Fragilidad emocional

ENSAYO FRAGILIDAD EMOCIONAL, PSICOLOGIA

Santiago, 15 de junio, 2015.

Introducción

Todos los seres humanos nos hemos visto enfrentados a alguna situación de fragilidad emocional desde que somos pequeños, o más bien, desde que empezamos a construir nuestra “inteligencia emocional” la cual es a base de experiencias. Cuando entramos al pre escolar ninguno se preocupa de cómo se ve el niño que está al lado, qué pensarán de nosotros, cómo se siente el resto del curso, etc. Porque en esa etapa nuestra experiencia emocional es demasiado básica como para fijarnos en esos detalles.

A medida que crecemos nos vamos enriqueciendo de experiencias de todo tipo, malas y buenas, y con ellas vienen los estereotipos y paradigmas sociales que inevitablemente forman parte de nosotros los cuales son los que nos definen (entre otras cosas más personales, por supuesto) para bien o para mal.

Todo depende de nuestro desarrollo emocional desde pequeños, de los estímulos que se nos den a temprana edad. No podemos excluir a la sociedad de este importante proceso ya que cumple un rol indispensable en cada una de nuestras vidas en todos los aspectos.

Si nos fijamos bien, a las niñas de la sociedad chilena les enseñaban desde muy pequeñas a que tenían que ser madres, limpiar, cocinar y que lo ideal es que fueran unas muy buenas dueñas de casa, y le correspondieran al marido cuando él lo estimara conveniente, lo cual les dejaba muy pocas opciones de vida fuera de la comodidad del hogar. Esto podría ser un ejemplo claro de un mal desarrollo de inteligencia emocional lo cual provocaría la Fragilidad Emocional.

Fragilidad emocional

El ser humano está en una constante búsqueda de conseguir la superación propia: estudiar lo que nos gusta, conseguir un buen empleo, encontrar el amor correspondido, estabilidad económica, etc. Esta tarea nos lleva a tener un ritmo de vida acelerado, superficial y competitivo, lo cual parece inofensivo a simple vista pero; ¿Qué sucede con el equilibrio emocional? Generalmente no tomamos atención a lo que sucede con nuestras emociones y cómo estas nos afectan. Es muy importante saber reconocer nuestros sentimientos para así lograr que se den a nuestro favor y tener mejores resultados como también para que nos ayuden a controlar nuestra conducta y pensamientos a la hora de enfrentar situaciones en las cuales podríamos tener fragilidad emocional.

En la vida cotidiana estamos sujetos a diversas circunstancias, las cuales debemos encarar de la mejor forma posible; al nacer nuestro cuerpo nos otorga capacidad de adaptación al ambiente, junto con la preocupación de un adulto encargado de satisfacer necesidades básicas. En esta etapa comienza nuestro desarrollo emocional, las emociones son las herramientas que tenemos para disfrutar las experiencias que nos brinda la vida, sin embargo estaremos expuestos a situaciones desconocidas, que escapen de lo rutinario o que simplemente nos hagan sentir vulnerables o en riesgo, y esto es completamente normal, y lo más sano es expresar nuestro sentir frente a aquellas situaciones. Lo que no es sano es comenzar a evitar cada situación que implique sensaciones distintas a las que conocemos por miedo a ser dañado, a sufrir, a quedar “solo”, etc. Lo cual se puede definir como Fragilidad Emocional.

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