Etica

Introducción

En nuestro entorno se habla bastante de ética, pero generalmente se hace alusión a ella con distintas intenciones. A veces se utiliza para establecer que los otros no actúan con ética, sencillamente porque no hacen lo que yo entiendo que deben hacer. Nuestros padres y maestros nos vienen diciendo constantemente qué es lo que tenemos que hacer y en ocasiones, lo que tenemos que ser. Pero llega un momento en nuestro desarrollo en el que las decisiones las tenemos que tomar a tenor individual. Ya no vale tanto la autoridad como la razón. Hemos oído hablar de “códigos de ética” como si se hiciera referencia a un tribunal en donde van a cargarse a alguien por haber actuado en contra de las normas establecidas. Pero la realidad es que vivimos en una sociedad en la que la impunidad es la causante de la proliferación de la corrupción y del trapicheo de los más listillos. También se habla de la “ética de la profesión” que supuestamente reglamenta, regula y fomenta la práctica responsable y comprometida de un trabajo o de un oficio particular. ¿Qué es realmente la ética? ¿Y quién o quiénes establecen lo que se debe hacer?

Hay muchas personas que entienden su responsabilidad moral de una manera fraccionada.

• Creen que su actuar en familia, con su esposa y sus hijos debe basarse en la consideración, en el amor, en el respeto y en la confianza mutua. Cumplen sus responsabilidades a cabalidad. Son estrictos y enseñan a sus hijos valores y buenas costumbres. Trabajan y son buenos proveedores.

• Pero en el momento de divertirse con sus amigos y amigas, se transforman y se manifiestan, quizás, de una manera nada apropiada. Si supiera su esposa y sus hijos qué es lo que hace para divertirse y gozar sus fiestas, se avergonzarían de él sin duda ninguna.

• En el ejercicio de su profesión o en su trabajo de la naturaleza que sea, aplican sus normas de mercado sin dudarlo ni un momento, no importa quién se perjudique, con tal que ellos saquen buenas ganancias de sus actividades, quizás no tan legítimas como deberían ser.

Todas y cada una de las personas, sujetos morales, hemos de reconocer que en cualquier momento de nuestra vida somos los mismos, independientemente de cualquier circunstancia que medie y matice nuestra responsabilidad tanto personal, como comunitaria como profesional. Somos el mismo sujeto moral en cualquier circunstancia de la vida. Si no es correcto mentir o hacer trampas en el seno familiar, tampoco lo es en el profesional ni en el ciudadano. No hay una moralidad para las relaciones personales, otra norma de moralidad para gozar de la vida y una tercera para el ejercicio responsable de nuestro trabajo o profesión.

Necesitamos definir unos conceptos fundamentales. Debemos saber también que la ética tiene un lado “normativo”,

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