar la esquizofrenia en cerebros todavía sanos?
· Diferencias de FSCR medido mediante SPECT en la esquizofrenia crónica
· Farmacología en estados psicóticos
· Conclusiones
INTRODUCCIÓN
La esquizofrenia es un trastorno psiquiatrico en el que se presentan diversas alteraciones estructurales del
cerebro,las cuales involucran principalmente a los lóbulos temporal y frontal,alterándose los sistemas
neuronales y neurotransmisores encargados de regular el funcionamiento de estas áreas. Diversos estudios de
neuroimagenología y neuropatología sugieren que una alteración en el neurodesarrollo es el componente
principal de las anomalías estructurales,lo cual ,en conjunto con los factores psicológicos y las influencias
externas,producen que se desarrolle la esquizofrenia clínicamente manifiesta.
Debo decir que me ha impresionado este trastorno por la complejidad,ambigüedad e investigación que
despierta a su entorno,asi como los avances y estudios que han proliferado espectacularmente en las dos
últimas décadas,gracias sobretodo a las técnicas de neuroimagen,ya que gracias a estas es posible visualizar
las zonas cerebrales discretas que se activan mientras se esta realizando una tarea cognitiva o una operación
mental.
A continuación trataremos de dar respuesta a ciertos aspectos ambiguos y complejos de esta enfermedad,que
aunque no nos puedan llevar a afirmar verdades irrefutables, los resultados obtenidos si hacen que podamos
conocer cada vez más este trastorno que en un principio fue considerado como posesión diabólica, y que en la
actualidad y gracias a múltiples investigaciones científicas,experimentación etc..sabemos que la esquizofrenia
es una psicosis funcional que implica una condición de desorden de la actividad de neuronas sin bases de
alteración estructural o patológica de la sustancia cerebral.
Es una enfermedad politética que afecta a la percepción, al pensamiento,al lenguaje, a la conducta, a los
afectos, y a la volición.
La hipótesis más extendida y la que más investigación ha desatado es la de la supra−activación del lóbulo
frontal. L mayoría de los experimentos realizados hasta el momento corroboran la existencia de una
hipofrontalidad en este tipo de pacientes,lo que cuesta dilucidar son las causas,la etiología del problema,aquí
es precisamente donde más investigación controvertida podemos encontrar, por lo que todavía en la
actualidad,no podemos responder a preguntas del tipo: ¿cómo es posible que un defecto en el desarrollo
temprano del cerebro afecte su funcionamiento?¿cómo es que ese defecto var´ñia en sus manifestaciones
clínicas después del nacimiento?¿por qué no se manifiesta como una esquizofrenia hasta años después?¿qué
inicia la descompensación clínica y como prevenirla?Las leyes que gobiernan el desarrollo y la maduración de
las estructuras funcionales corticales y sus conexiones podrían contener las respuestas a estas preguntas. Por el
contrario,hoy por hoy estas cuestiones estan lejos de ser dilucidadas,sin embargo son numerosas las
investigaciones y los esfuerzos de los profesionales por solventar y disipar definitivamente las dudas respecto
a esta confusa enfermedad,una prueba de ello,son los diseños experimentales que se incluyen a
continuación,los cuales ayudan a entender mejor y más este trastorno.
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DISMETRIA COGNITIVA EN LA ESQUIZOFRENIA
Veremos a continuación como ciertas investigaciones dan como resultado posibles disfunciones de los
circuitos prefrontales−talámicos− cerebelosos causarían «dismetría cognitiva» o falta de coordinación mental,
déficit cognitivo fundamental en la esquizofrenia.
La dismetría se expresaría como una dificultad para coordinar el
procesamiento, la jerarquización, la recuperación y la expresión de la información. Este tipo de déficit
fundamental podría manifestarse como cualquiera de los múltiples síntomas de la EQF: alucinaciones,
delirios, discurso y conducta desorganizados, alogia, inhibición o incongruencia afectiva, falta de iniciativa,
anhedonia o deterioro de la atención. El sustrato anatómico de la dismetría motora comprende los circuitos
que conectan a la corteza motora con el cerebelo, unidos a través de los núcleos pontinos y el tálamo, y
modulados por los ganglios basales. El sustrato anatómico de la DC, apuntan, ha sido objeto de recientes
investigaciones, como resultado de las crecientes evidencias de la participación de estructuras subcorticales
(especialmente cerebelo) en los
procesos cognitivos. Si bien múltiples nodos participarían en esta red neuronal, se analizan el prefrontal, el
talámico y el cerebeloso. Aunque los hallazgos provenientes de los estudios de neuroimágenes no son
globalmente consistentes, existe consenso en cuanto a la probabilidad de una alteración del nodo prefrontal,
en la EQF. Anomalías neuropatológicas que reflejan el compromiso de la neurotransmisión mediada por el
ácido
gamma−aminobutírico (GABA) en las áreas asociativas córtico−corticales de la corteza prefrontal
dorsolateral, en la EQF, podrían ser el resultado de alteraciones específicas del desarrollo, responsables de una
alteración de la formación de circuitos neuronales de la corteza prefrontal. Estudios
recientes, informan, han evidenciado disminuciones del tamaño del tálamo (que ejerce un papel de filtro de las
aferencias sensoriales), mayor incidencia de agenesia parcial o total del cuerpo calloso (factor que suele
asociarse a una baja respuesta a los neurolépticos) y presencia de heterotopías de la sustancia cerebral, en
pacientes con EQF; estos hallazgos son consistentes con anomalías del desarrollo cerebral. Existen evidencias
anatómicas y filogenéticas del papel del cerebelo en los procesos cognitivos. Las lesiones experimentales de
esta estructura producen mutismo, disartria, anomalías del aprendizaje asociativo verbal y de las habilidades
visoespaciales, discurso agramático, deterioro de la
memoria y del aprendizaje procesal, disminución de la inteligencia general , anormalidades de la
representación de la información temporal, deterioro de la planificación cognitiva y del aprendizaje no motor
y la detección der errores. Estudios basados en tomografía por emisión de positrones (PET),realizados en
sujetos normales, revelan un grado sorprendente de activación cerebelosa durante la realización de un amplio
espectro de tareas cognitivas; estas activaciones serían independientes de la actividad motora. Asimismo,
otros nodos participarían en esta red global: los ganglios basales jugarían un papel esencial en la modulación
de la actividad cortical y las circunvoluciones cinguladas anterior y retroesplénica intervendrían en las
funciones mnésicas y en otras actividades cognitivas. Algunos recientes estudios sobre los efectos de los
fármacos neurolépticos sobre el flujo sanguíneo cerebral, señalan a las regiones cingular anterior y cerebelosa
como las de mayor
actividad ante la suspensión de esta medicación, en pacientes con EQF.
TRASTORNOS HIPOCAMPALES EN LA ESQUIZOFRENIA
Los trastornos en la migración de las células piramidales del
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hipocampo,durante la etapa prenatal, podrían ser los responsables del desarrollo de la esquizofrenia.
En una investigación de casos (esquizofrénicos) y controles (sanos) , se observaron diferencias significativas
en el número de células piramidales desviadas más de 35, 25 y 15 grados de la posición perpendicular
esperada en las subregiones CA1−CA3 del asta de Ammón del hipocampo izquierdo, de 4 varones
esquizofrénicos respecto de controles sanos. Se investigó la orientación de la célula piramidal del hipocampo
izquierdo de pacientes esquizofrénicos respecto de individuos sin trastornos mentales; y la posible relevancia
de estos hallazgos en la patogénesis de la esquizofrenia. Cinco varones con esquizofrenia crónica que no
presentaron mejoría clínica con el uso de neurolépticos (2 de los cuales eran paranoides y 3
esquizofrénicos catatónicos) fueron estudiados luego de su fallecimiento. La edad promedio de muerte fue de
81.8 años y el tiempo de evolución de la enfermedad alcanzó más de 50 años.
Estos casos se compararon con 5 sujetos sin trastornos psiquiátricos que murieron por otras causas (grupo
control seleccionado por edad y sexo). En todos los casos se determinó la
orientación de las células piramidales del hipocampo izquierdo (CA1−CA4). Se encontró que los pacientes
esquizofrénicos presentaban menos células piramidales en las subregiones CA1
y CA3 respecto del grupo control; no así en las subregiones CA2 y CA4. En la circunvolución dentada, el
número de células granulares no mostró diferencias entre los casos y controles.
Todos los esquizofrénicos tenían mayor desorientación de células piramidales en las subregiones investigadas
(con excepción de la subregión CA2)
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