FRUSTRACION Y AGRESION

FRUSTRACION Y AGRESION

 “La frustración conduce a la agresión”  esto se da siempre que el individuo espera obtener un resultado y este no se da como se esperaba, cuando se dispone un esfuerzo significativo a la hora de conseguir un objetivo y esperamos una recompensa sustancial. Aquí encontramos una gran variable, y es cuando se presenta una frustración justificable, ella puede desencadenar menor agresión que cuando la frustración es injustificable. Berkovitz habla de la ira como un elemento detonador de la agresividad, la frustración no conduce directamente a la agresión, más bien produce enojo el cual da lugar a la agresión.

Dollard y Miller empezaron con la suposición de que "La agresión es siempre una consecuencia de la frustración" y "La existencia de la frustración siempre da lugar a alguna forma de agresión" (Dollard y col. 1939) Las tendencias agresivas pueden ser inhibidas, entre otros factores por normas sociales, creencias espirituales y religiosas, temor a los castigos etc.

 La frustración suele convertirse en la piedra en el zapato de quienes buscan conseguir alcanzar una meta, la agresión se recompensa y puede ser dominante en las conductas de las personas  frustradas, los ambientes que suelen ser hostiles con la cotidianidad de los sujetos por lo general siempre llevan consigo respuestas agresivas, un ejemplo son los sitios y/o lugares marcados por hechos violentos, barrios con altos índices de pobreza entre otros.

Otro claro ejemplo es el consumo de alcohol, que generalmente auspicia comportamientos de agresividad que alimentan la frustración misma. Los sujetos que son expuestos a señales agresivas se comportan con mayor agresión.

 En ciertas circunstancias el alcohol aumenta la agresión, en especial cuando los sujetos están frustrados y cuando las señales situacionales alientan la agresión

Algunas investigaciones indican que las situaciones que precipitan la agresión en algunas personas afectan a otras de manera diferente, sin embargo siempre encontramos que las conductas agresivas se están viendo enmarcadas en cuadros de frustración y enojo, puede ser el caso de una persona víctima de un robo que tiene la oportunidad de retener al agresor y castigarlo.

Muchas son las situaciones que pueden desatar conductas agresivas en los individuos, y bien pueden obedecer a algunos patrones comportamentales basados en sus entornos sociales, incluso por simple instinto de supervivencia, aunque revisando los antecedentes teóricos propuestos por otros académicos e investigadores, la agresión puede aparecer de maneras muy diferentes y esto tiene que ver con el tipo de experiencia a la que se somete el sujeto, cada caso de agresividad debe verse desde todas las perspectivas que sean posibles, no solamente individuales, sino también sociales, antropológicas, clínicas y demás.

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