Infancias en un mundo adultocéntrico
Florencia RebuccoDocumentos de Investigación2 de Junio de 2023
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Proyecto de investigación | Gutiérrez, Medina y Rebucco
Proyecto de investigación
INFANCIAS EN
UN MUNDO ADULTOCENTRICO
Gutiérrez, Micaela Belén
Medina, Alejandra
Rebucco, Florencia
Nombre de la Asignatura:
Pensamiento Científico e investigación social.
Docente:
Valeria Kinder Roberts
Instituto:
Nueva Escuela de Psicología Social (NEPS)
“Jugar para un niño y una niña es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo para entenderlo”
Francesco Tonucci.
Índice
Tema ………………...………………………………………...……………………..…… Página 4
Introducción …………..…………………………………....…………………………… Página 4
Conceptos …………..…………………………………….....…………………………… Página 4
Marco Teórico …………..…………………………...…………………………..……… Página 4
Contexto histórico. …………..…………………………...……………..... Página 4
Infancia y adultocentrismo ……………………...……………..………… Página 5
El adultocentrismo como forma de poder …………………….……… Página 7
El juego ……………………...…………………………………………………… Página 8
El juguete ……………………...…………………………..……………...…… Página 9
Pregunta Hipótesis …………..…………………………...…………….……………… Página 10
Entrevista …………..…………………………...…………….………………………….. Página 11
Análisis y cruce de datos …………..…………………...…………….……………… Página 19
Palabras Finales ……………………...…………………………………..…..………… Página 20
Presentación del proyecto de intervención ……………………..…..………… Página 21
Bibliografia ……………………...……………………………………………....……..… Página 22
Anexos ……………………..………………………..…..……………………...………… Página 23
Implicancias Personales ………...………………………………………....……..… Página 28
TEMA:
INFANCIAS EN UN MUNDO ADULTOCENTRICO
INTRODUCCIÓN
Algunas infancias son influenciadas y vulnerabilizadas por su inocencia y corta edad, en esta investigación vamos a analizar la relación entre ellas y el vínculo que tienen con las personas adultas en lo que respecta al juego.
Nos parece importante empezar aclarando algunos principales conceptos como lo son: infancias, adultocentrismo y el juego para así, contextualizar la investigación que vamos a llevar a cabo, la que comienza con la pregunta: ¿Cómo afecta el adultocentrismo en el desarrollo del aprendizaje de las infancias en los diferentes juegos y juguetes?
CONCEPTOS
Los mundos infantiles son atmósferas creadas donde se produce un determinado tipo de conocimiento. Juegos, cuentos y dibujos constituyen verdaderos sistemas semióticos. Sin embargo, formas sociales como el adultocentrismo o el género niegan estos espacios mediante prácticas de control que miran la infancia como categoría menos válida que la de adultez y, por lo tanto, con menos criterio o habilidad para dar argumentos o discutir sobre la realidad. Hay que revisar las diferentes perspectivas y beneficios de las actividades infantiles, reconociendo que no solo contribuyen al bienestar psicológico y social de niñas y niños, sino que también favorecen la construcción de la cultura.
MARCO TEÓRICO
Contexto histórico. Ley de Patronato y de Protección Integral
El concepto de niño surge con el romanticismo. Previamente los niños eran considerados seres equiparables a los adultos pero, a diferencia de estos últimos, inacabados. Los espacios eran compartidos sin diferenciación. Esta característica se repetía en todos los estratos sociales, generando situaciones de abuso, iniciación sexual temprana, exposición a situaciones con escasas posibilidades de ser simbolizadas que formaban parte de la cotidianeidad sin ser interrogadas, constituyendo una porción más del universo conocido.
La Ley de Patronato surge en este contexto. Desde 1919 rigió la Ley de Patronato, N° 10.903, conocida también como Ley Agote, por la cual los niños en situación de abandono, riesgo material o moral, víctimas de violencia o en general formando parte de "malas familias", "familias mal constituidas" o, por decirlo de otro modo, familias que no se adecuaran al modelo médico legal, eran considerados menores en situación irregular y, por lo tanto, objetos de tutela por parte del Estado a través del juez que, con su facultad discrecional absoluta venía a ocupar el lugar del padre que no había. Se trató de una forma positivista de instalar institucionalidad, con el objetivo de lograr el control social de la pobreza.
Este modo de intervención deriva en la separación del niño respecto del núcleo familiar, entendido como productor de sus comportamientos, convirtiéndose en alguna forma de institucionalización, que puede ser en hogares sustitutos, en guardas con fines de adopción o en institutos de prevención o corrección tendientes a reparar y reeducar de acuerdo con valores socialmente predominantes acerca de la familia y la vida en sociedad. Se trató de una intervención que, a posteriori puede leerse de carácter estigmatizante, arbitraria, asistencial y a criterio del juez.
Ahora bien, la Convención Internacional de los Derechos del Niño es receptada en la Ley Nacional 23.849 en el año 1990 e incorporada a la Constitución Nacional reformada en el año 1994 en el art. 75 inc. 22, con lo que la Ley Agote entra en definitiva contradicción, ya que desde esta Convención el niño es concebido como persona, sujeto de derechos y, por lo tanto, merecedor de valores como el respeto, la dignidad y la libertad.
Al considerar a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos, se genera el mayor cambio producido por la ley. Reposicionando a la niñez como un sujeto activo en su propia vida, le da centralidad a su deseo, permite recuperar su palabra desde donde es posible construir una nueva noción de derechos quitándole el lugar cosificado y objetualizado que tuviera cuando era considerada objeto de derecho y fuera el juez quién decidiera sobre su destino.
El nuevo paradigma determina las responsabilidades de la familia, la sociedad y el Estado con relación a los derechos universales y especiales por su condición de personas en desarrollo, definiendo lo que se entiende en el marco de la ley como esquema de corresponsabilidad entre todos los actores para el cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia.
En la base de este sistema se encuentran el conjunto de Políticas Públicas Básicas y Universales, que aclara que las medidas necesarias para su pleno desarrollo son educación, salud, desarrollo social, cultura, recreación, juego, participación ciudadana, y la garantía estatal para el pleno acceso a esas políticas, la prioridad en la atención y la vigencia en ellas a lo largo de todo su crecimiento.
Infancia y adultocentrismo
En este contexto, la infancia se ha conceptualizado como un espacio socialmente construido para las personas definidas como niños, una población que comparte misma ubicación etaria y está sometida estructuralmente a la autoridad adulta.
La construcción moderna de la infancia se caracterizó por el intento de disciplinar y controlar a los niños para su moralización y normalización, siempre desde las expectativas del mundo adulto. En coherencia con lo anterior, algunos autores plantean un estilo de organización que otorga al mundo adulto la capacidad de control sobre quienes define como más jóvenes, instituyendo un sistema de dominación llamado adultocentrismo.
El adultocentrismo puede ser comprendido como un reparto de ocupaciones, tiempos y espacios que asientan las capacidades de decisión en roles considerados inherentes al mundo adulto y ubica a los más jóvenes en roles subordinados. La reproducción de este estilo de organización es desplegada a través de mecanismos simbólicos como la universalización, la idealización y la estigmatización, que se traducen respectivamente en la invisibilización de las singularidades y contextos; la limitación de la autonomía producto de una mirada compasiva-protectora; y un tratamiento punitivo para los niños de sectores populares.
También se ha enfatizado en el hecho de que la construcción de infancia depende de las interacciones entre generaciones, pues éstas pueden reproducir o modificar la posición social de los niños en lo que respecta a relaciones de poder.
Si bien en varios análisis se insiste en la idea de que los niños comparten una posición de subordinación en relación al mundo adulto, al mismo tiempo algunos autores destacan que los niños poseen capacidad de agencia en la estructuración de la realidad social. Aceptando previamente, que la realidad social es dialéctica y permanece en constante cambio ya que son conflictos abiertos a la negociación, resulta difícil imaginar un proceso de construcción unidireccional del espacio social denominado infancia.
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