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Familia Y Tipos De Familia


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2014  •  8.416 Palabras (34 Páginas)  •  310 Visitas

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FAMILIA Y TIPOS E FAMILIA

Familia nuclear: está integrada por una pareja adulta, con o sin hijos o por uno de los miembros de la pareja y sus hijos. La familia nuclear se divide en tres tipos de familias:

Familia nuclear simple: integrada por una pareja sin hijos.

Familia nuclear biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos.

Familia nuclear monoparental: integrada por uno de los padres y uno o más hijos.

Familia extensa: integrada por una pareja o uno de sus miembros, con o sin hijos, y por otros miembros, parientes o no parientes.

Familia extensa biparental: integrada por el padre y la madre, con uno o más hijos, y por otros parientes.

Familia extensa monoparental: integrada por uno de los miembros de la pareja, con uno o más hijos, y por otros parientes.

Familia extensa amplia (o familia compuesta): integrada por una pareja o uno de los miembros de esta, con uno o más hijos, y por otros miembros parientes y no parientes.

Familia Reconstituida (o también llamada ensambladas): es decir, uno de los padres vuelve a formar pareja, luego de una separación o divorcio, donde existía a lo menos un hijo de una relación anterior.

Familias provenientes de un divorcio, en la cual uno de los cónyuges tiene hijos previos o ambos tienen hijos previos.

La Familia reconstituida más antigua, la de toda la vida, es la que proviene la figura del padrastro o madrastra.

Definición de familia

No podemos dar una definición exacta de familia puesto que cada tipo de familia requiere su propia definición. Aunque di

conocemos una definición histórica aplicable a todas las familias. Según la enciclopedia Larousse una familia es "un conjunto de personas de la misma sangre, del mismo linaje, de la misma casa".

La familia constituye un elemento fundamental de la persona como tal puesto que nos formamos en una identidad desde el seno de una familia, lo vivido en el seno de un ambiente familiar ejerce su influencia para la identidad personal de los componentes de esa familia.

1.2Historia y orígenes

La constitución de la familia se remonta hasta los primeros momentos del hombre, incluso numerosas especies animales constan de una organización mas o menos compleja en cuanto a materia familiar se refiere.

La familia no es un elemento estático sino que ha evolucionado en el tiempo en consonancia con las transformaciones de la sociedad. La familia es un grupo en permanente evolución relacionada con los factores políticos, sociales, económicos y culturales.

Durante la historia y debido a hechos marcados la familia ha cambiado su estructura e incluso sus funciones. Así los avances científicos y médicos han supuesto un una disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida adulta o la industrialización que sin duda ha cambiado la estructuración de la familia y sus funciones incorporando a la mujer al trabajo productivo dejando de lado el papel que se le otorgaba ala mujer.

1.3Tipos de familia

Hoy en día en la sociedad nos podemos encontrar con distintos tipos de familia.

Para hacer una clasificación nos basaremos en la definición de que una familia

es un conjunto de personas pariente o no que viven en una misma casa:

-Familia nuclear:

Está formada por padre, madre e hijo, es la típica familia clásica

-Familia monoparental:

Sólo hay un padre o madre e hijos o hijas

-Familia monoparental extendida:

Hay un progenitor, hijos o hijas y personas de la familia

-Familia monoparental compleja:

Hay un progenitor y a su cargo hijos o hijas y comparte vida con personas ajenas a la familia

-Familia unipersonal:

Es una familia formada por un componente (soltero)

-Familia compleja:

Es una familia en la que en casa viven personas familiares y no familiares

-Familia extendida:

Es una familia que comparte hogar con personas familiares

-Familia bis:

Es una familia en la que se produce una ruptura en la pareja y cada miembro de ésta forma una familia nueva

-Familia de Hecho:

Este tipo de familia tiene lugar cuando la pareja convive sin haber ningún enlace legal

-Familia formada por parejas de homosexuales y lesbianas:

Familias de gays y lesbianas que tienen hijos

FUNCIONES DE LA FAMILIA DESPUÉS DE LA SEPARACIÓN

Afectivas

Al margen de cualquier situación y por muy traumatizante que sea vivenciada por los padres, el amor hacia los hijos debe quedar garantizado explícitamente.

Sexuales

Hombres y mujeres son iguales dentro de sus diferencias. Iguales en dignidad y responsabilidad pero diferentes biológicamente. De aquí se deriva que ambos sean merecedores del máximo respeto.

Protectoras

El niño tiene derecho a ver garantizadas la alimentación, vestido, alojamiento.

Relajantes

El juego es vital para el niño, la familia debe garantizarlo y hacerlo posible. La familia rota debe tener muy en cuenta la satisfacción de esta necesidad infantil, la casa no debe cerrar las puertas al exterior sino abrirlas.

Asistenciales

Cada edad necesita planteamientos educativos nuevos. De aquí que la familia deba plantearse continuamente su acción. A veces la adaptación se va haciendo de forma progresiva y espontánea aunque esto es más fácil en una familia unida.

Educativa

Los padres separados deben ser un ejemplo de una vida portadora de una escala de valores claros .Una equivocación debe perdonarse pero carecer de criterios firmes es indicio de que no se ha ejercitado la más notable de las aptitudes: la razón.

Diagnóstico y caracterización de la familia del niño y la niña con retraso mental

La vida en familia discurre por disímiles momentos, pero el nacimiento de un niño o de una niña, es un acontecimiento clave para los padres, quienes comienzan a imaginar cómo será ese nuevo miembro y qué efecto causará, así como el nuevo rol que les corresponde desempeñar a partir del nacimiento del bebé, incluyendo la responsabilidad de la satisfacción de las necesidades materiales y, sobre todo de su cuidado general.

Es incuestionable que al nacer ese nuevo miembro se producen cambios y reestructuración de las funciones de los padres, hijos o demás integrantes en el contexto familiar; pero en el caso de un niño o niña con diagnóstico de retraso mental (RM), las expectativas familiares se transforman y, como consecuencia, las

relaciones interpersonales entre progenitores y, en ocasiones, entre todos los miembros de la familia pierden su armonía y equilibrio emocional

Autores como J. Perera Mezquida (1995) consideran que ¨…ante la presencia de un miembro con cualquier tipo de discapacidad, la familia, si no ha asimilado el hecho, se vuelve vulnerable y las expectativas familiares cambian, produciéndose toda una serie de sentimientos complejos, contradictorios y difíciles de explicar y con las consecuentes interrogantes: ¿Cómo ha podido ocurrir?, ¿Qué hemos hecho?, ¿Por qué ha sucedido?¨

Es por ello que la familia del niño y la niña con diagnóstico RM es aquella estructura funcional básica donde se inicia el proceso de socialización y a partir de la cual se comienza a compartir y fomentar la unidad de sus miembros, con la consiguiente aceptación, respeto y consideración . Es, en última instancia, donde se debe favorecer la diversidad, y propiciar un estilo de vida que potencie y desarrolle al niño y a la niña con diagnóstico de RM, sobre la base de la armonía, la seguridad, y la estimulación, con el propósito de satisfacer sus necesidades (Gómez Cardoso, A.L.1997).

Las siguientes consideraciones son elementos distintivos que destacan la importancia de la familia en comparación con las otras definiciones:

• Se reconoce a la familia como el ámbito de socialización de los hijos porque es base de numerosas relaciones sociales, el espacio donde se garantiza la unidad de sus miembros - cada uno con características, aptitudes y necesidades diferentes – por

considerarse la estructura funcional básica con posibilidades para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

• Se destacan conceptos básicos en la atención a estos niños(as) y sus familias, entre ellos: seguridad, confianza, una postura de acercamiento y comprensión, armonía, estabilidad del hogar, aceptación, respeto, consideración y tolerancia.

• Se acentúa el hecho de situar al educando con diagnóstico de RM en el centro de la atención familiar (de todos sus integrantes), no con fines de sobreprotección, sino de la búsqueda de la normalización y la integración social, sin distinciones en relación con otros niños y niñas ni con sus propios hermanos, si los hubiera, de modo que no se limiten sus posibilidades en la adquisición de capacidades y habilidades sociales y, por lo tanto, en su autonomía.

• Se potencian los aspectos positivos y generadores de máximo desarrollo mediante la atención a este escolar, con énfasis en la evolución normal de acuerdo con su grupo etáreo y sin la tendencia a la valoración exclusiva de la desviación, logros que, finalmente, repercuten de manera satisfactoria en la dinámica interna de la familia.

• Se favorece la diversidad, entendida como el gran desafío del nuevo milenio: tolerancia, aceptación de las diferencias e integración de las mismas en metas comunes que satisfagan las necesidades de todos y permitan a estos pequeños y sus familias encontrar un lugar en el mundo y ejercer sus derechos como miembros de la sociedad.

Habitualmente, todos los padres reaccionan con una

conmoción y tristeza profunda ante la noticia del nacimiento de un hijo(a) con diagnóstico de RM. Como expresa P. L. Castro Alegret (1995), ¨ (…) el descubrimiento de la discapacidad en un momento temprano de la vida del hijo lo vivencian los padres como una pérdida muy dolorosa, constituyendo una gran lesión al concepto que tienen de sí mismos, o como señalan varios autores, una herida narcisista. Ellos se pueden cuestionar o perder las esperanzas en torno al hijo y al ideal de familia que tenían formado. ¨

Dicho de forma general, y por nuestra experiencia en esta temática por las investigaciones realizadas previamente, las familias suelen sentir:

• conmoción ante algo totalmente inesperado que da al traste con los ideales planteados de los padres;

• negación y, por tanto, autoengaño para no aceptar lo que realmente es evidente;

• tristeza, aflicción, pena y vergüenza, no sólo por el niño y la niña, sino por ellos mismos, al considerar el fruto de la unión como una construcción personal imperfecta;

• ansiedad, hostilidad y rechazo hacia el hijo(a), la familia y hasta la sociedad;

• sentido de la culpa que desencadena un proceso de culpabilidades y la idea de un embarazo no deseado por ambas partes.

Los padres, y en particular las madres, experimentan reacciones emocionales diversas que se traducen en posturas muy diferenciadas según las características individuales. Existen tres rasgos de actuación que conducen a emociones extremas, a saber:

• El inicio de lo inesperado.

• La aparición de la depresión y

la tristeza.

• El momento de afrontar la realidad.

El impacto inicial de lo inesperado proviene del cambio repentino del concepto que los padres tienen de sí mismos, de la familia y del futuro. En sentido general, los padres albergan grandes esperanzas con los hijos(as), pero al nacer un niño o niña con diagnóstico de RM, las expectativas se frustran. Sufren un fuerte trastorno emocional y confusión al conocer el ¨ problema¨ del hijo(a). En este sentido, si dolorosa es la noticia del diagnóstico en el momento del parto, más traumática es aún cuando se sabe tardíamente. La forma en que se comunica a los padres el diagnóstico de su hijo(a), agudiza el impacto inicial de lo inesperado.

Los padres se enfrentan a una situación de conflictos que termina en depresión y tristeza y genera sentimientos de angustia y grandes problemas personales. Como todos los progenitores sienten el deseo y la obligación de amar al hijo, acariciarlo, protegerlo, mimarlo; pero, en ocasiones, los sentimientos son ambivalentes y llegan hasta el rechazo.

En estos casos, surgen situaciones bien determinadas en cuanto a la posición adoptada por la familia: la no aceptación del "problema" y la aceptación del mismo.

FAMILIA Y LAS NESECIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES. IMPORTANCIA DE LOS PADRES EN LA EDUCACION DE SUS HIJOS.

La familia constituye la célula básica de la sociedad o sea la institución más simple basada en los lasos de parentesco conyugal y consanguíneo, que se establecen por el matrimonio y la procreación de los hijos.

Toda familia planifica tener

hijos normales y saludables, si esto no sucede, trae aparejado un impacto psicológico que conlleva a la familia a transitar por tres etapas diferentes:

Confusión:

En esta etapa los padres experimentan confusión acerca de que es lo que su hijo tiene mal. Pueden encontrar difícil el entender y asimilar la información que se les da.

La familia no está segura o no sabe que trastornos posee su hijo y teme por él.

Negación

Los padres pueden afrontar la información que, les brindan los especialistas negando su validez y buscando otras opiniones. En muchas ocasiones pueden discutir con las personas que les brindan la información acerca del hijo, incluyendo expresiones de iras y presión o exigencias a los profesionales o a los miembros de la familia para que hagan sacrificios desproporcionados con relación al hijo.

En esta etapa la familia niega la discapacidad de su hijo y lo hace ver ante sus ojos un niño normal, aunque sepan que no es así.

Consolidación o aceptación

Cuando la familia puede reintegrarse y aceptar la discapacidad de sus hijos. La familia ya convencida de la discapacidad del hijo quiere buscar la manera de ayudarlo.

La culpabilidad y la vergüenza son también manifestaciones psicológicas que afecta a la familia de forma severa. Los padres generalmente experimentan fuertes sentimientos de responsabilidad y de orgullo asociado con el bienestar de sus hijos.

La culpabilidad de los padres con hijos con necesidades educativas especiales se refleja en el sentimiento de culpa que se crea que hay algo que hicieron y que son

responsables de los problemas de sus hijos o de su falta de poder remediar esos problemas. A menudo mantienen estos sentimientos a pesar de las opiniones contrarias de los profesionales.

La culpabilidad también se refleja cuando las relaciones se tensan y no son aceptadas esas deficiencias como de su familia e inculpan a otros.

La vergüenza se define como una emoción dolorosa causada por la conciencia de la propia culpa, defectos o impropiedad. Los padres suelen sentirse deshonrados por la incapacidad de hacer de sus hijos sean normales y sus “fallas” como padres que dio origen a la discapacidad.

Este impacto origina desajustes en el medio familiar, las relaciones hogareñas oscilan entre la lástima y el rechazo, entre la sobreprotección y la falta de estimulación adecuada, la derivación de las vivencias sociales necesarias para el desarrollo de la psiquis del niño es lo que comúnmente sucede en los hogares de los discapacitados; se producen cambios también en los acontecimientos de la vida diaria , cambios en la interrelación de los miembro con otros de las comunidad y la necesidad de cuidados y servicios especiales.

Esta alteración en la dinámica familiar influye negativamente en la formación de modelos morales, así como en el desarrollo de su personalidad, teniendo en cuenta que la actitud que los padres asumen determinará la estabilidad y seguridad cuando existe un equilibrio entre las relaciones familiares con las sociales.

Por esta razón el trabajo con las familias de estos menores es tan importante para un mejor entendimiento de

su problemática y poder ayudarlo a buscar vías para solucionar sus problemas y puedan cumplir con éxito su función educativa.

La necesidad de que la familia dedique esfuerzos a la formación de los hijos está dada porque los sentimientos de amor hacia la pareja, amor filial, maternidad, paternidad, hermandad, amistad y sobre todo los modelos morales, encuentran su forma de desarrollo dentro de la familia, en tanto satisfacen sus necesidades biológicas y espirituales, ejercen una poderosa y positiva influencia emocional sobre los infantes, tanto para niños comunes como para niños con algún tipo de deficiencias.

La actitud de los padres con hijos con necesidades educativas especiales determina la seguridad y la estabilidad, cuando las relaciones familiares armonizan con las sociales; la estabilidad familiar estable, bien estructurada es la fuente de conocimiento de la cual se nutren los niños para conformar los patrones culturales primarios que rigen la actividad de estos. Si por el contrario en su fuente primaria, las condiciones socio sicológicas son inapropiadas, las posibilidades de una formación integral y estables sería precaria.

Lo antes expuesto se sintetiza en las palabras de Caparás, cuando refiere: "El valor educativo de la familia depende entonces de la calidad de sus miembros, de las relaciones que en ellas se den, el clima psicológico que se establezca del modo de vida que ella presente". (2)

La familia juega un papel fundamental en el desarrollo educativo del niño retrasado mental leve ya que aquí encuentran un

verdadero equilibrio personal de los padres para ayudarlos en su desarrollo. El hogar funciona como una escuela donde el niño aprende a vivir, a convivir, querer, odiar, atacar, defenderse, comprender al otro, aprender quienes somos, cómo se llaman, cómo deben hacer para evitar situaciones engorrosas.

La relación de los adultos o padres a las actividades de sus hijos y la aceptación de estos es muy importante para la educación de un niño con necesidades educativas especiales.

Un niño con necesidades educativas especiales debe ser comprendido y aceptado por sus padres y demás miembros de la familia pues en ello se inicia la educación, es la que da el marco propicio para su desarrollo personal, especialmente porque es el más frágil y limitado en sus necesidades y por tanto más necesitado de ternura y comunicación, no sólo verbal, si no un ambiente inmediato.

Tampoco el niño debe sentirse por ello más débil que los demás miembros de su familia, más incapacitado, los padres deben lograr que se sientan igual que los demás.

Todo esto implica la gran responsabilidad que tiene el hogar, es donde se crea y se fomenta todos los patrones educativos de los niños, es por esto que los padres juegan un papel fundamental en la educación de sus hijos, porque todo niño es el reflejo de sus padres. El niño con necesidades educativas especiales va a comportarse de acuerdo con la educación recibida en su casa.

LA ESCUELA Y SU PAPEL EN LA PREPARACIÓN DE LOS PADRES CON HIJOS (AS) CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES PARA PROMOVER UN APRENDIZAJE DESARROLLADOR.

La caracterización de la familia del escolar constituye un elemento importante para el trabajo de la escuela y por tanto del maestro, que le permite ubicar al alumno dentro de un contexto concreto, del que se derivan importantes influencias educativas que pueden ser aprovechadas por el docente para potenciar su propio trabajo. En el caso de que existan problemas familiares que afecten al escolar, el conocimiento de estos por el maestro le permite laborar estrategias individualizadas que compensen en lo posible las carencias materiales y afectivas del niño con necesidades educativas especiales.

Es importante que el maestro y la familia del escolar conozcan las características de sus intereses, preocupaciones y sentimientos. Hay niños que por lo general fracasan en la escuela porque no tienen amigos y estudian mal, no logran hacer sus tareas. Este fracaso provoca preocupaciones por parte de los padres que muchas veces no saben como ayudar a sus en el desarrollo de su aprendizaje pedagógico, no saben como guiarlos en la realización de sus tareas escolares. Es aquí donde el maestro debe intervenir de tal forma que establezca una adecuada relación maestro – padres para reconocer las causas que engendraron los problemas de los niños, aquí se intercambian ideas, se aconsejan a los padres como se debe actuar, para ello es necesario que el maestro tenga una adecuada preparación pedagógica y conozca las características individuales del niño con el que va a trabajar.

Con relación al niño o escolar el maestro debe buscar las vías de

estimulación, que estas no sólo se realicen en la escuela sino fundamentalmente en el hogar. Los padres deben tener paciencia y métodos que deberá propiciar el maestro para estimular el aprendizaje del niño en la realización de sus tareas escolares.

Cuando existe comunicación y colaboración entre los padres y la escuela, cuando la escuela trabaja junto con la familia para apoyar el aprendizaje, los alumnos tienden a ser más exitosos, no sólo en los estudios sino en actividades cotidianas.

Más de 30 años de investigación en la temática han demostrado que la participación de los padres en la educación de sus hijos mejora el aprendizaje de los alumnos, es más lo que distingue a un niño con necesidades educativas especiales de aprendizaje promedio con respecto a su capacidad de otro niño que aprende con más dificultad pero con el mismo diagnóstico en su desempeño académico es el interés continuo, el involucrarse y la participación de los padres.

El maestro debe trabajar siempre en unión con los padres posibilitando su participación directa en la tome de decisiones que atañen a sus hijos y evitar que valoren negativamente a los mismos. Los padres deben ser los estimuladores constantes de los hijos sin llegar a crear en ellos sentimientos de superioridad.

Por eso es importante que el maestro se de a la tarea de impulsar junto con los demás especialista de la escuela, un espacio de retroalimentación, análisis de experiencia y la elaboración de propuestas entre los padres contribuyendo a la no segregación de los niños, ni a la estigmatización de la

diferencia sino por lo contrario a la identificación de potencialidades en sus hijos con retrasos mentales, como eje rector para compensar sus deficiencias y dificultades, desarrollar un trabajo creativo – productivo en aras de un aprendizaje pedagógico más efectivo.

El trabajo con los padres resulta primordial para poder establecer la estimulación del aprendizaje del niño con necesidades educativas especiales el hogar y en la escuela, ya que se conocen que estos se desmotivan con facilidad y prestan muy poco interés por las cosas, por lo que la estimulación tiene que ser mayor y ambas deben de ser acordes en correspondencia con el grado de captación del niño.

Reconocer en la familia una cultura específica e incluso diferente a la de los maestros y especialistas da la posibilidad de comprender que muchas de las dificultades que tienen los niños se dan por la ausencia de relaciones entre la vida del alumno y los contenidos y formas que adopta la práctica regular docente, por consiguiente el papel del profesional o maestro es lograr que los padres se involucren en las actividades escolares y extraescolares de apoyo educativo, revaloren ideales, costumbres y la manera en que guía al alumno a comportarse, pensar y sentir. Todo esto es parte de un aprendizaje pedagógico más desarrollador.

Cuando hablamos de aprendizaje pensamos sobre todo en la adquisición de conocimientos. Muchos padres desean que sus hijos adquieran gustosa y fácilmente conocimientos, sino ocurre así, lo presionan, lo regañan, sin darse cuenta que al mismo tiempo están

creando en el niño un ambiente de rechazo y miedo por el constante temor de no aprender, esto es muy común verlo en niños con necesidades educativas especiales, por eso es de vital importancia orientar a los padres a organizar mejor el aprendizaje pedagógico de los hijos y capacitarlos para que comprendan mejor los fracasos y las dificultades de los niños en su aprendizaje y a no juzgarlos de insuficientes.

Para el éxito del aprendizaje pedagógico en estos niños es necesario una atención concentrada en el estudio y una disposición afectiva favorable, tanto de los padres como del maestro. Ambos influyen provechosamente sobre el tiempo y la energía necesaria para aprender y conducen a un saber duradero. Para que esto se logre es necesario crear una atmósfera de alegría en el aprendizaje tanto en la escuela como en el hogar. Al respecto Vigostky dijo: “Aprender es tener experiencia, adquirir experiencia” (7)

El proceso de la enseñanza del aprendizaje pedagógico, posibilita en el niño, la apropiación activa y creativa de los conocimientos básicos, desarrolla el auto perfeccionamiento constante de su autodeterminación en íntima relación con los procesos de socialización, lo hace independiente, seguro de sí mismo y de sus conocimientos.

Aprender significa de un modo u otro interactuar, comunicarse con otros, apoyarse en ellos para construir y perfeccionar los propios conocimientos. De una comunicación interpersonal óptima se posibilita una estrecha relación entre el proceso de enseñanza y el aprendizaje pedagógico. Este tiene un carácter

social que se refleja en dos direcciones fundamentales: con relación a los contenidos asimilados por parte de los alumnos y la experiencia social brindada por los padres. Para favorecer un ambiente de colaboración en el proceso de enseñanza – aprendizaje, el maestro debe dirigirse esencialmente a recompensar en nuevas formas de metodología activa, que propicie el diálogo y la reflexión entre los padres, los hijos y los maestros, partiendo del conocimiento de las características personales de cada uno de los niños, lo cual apunta a ser capaz de conocer los ritmos de aprendizaje del niño, que pueden estar dados por las deficiencias en el aprovechamiento escolar y el bajo rendimiento docente, que son más típicos de los con necesidades educativas especiales esto se debe a su limitación en su desarrollo intelectual, en la carencia de intereses cognoscitivos y por la falta de motivación ante el estudio.

ALTERNATIVA DE ACTIVIDADES ENCAMINADAS A LA ORIENTACIÓN FAMILIAR

• Explicar a los padres las particularidades psicológicas y pedagógicas de sus hijos (as),

• Capacitar a los padres para que formen hábitos de estudio en sus hijos (as),

• Lograr que los padres mediante la estimulación formen en sus hijos (as) intereses amplios y específicos dirigidos hacia la actividad docente,

• Capacitar a los padres para que orienten profesionalmente a sus hijos (as),

• Orientar a los padres en las diferentes dificultades que tienen sus hijos (as) en el aprendizaje,

• Orientar a los padres de una adecuada convivencia familiar para desarrollar las

potencialidades del niño (a).

DEFINICIÓN DE CONCEPTOS FUNDAMENTALES

Orientación familiar: Es un proceso de ayuda para el mejoramiento humano de quienes integran la familia, fundamentalmente en todo aquello que hace referencia a la educación familiar.

Educación familiar: Sistema de influencias pedagógicas conscientes y planificadas, dirigidas a los padres y a otros familiares encaminadas a elevar su preparación pedagógica y a estimular la participación activa en la formación de sus descendientes.

Modo de vida familiar: Conjunto de formas típicas de actividad vital que realizan a diario los integrantes de la familia, de las relaciones que establecen entre sí y con su entorno ¿, mediante las cuales se apropian de determinadas condiciones de vida objetivas y subjetivas en el marco de una formación económico social determinada.

Comunicación intrafamiliar: Proceso de relaciones intrafamiliar a través del cual se establece el contacto físico mediante el intercambio de información de vivencias afectivas.

Estilo de relación: Formas individuales y peculiares que tienen los padres al relacionarse con los hijos de manera que lo caracterizan.

Satisfacción de necesidades espirituales: Satisfacción de la espiritualidad del hombre, es decir la esfera afectiva, los sentimientos, todo el contexto de las relaciones interpersonales, como una ética humanista relacionada con los valores del individuo.

Dinámica familiar: Función integral del sistema familiar, donde se establece la interacción e interrelación entre todos y cada uno de sus miembros.

Disfunción familiar: Las afectaciones de la dinámica familiar que interfieren las manifestaciones de la familia, afectando la responsabilidad educativa que a esta le compete sobre sus hijos.

Vinculación hogar - escuela: Nivel adecuado de coherencia entre los objetivos, métodos y procedimientos educativos que se establecen entre la escuela y la familia del escolar, con marcas referenciales armónicamente si, donde se refuercen mutuamente las normas de conductas, patrones de actuación, valores éticos y humanos que configuran paulatinamente la personalidad del escolar.

Estimulación educativa: sistema de actividades educativas que se encaminan a promover el aprendizaje del escolar tanto intelectual como afectivo.

ESTRUCTURA FAMILIAR.

4.1. ALIANZAS Y COALICIONES

4.2. SUBSISTEMAS Y CLASES DE LIMITES

- Subsistemas: Conyugal, Parental, Filial, Fraternal

- Límites: Rígido, Difuso, Claro

4.3. REGLAS FAMILIARES

* Reglas Reconocidas

* Reglas Implícitas

* Reglas Secretas

4.4. MITO FAMILIAR

4.5. FUNCIÓN PROTECTORA DEL SÍNTOMA

[pic]

Las técnicas tradicionales de salud mental se originaron en una fascinación producida por la dinámica del individuo. Esta preocupación condujo a los terapeutas a concentrarse en la exploración de la vida intra psíquica. Como consecuencia inevitable, las técnicas de tratamiento basadas en esta concepción se concentraron, exclusivamente, en el individuo, aislado de su medio. Entre el individuo y su contexto social se erigió una frontera artificial.

Al ser tratado de forma aislada, era inevitable que las

observaciones, y por consiguiente el material encontrado, se centrara en el individuo. Por ello, se llegó a concebir al individuo como el "asiento de la patología".

El tratamiento de la familia aporta una nueva perspectiva: relaciona el comportamiento disfuncional con la red de interacciones producidas en el seno familiar y la considera como una unidad bio-psico-social-espiritual. Este abordaje terapéutico de la familia en su totalidad ha supuesto un paso más en la evolución de la psicopatología mental, ya que trastornos que no mejoraban mediante tratamientos individuales, han podido resolverse con la aplicación de esta terapia.

La terapia familiar es un cuerpo de teoría y técnicas que estudian al individuo en su contexto social. La terapia basada en este marco de referencia intenta modificar la organización de la familia. Cuando se transforma la estructura del grupo y familiar, se modifican consecuentemente las posiciones de los miembros en ese grupo. Como resultado de ello, se modifican las experiencias de cada individuo. El terapeuta familiar posee un tronco más amplio y una mayor flexibilidad, lo cual aumenta las posibilidades de intervención terapéutica.

El terapeuta familiar no se limita a la interacción de la familia tal como ha sido internalizada, por ejemplo, por el niño, sino que puede experimentar por sí mismo la forma en que los miembros de la familia se sostienen y califican mutuamente. Desarrolla entonces una teoría interaccional para explicar el fenómeno que observa.

Carlos Sluzki define la FAMILIA como un conjunto

en interacción, organizado de manera estable y, estrecha en función de necesidades básicas con una historia y un código propios que le otorgan singularidad; un sistema cuya cualidad emergente excede la suma de las individualidades que lo constituyen.

Hall, Fagen, Mara Selvini, etc., coinciden en afirmar que la familia es un sistema abierto, compuesto de elementos humanos que forman una unidad funcional, regida por normas propias, con una historia propia e irrepetible y en constante evolución.

El crecimiento de una familia se produce por la relación de sus miembros entre sí y con otros sistemas ajenos a ella, en una cadena sin fin de informaciones y retroalimentaciones.

Las funciones de la familia sirven a dos objetivos distintos, uno interno y el otro externo:

a) La protección psico-social de sus miembros (interno)

b) La acomodación y transmisión de una cultura (externo)

a) En todas las culturas, la familia imprime a sus miembros un sentimiento de identidad independiente. La experiencia humana de identidad posee dos elementos: un sentimiento de identidad y un sentido de separación.

El sentimiento de la identidad de cada miembro se encuentra influido por su sensación de pertenencia a una familia específica. El sentido de separación y de individuación se logra a través de la participación en diferentes subsistemas familiares en diferentes contextos familiares, al igual que a través de la participación en grupos extra familiares. El niño y la familia crecen en conjunto, y la acomodación de la familia a las necesidades

del niño delimita áreas de autonomía que él experimenta como separación.

b) Aunque la familia es matriz del desarrollo psicosocial de sus miembros, también debe acomodarse a la sociedad y garantizar alguna continuidad a su cultura. Esta función social ha sido fuente de ataques contra la familia por movimientos contraculturales.

La familia, como sistema, opera a través de pautas transaccionales, las cuales al repetirse establecen la manera, el cuando y el con quién relacionarse, reforzando de este modo el sistema.

De este modo, el sistema se mantiene ofreciendo resistencia a todo cambio, más allá de cierto nivel, con el fin de conservar las pautas, preferidas tanto tiempo cuanto le es posible. Toda desviación que se aleje del umbral de tolerancia del sistema suscita una serie de mecanismos homeostáticos que restablecen el nivel habitual. Aparecen, por tanto "requerimientos de lealtad familiar y maniobras de culpabilidad".

Sin embargo, la familia debe responder a cambios internos y externos para poder encarar nuevas circunstancias sin perder la continuidad. Por eso una familia se transforma con el correr del tiempo adaptándose y reestructurándose para poder seguir funcionando .

La familia posee una complejidad y originalidad propia, con unas peculiaridades que no son equiparables a las de sus miembros, considerados aisladamente ("el todo es más que la suma de las partes"). Cualquier cambio en un elemento influye en todos los demás y el todo volverá a influir en los elementos haciendo que el sistema se torne diferente

(totalidad). Se rige por reglas que sólo tienen validez y sentido en su seno (identidad). Vive de las interrelaciones entre sus miembros, consideradas como circulares. La causalidad circular, diferente de la lineal, incide en la observación y comprensión de las relaciones presentes entre los miembros de una familia.

Se autorregula con la compensación de los fenómenos contrarios: homeostasis y cambio. Quiere esto decir que las realimentaciones pueden ser negativas o positivas. Las primeras anulan o atenúan el impulso al cambio, favoreciendo la homeostasis. Las segundas amplían y refuerzan los estímulos para cambiar, favoreciendo el crecimiento y la transformación (morfogénesis).

Posee un orden jerárquico que permite la viabilidad del grupo, mediante sus propias funciones y estructura, gobernadas en último término por el principio de equilinalidad

El concepto de ESTRUCTURA describe la totalidad de las relaciones existentes entre los elementos de un sistema dinámico. La estructura familiar es el conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia. 0 dicho de otro modo: el conjunto de demandas funcionales que indica a los miembros como deben funcional. Así pues, una familia posee una estructura que puede ser vista en movimiento.

En respuesta a las demandas habituales, la familia activará preferentemente algunas pautas transaccionales alternativas cuando las condiciones internas o externas de la familia exijan su reestructuración. De este modo, la familia se adaptará al

"stress" de modo que mantenga su continuidad a la vez que posibilite su reestructuración.

La familia normal no puede ser distinguida de la familia, anormal por la ausencia de problemas; por lo tanto, el terapeuta debe disponer de un esquema conceptual del funcionamiento familiar que lo ayude a analizar a una familia. Podemos adelantar que la etiqueta de patología debe reservarse a las familias que frente a las tensiones incrementan la rigidez de sus pautas límites transaccionales y evitan o resisten toda exploración de variantes. En estas familias el terapeuta debe convertirse en el actor del drama familiar, incorporándose a las coaliciones existentes para modificar el sistema y desarrollar un nivel diferente de homeostasis. Sin embargo, un gran número de familias que se incorporan a la terapia deberían ser consideradas y tratadas como familias corrientes en situaciones transaccionales, que enfrentan las dificultades de acomodación a nuevas circunstancias. En estas familias el terapeuta confía en la motivación de la familia como camino para la transformación.

La estructura familiar no constituye una entidad inmediatamente observable por parte del observador. Los datos del terapeuta y su diagnóstico se logran experimentalmente en el proceso de asociarse con la familia. El terapeuta analiza el campo transaccional en el que se relaciona con la familia, para lograr así un diagnóstico estructural.

El terapeuta, al mismo tiempo que responde a los acontecimientos que se producen en la sesión, realiza observaciones y plantea

interrogantes. Comienza señalando los límites y pautas transaccionales" para elaborar hipótesis acerca de cuáles son las pautas operativas y cuales no. Comienza, así, por establecer un MAPA FAMILIAR

Un mapa familiar es un esquema organizativo. Constituye un dispositivo simplificador muy útil, que le permite al terapeuta organizar el material de diverso tipo que obtiene.

El mapa le permite formular hipótesis acerca de las áreas en el seno de la familia que funcionan correctamente y acerca de otras áreas donde no ocurre lo mismo. También lo ayuda a determinar los objetivos terapéuticos. Al igual que el antropólogo, el terapeuta estructural de familia recurre a un mapa para organizar los datos que recoge.

4.1 ALIANZAS Y COALICIONES

Por "alianza" se entiende la unión y el apoyo mutuo que se dan, entre sí, dos personas. La alianza supone compartir intereses sin estar dirigida contra nadie.

La "coalición", en cambio, es la unión de dos miembros contra un tercero. Es un acuerdo de alianzas establecido para mutuo beneficio de los aliados frente a un tercero. La coalición divide a la tríada en dos compañeros y un oponente.

4.2 SUBSISTEMAS Y CLASES DE LIMITES

A) SUBSISTEMAS

El sistema familiar se diferencia y desempeña sus funciones a través de sus subsistemas". Los individuos son subsistemas en el interior de una familia. Las díadas, como la de marido-mujer, madre-hijo o hermano-hermana, pueden ser subsistemas. Los subsistemas pueden ser formados por generación, sexo, interés o función. Cada individuo pertenece a diferentes subsistemas en los

que posee diferentes niveles de poder y en los que aprende habilidades diferenciadas.

Así, por ejemplo, el "subsistema conyugal" ( matrimonio), se constituye cuando dos adultos de sexo diferente se unen con la intención expresa de constituir una familia. La pareja debe desarrollar pautas en las que cada esposo apuntala la acción del otro en muchas áreas. Deberán ceder parte de su individualidad para lograr un sentido de pertenencia.

El "subsistema parental" (padres), se constituye al nacer el primer hijo. El funcionamiento eficaz requiere que los padres y los hijos acepten el hecho de que el uso diferenciado de autoridad constituye un ingrediente necesario del subsistema parental. Ello se convierte en un laboratorio de formación social, para los niños, que necesitan saber cómo negociar en situaciones de poder desigual.

El "subsistema fraterno" (hermanos), es el primer laboratorio social en el que los niños pueden experimentar relaciones con sus iguales. En el mundo fraterno, los niños aprenden a negociar, cooperar y competir.

SUPRASISTEMA: Engloba los sistemas con los que la familia mantiene contacto. El sistema familiar que hemos descrito se relaciona con otros según su capacidad para dar y recibir información.

El suprasistema incluye la familia de origen, el colegio, el trabajo, los amigos, las asociaciones de todo tipo, etc. Las informaciones que produce enriquecen el sistema familiar y contribuyen a su crecimiento.

B) CLASES DE LÍMITES

Los "límites" de un subsistema están constituidos por las reglas que definen quiénes

participan, y de qué manera. La función de los límites reside en proteger la diferenciación del sistema.

Así, por ejemplo, cuando la madre (M) le dice a su hijo mayor (H): "No eres el padre de tu hermano; si anda en bicicleta por la calle, dímelo y yo lo haré volver, pero no vuelvas a gritarle", el límite del subsistema parental queda definido de forma clara (es la madre la que va a ejercer la función ejecutiva: "yo lo haré volver"). Gráficamente tenemos:

M (subsistema parental ejecutivo) --- H (subsistema fraterno)

Si el subsistema parental incluye un hijo en "rol parental" (HP), el límite queda definido por la madre, por ejemplo, al decir al niño: "Hasta que vuelva del almacén, Ana se ocupa de todo":

MYHP (subsistema ejecutivo) hijos (subsistema fraterno)

Para que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas deben ser claros. La claridad de los límites en el interior de una familia constituye un parámetro útil para la evaluación de su funcionamiento. Deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros de los subsistemas el desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas, pero también deben permitir el contacto entre los miembros del subsistema y los otros.

Es posible considerar a todas las familias como pertenecientes a algún punto situado entre un continuum cuyos polos son los dos extremos de "límites difusos", por un lado, y de "límites rígidos", por el otro. La mayor parte de las familias se incluyen dentro del amplio espectro normal.

Gráficamente, los

tres tipos de límites, se representan:

* límite CLARO --- Límite claramente definido

* límite DIFUSO --- Límite permeable

* límite RÍGIDO --- Límite no permeable

La familia con límites difusos recibe el nombre de "familia aglutinada"; la familia con predominio de límites rígidos, se llamará "familia desligada".

Los miembros de familias aglutinadas (límites difusos) pueden verse perjudicados en el sentido de que el exaltado sentido de pertenencia requiere abandono de la autonomía. La conducta de un miembro de la familia afecta de inmediato a los otros y el stress individual repercute intensamente a través de los límites y produce un rápido eco en otros subsistemas. Así pues, la familia aglutinada responde a toda variación en relación con lo habitual con una excesiva rapidez e intensidad.

Los miembros de familias desligadas (límites rígidos) pueden funcionar en forma autónoma, pero poseen desproporcionado sentido de independencia y carecen de sentimientos de lealtad y pertenencia y, de requerir ayuda mutua cuando la necesitan. Estas familias toleran una amplia gama de variaciones individuales entre sus miembros. El stress que afecta a uno de sus miembros no atraviesa los límites inadecuadamente rígidos. Así, pues, la familia desligada tiende a no responder cuando es necesario hacerlo.

Por tanto, las operaciones en los extremos del continuo señalan áreas de posible patología. El terapeuta debe operar como un delineador de límites, que clarifique los límites difusos y abra los límites excesivamente rígidos.

4.3 REGLAS

FAMILIARES

JACKSON caracteriza a la familia como un sistema gobernado por reglas. Las reglas son "formulaciones hipotéticas elaboradas por un observador para explicar la conducta" observable de la familia.

La regla es una inferencia, una abstracción, una "metáfora" por la que el observador abarca la redundancia que observa.

El concepto más simple y claro que puede darse de las "reglas" es que son acuerdos relacionases que prescriben o limitan los comportamientos individuales en una amplia gama de áreas comportamentales, organizando su interacción en un sistema razonablemente estable".

Hay, por ello, un "acuerdo" para obrar de un determinado modo, lo cual no quiere decir que esto sea tan consciente como puede parecer al exponerlo de este modo. La mayoría de las veces se trata de un acuerdo que no goza de las características de ser consciente y, aunque parezca paradójico, muchas veces tal acuerdo no es conocido ni por los mismos participantes. Lo van construyendo como fruto de ajustes que facilitan el mantenimiento de una "homeostasis familiar", que de otro modo quedaría comprometida.

En la familia que comienza no hay reglas establecidas. Cada miembro componente de la misma aportará, a lo sumo, sus propias experiencias y sus propios modelos de intercomunicación según los esquemas aprendidos o elaborados en el sistema familiar de origen; pero esto no bastará para todo lo que ahora han de ir estructurando.

Este conjunto de reglas o leyes con que se va construyendo el sistema familiar a lo largo del tiempo y a través de inevitables

reajustes por tanteo y error, es semejante al programa de un calculador. En la familia puede ser observado tal funcionamiento en términos de aquí y ahora. El descubrimiento de las reglas que rigen la vida de un sistema familiar es obra que requiere una larga y cuidadosa observación, semejante a la que tendría que poner en práctica el desconocedor del juego del ajedrez, por ejemplo, que tratase de ver cuáles son las reglas que ponen en practica dos jugadores a lo largo de una partida.

Las reglas las podemos clasificar en tres categorías:

A) Reglas reconocidas (rr):

Son reglas que se han establecido explícitamente y de manera directa y abierta. Comprenden acuerdos en distintas áreas, tales como normas de convivencia, asignación de tareas, responsabilidad de ciertos papeles, expresión de necesidades personales, etc

B) Reglas implícitas (ri):

Estas reglas constituyen funcionamientos sobreentendidos acerca de los cuales la familia no tiene necesidad de hablar de modo explícito. Se dan en la dinámica de la familia, aunque no se han verbalizado.

C) Reglas secretas (rs).

Estas son las más difíciles de descubrir al estudiar una familia. Son modos de obrar con los que un miembro, por ejemplo, bloquea las acciones de otro miembro; son actos que tienden a desencadenar actitudes deseadas por quien manipula el resorte que los provoca. Así, por ejemplo, en una familia la regla secreta establece que una conducta dé autonomía e independencia en la hija vaya seguida por una queja psicosomática de la madre y esto conlleve una mayor implicación

del padre en la casa.

4.4 MITO FAMILIAR

El concepto de "mito familiar" ha sido desarrollado fundamentalmente por FERREIRA. Por mito familiar entiende "un número de creencias bien sistematizadas-y compartidas por todos los miembros de la familia respecto de sus roles mutuos y de la naturaleza de su relación". Estos mitos familiares contienen muchas de las reglas secretas de la relación; reglas que se mantienen ocultas, sumergidas en la trivialidad de los clichés y las rutinas del hogar.

Aunque para un observador puedan parecer evidentes falacias de la realidad familiar, estas creencias organizadas en cuyo nombre la familia inicia, mantiene y justifica muchas pautas interaccionales son compartidas y apoyadas por todos los miembros como si se tratara de verdades a ultranza más allá de todo desafío o investigación.

El mito da a cada miembro un rol que es aceptado por todos y cuyo desafío se convierte en verdadero "tabú".

El mito prescribe atributos a cada uno de los miembros de la familia. Así, por ejemplo, en una familia, el marido debe llevar a la esposa en auto dondequiera que ella necesite ir (a menudo en detrimento de las actividades comerciales del marido), porque ella no sabe y tampoco se interesa en aprender a conducir. Aunque ésta pauta se ha mantenido desde que se casaron hace quince años, la esposa la explica en términos de que "es torpe para la mecánica", un juicio que su marido apoya y corrobora.

En términos de la relación, los mitos familiares tienen un valor económico muy preciso. En su manifestación implícita, son

verdaderos programas de acción que ahorran cualquier pensamiento o elaboración posterior.

Parece ser que en el contexto de la relación familiar, para cada rol individual definido existe un contra-rol oculto en la persona de otro o de otros miembros de la familia. Así, en el ejemplo anterior, el mito de que la madre era torpe para la mecánica llevaba implícita la manifestación de que, de hecho, algún otro miembro de la familia "no lo era". Cuando una familia le adjudica a uno de sus miembros el título de "paciente", automáticamente le confiere a uno o más de los otros miembros la etiqueta opuesta de "no paciente". Y, en la misma medida en que lo primero implica un rol, lo segundo implica lo que debemos llamar un contra-rol, que afirma y complementa al otro.

Los mitos no son, por supuesto, una exclusividad de las familias patológicas. Probablemente estén presentes en todas las familias y pareciera ser que, aún en la relación familiar más sana, es necesaria una cierta dosis de mitología para mantener una serena operatividad. Sin embargo, parece ser que los mitos son más obvios e inalterables y tal vez más abundantes y profundos en las relaciones patológicas.

El origen de la mayoría de los mitos se suele perder en el comienzo de la relación. Algunos mitos parecen haber sido transferidos de generación en generación; es posible que la asignación de un rol implicado en el mito familiar juegue algún papel en la elección y aceptación de la parea. El mito

familiar tiende a formar parte de la "imagen interna" de la familia y expresa la

forma en que es percibido, no tanto por los demás, como por sus miembros, desde adentro.

STIRLIN clasifica los mitos en tres grupos:

A) Mitos de armonía:

Presentan un cuadro rosáceo de la vida pasada y presente de la familia. Intentan hacer ver a los otros que son "familias felices".

B) Mitos de perdón y expiación:

Estos mitos tienen una estructura en la que una o más personas (vivas o muertas) son las únicas responsables de la situación en la que se encuentra la familia.

C) Mitos de rescate:

La base de este mito está en la creencia de que todo sufrimiento, así como cualquier injusticia presente en la vida familiar e individual, puede ser borrado y alejado por la beneficiosa intervención de un persona omnipotente. Se espera que esa persona logre en sus vida las metas que no pudo alcanzar un padre, hermano o abuelo.

En cuanto a desvelar un mito familiar, la cuestión es sumamente interesante para el terapeuta. Puesto que el mito funciona con el fin de mantener la relación y de preservar su naturaleza, el asunto es extremadamente delicado para la familia y requiere la mayor delicadeza y discreción de parte del terapeuta, ya que una insistente tentativa de revelar la verdad detrás del mito corre el riesgo de producir resultados insospechados.

El mito no es un producto diádico, sino colectivo, o más bien es un fenómeno sistémico, piedra angular para el mantenimiento de la homeostasis del grupo que lo ha producido. Actúa como una especie de termostato que entra en funcionamiento cada vez que las relaciones familiares corren peligro

de ruptura, desintegración y caos. Por otra parte; el mito en su contenido, representa a veces un alejamiento grupal de la realidad, alejamiento que ya podemos llamar patología".

4.5 FUNCIÓN PROTECTORA DEL SÍNTOMA

Si un niño presenta una conducta problemática, queda singularizado dentro de la familia como una fuente especial de preocupación para los padres, que se ven envueltos en una lucha para modificarlo. El niño puede tener un síntoma cualquiera dentro de una amplia variedad (terrores nocturnos dolores de cabeza, piromanía, enuresis), pero sean cuales fueran sus dificultades, su conducta perturbada mantiene a los progenitores involucrados en el intento de ayudarlo y cambiar su comportamiento.

Un progenitor puede tener problemas en su trabajo, roces con sus parientes o enfrentar una amenaza de separación de su cónyuge, pero la pareja dejará de lado sus propios problemas, al menos temporalmente, para asistir a su hijo o controlarlo. Procurarán superar sus propias fallas y mantenerse unidos con el objeto de ayudar al chico. En tal sentido, la conducta perturbada de este último es beneficiosa para los padres, ya que les da un respiro en sus tribulaciones y una razón para vencer sus dificultades. Ya sea que la conducta del niño genere la solicitud, protección o castigo de sus progenitores, hace que la inquietud de estos se centre en él y que se vean a sí mismos como padres de un niño que los necesita, en lugar de verse como individuos abrumados por dificultades personales, económicas o sociales. En este sentido, el niño cumple en

su familia el papel de benefactor o protector solícito de los demás.

La conducta problemática de los niños puede servirles a los padres de maneras muy específicas. Por ejemplo, un niño puede desarrollar un problema que obligue a su madre a permanecer en su casa para cuidarlo, con la consecuencia de que la madre no deberá enfrentarse con la búsqueda de un trabajo.

El problema del niño ofrece al progenitor una excusa conveniente para eludir situaciones desagradables. Si cuando el padre vuelve a su casa turbado y preocupado el hijo se porta mal, en vez de seguir preocupado por su trabajo el padre puede descargar su enojo contra el chico; el mal comportamiento del niño es útil para él. Además, haciendo que su padre se enoje con él, le ahorra a su madre tener que ayudar a su marido, ya sea compadeciéndose de sus problemas o discutiendo con él. De este modo, pues, el niño ayuda a sus dos progenitores.

Esto no significa que el niño planee deliberadamente proteger a los padres suscitando su preocupación. No se puede afirmar, que para entender todos los síntomas de los niños lo mejor es considerarlos desde el punto de vista de su función protectora. A veces un problema presentado es resultado de la negligencia o de un padecimiento físico. A veces, también, el elemento protector se pierde en la tiranía que el niño impone a sus padres. Pero ya sea que se vea en el niño sintomático a un protector o a un tirano, lo cierto es que su conducta perturbada cumple en la familia una función útil, aunque infortunada.

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