JUAN PABLO II

SOLLICITUDO REI SOCIALIS : PREOCUPACION SOCIAL

JUAN PABLO II (1987)

Esta encíclica creada por el Pontífice Juan Pablo II es una ventana abierta a la realidad social de nuestros días mostrando así sus luces y sus sombras, tiene como factor primordial resaltar la unión de los países para lograr un objetivo común que es la paz ya que para él era el fruto de la solidaridad, también busca el amor y el trabajo en equipo, además de excluir de la sociedad la avaricia, la sed de poder, la ambición, la opresión y la explotación, pero 20 años después el mundo contemporáneo nos demuestra que cada vez es más amplia la diferencia entre los países desarrollados y subdesarrollados, nos damos cuenta que entre el primer mundo y el tercero existen visibles diferencias pero sin embargo en este primer mundo que es el más desarrollado la pobreza abunda, la sed de poder aleja cada vez más la posibilidad de unión y solidaridad entre las personas.

En esta encíclica se da un cambio de enfoque en la doctrina social de la Iglesia. Mientras que anteriormente la preocupación fue la condición de los obreros en los países industrializados, ahora es “la problemática social de la humanidad”. La encíclica omite las referencias clásicas al salario justo, a la libertad sindical, etc., quizás por sabidos. Ahora su preocupación es más amplia y profunda, habla de pobreza y de paro, de vivienda y de alimentos suficientes, de salud y de analfabetismos… preocupaciones que se refieren a zonas más profundas de marginación y exclusión social. Habla de la denuncia profética y asume la opción preferencial por los pobres.

A pesar de que la encíclica habla de la importancia de ayudar a los diferentes pueblos del mundo que no han tenido oportunidades de desarrollo y de que se les pide apoyo a los países más fuertes, es evidente que aún siguen desamparados y alejados de toda posibilidad de oportunidades de superación, siendo el capitalismo el principal protagonista de nuestros tiempos.

Un desarrollo solamente económico no es capaz de liberar al hombre, al contrario, lo esclaviza todavía más. El ser humano es totalmente libre sólo cuando es él mismo, en la plenitud de sus derechos y deberes; y lo mismo cabe decir de toda la sociedad.

Es el deber de los individuos, como naciones y como Iglesia procurar el desarrollo pleno del ser humano trabajando conjuntamente por y con ellos. Los países a pesar de tener distintas religiones, culturas o política deben encontrar un bien común universal ya que así no se interpondrán entre ellos y permitirán el desarrollo de las comunidades. Por ejemplo nosotros consideramos terrible que apedreen a las mujeres para matarlas, pero sin embargo en esos países también necesitan tener educación, comer y salir del subdesarrollo.

Este es al cumplirse los 20 años desde la creación del documento “Populorum progressio” , Sollicitudo rei socialis se trata de la unión de todos los países que van hacia un bien común, la paz. Incluyendo en este bien la solidaridad,

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