Juan Pablo II

Laborem exercens

INTRODUCCIÓN

Es el trabajo el que le permite al hombre mantener una óptima vida, progresar en el desarrollo de ciencias y técnicas, y contribuir en la cultura y la moral de la sociedad. El hombre es imagen y semejanza de Dios y dada esta característica, es puesto en el mundo para que lo domine por medio del trabajo ya que es la única criatura capaz de realizarlo.

1. EL TRABAJO HUMANO 90 AÑOS DESPUÉS DE LA “RERUM NOVARUM”

El hombre es “el camino primero y fundamental de la Iglesia” (Redemptor Hominis), camino que trae varios aspectos relacionados con la riqueza y la fatiga de la existencia humana sobre la Tierra. El trabajo es, sin lugar a dudas, uno de estos aspectos que día a día presenta interrogantes y problemas pues en él está contenida la fatiga humana (no solo a nivel corpóreo sino a nivel social con las crisis, tensiones y conflictos).

Los nuevos adelantos tecnológicos, económicos y políticos influirán de manera significativa en el mundo del trabajo ya sea para bien o para mal. Aspectos como la automatización de la producción, el aumento del coste de energía y materias básicas, la creciente contaminación del patrimonio natural y la escena política de los pueblos que reclaman su puesto entre las naciones, serán los causantes de una reorganización económica y del trabajo; en este último ámbito se llegara al desempleo temporal y/o a la necesidad de especializaciones y a la esperanza que requieren algunos seres que están en verdadera miseria.

2. EN UNA LINEA DE DESARROLLO ORGÁNICO DE LA ACCIÓN Y ENSEÑANZA SOCIAL DE LA IGLESIA

El trabajo, en cuanto problema del hombre, ocupa el centro mismo de la cuestión social. La iglesia se ha preocupado, sin lugar a dudas, por la cuestión social creando La Pontificia Comisión Justicia y Paz, el compromiso en favor de la justicia debe ir a la par con el compromiso en favor de la paz en el mundo contemporáneo. Es así como la paz mundial, la justicia social, la justa solución de la cuestión obrera y la distribución desproporcionada de justicia y pobreza son cuestiones tratadas en documentos del supremo magisterio de la iglesia.

3. EL PROBLEMA DEL TRABAJO, CLAVE DE LA CUESTIÓN SOCIAL

El problema del trabajo humano aparece tanto en la vida social como en las enseñanzas de la iglesia, el trabajo humano es la clave de toda cuestión social vista desde el bien del hombre y cuya solución del problema debe buscarse en la dirección de hacer la vida humana más humana.

EL TRABAJO Y EL HOMBRE

4. EN EL LIBRO DEL GÉNESIS

La iglesia manifiesta la existencia del hombre sobre la tierra regida por el trabajo, es una convicción de inteligencia y de fe. Y es que la iglesia cree en el hombre, dirigiéndose a él desde la luz de la experiencia histórica y desde la palabra revelada del Dios vivo. Al hacer referencia del hombre, ella expresa los designios eternos y los destinos trascendentes que el Dios vivo, Creador y redentor ha unido al hombre.

El trabajo visto como una actividad transitiva que empieza en el humano y se dirige a un objeto externo, supone el dominio del hombre sobre la tierra es decir, el uso adecuado de los recursos que la tierra ofrece. Es así, como mediante su trabajo el hombre se hace cada vez más dueño de la tierra y confirma, una vez más, el dominio del mundo visible. En últimas, el hombre- hecho a imagen y semejanza de Dios- cumple con los deberes que esta característica concebida trae.

5. EL TRABAJO EN SENTIDO OBJETIVO: LA TÉCNICA

El trabajo en sentido objetivo halla su sentido en las épocas de civilización y cultura. El hombre domina ya la tierra por el hecho de criar animales y hacer uso de los recursos naturales, por ejemplo cuando hace cultivos y posteriormente elabora sus productos adaptándolo a sus necesidades. Es así como la agricultura y la industria son factores vitales de la producción por medio del trabajo humano.

Los diferentes avances tecnológicos y de la ciencia han cambiado la estructura del trabajo humano ya que la fatiga física es ayudada por máquinas y mecanismos perfeccionados. De una u otra manera se observa una relación directa entre el sujeto y el objeto de trabajo por medio de la técnica; y es esta técnica la que permite tener una producción más eficiente, especializada y de mejor calidad. Pero algunas veces, la técnica puede desplazar la actividad humana al no requerir de su manejo, provocando una insatisfacción personal y posicionando al hombre como un esclavo.

6. EL TRABAJO EN SENTIDO SUBJETIVO: EL HOMBRE, SUJETO DE TRABAJO

El hombre, como imagen de Dios, es una persona que debe someter la tierra, es pues un sujeto del trabajo, debe realizar varias acciones pertenecientes al proceso del trabajo y que le significaran el medio más completo para realizar su humanidad. Ese dominio y/o sometimiento no se refiere exclusivamente a la dimensión objetiva del trabajo pues para dominar se requiere de un sujeto dominante, el cual condiciona la ética del trabajo. Se tendría así, que el trabajo humano tiene un valor ético vinculado completamente con un sujeto consciente, capaz de decidir por sí mismo.

Ahora bien, es cierto que el hombre está llamado al trabajo pero ante todo el trabajo está en función del hombre, el fundamento del valor del trabajo es el sujeto que lo realiza. Puede haber diferentes grados de importancia del trabajo pero lo primordial es reconocer que cada uno de ellos se mide con el metro de la dignidad del sujeto mismo del trabajo.

7. UNA AMENAZA AL JUSTO ORDEN DE LOS VALORES

Han surgido varias formas de concebir al trabajo, entre las que se encuentra el trabajo entendido como una especie de mercancía, que el trabajador vende al empresario que es el poseedor del capital. Sin embargo, esta forma de concepción ha ido desapareciendo dando paso a un modo más humano de pensar y concebir al trabajo.

Con el pasar del tiempo, se le ha dado mayor importancia a la dimensión objetiva respecto a la subjetiva, dándose una inversión del orden establecido desde el libro del Génesis: “el hombre es considerado como un instrumento de producción, mientras él debería ser tratado como como un sujeto eficiente y su verdadero artífice y creador”. Precisamente tal inversión del hombre recibiría el nombre de capitalismo.

8. SOLIDARIDAD DE LOS HOMBRES DEL TRABAJO

Las nuevas formas de trabajo están determinadas por las direcciones de las dimensiones objetivas pues el

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