LA CRUZ Y EL PUÑAL

LA CRUZ Y EL PUÑAL

Todo ocurre en la ciudad de Philipsburg, Pennsylvania en el despacho de un predicador de nombre David Winlkerson, cuando de repente una tarde sentado en el mismo ojeaba una revista Life, en la cual podría ver en una de sus páginas, una noticia que cautivaría su atención “Siete muchachos judicializados por asesinato a mano armada” lo que no comprendía en la cabeza y la triste mirada al leer el artículo el reverendo era poder ver que los 7 personas que se encontraban en dicho problema eran todos menores de edad, jóvenes en los cuales se veía reflejada una mirada profunda de tristeza que había sido bien plasmada en el artículo.

Este reverendo que estaba hace poco iniciando su proceso de pastor en aquel pueblo de Pennsylvania quien con un poco de ayuda de su esposa y de su hija habían decidió emprender la ardua tarea de apoyar religiosamente al pueblo el cual se encontraba en constante abandono y poca creencia religiosa por la falta de un pastor; pues no era para menos cuando ellos llegaron el sitio era por completo un desastre, la casa pastoral estaba llena de cucarachas, polvo y demasiada suciedad, y la iglesia donde se daba el sermón y se habitaba esta en completo deterioro. Esto no ayudo mucho cuando Gwen la esposa del reverendo observo estas condiciones, salió corriendo de manera inhóspita hacia el carro, el reverendo se disculpó ante la congregación del pueblo por el comportamiento de su esposa.

El decidió salir hasta el carro y hablar con su esposa la cual le dijo que ella se iría a menos que la gente se comprometiera a cambiar todos esos aspectos tanto en la vivienda, iglesia y casa pastoral a menos que fuese por iniciativa propia tanto de la congregación con de los feligreses, David aserto en las palabras de su esposa y dijo que no se irían antes de proclamar el sermón de la tarde, para sorpresa ellos mientras el reverendo David daba su sermón en la iglesia ante 50 personas y su esposa estaba en el carro, un poco confuso por lo que en el sermón decía, pues no sabía cómo referirse ante ellos por las circunstancias que se habían llevado a cabo durante el día uno de los habitantes el señor Meyer uno de los feligreses y tomando la voz por todos los presentes le dijo en voz alta al reverendo: ¡ Quiere ser nuestro pastor ¡ si desea salga hable con su esposa y tómese su tiempo y nos comenta que decisión toma le dijo el señor Meyer al pastor.

Efectivamente el pastor salió hablo con su señora cuando ella le repitió lo que le había dicho ya anteriormente en el día en el carro al ver la casa y es ahí cuando intervienen todos los feligreses y la congregación diciendo que harían cambios en todo lo que casualmente Gwen había hablado con su esposo, así que viendo esto se inicia el cambio de todo y es cuando decide quedarse el reverendo y haciendo cambios profundos y considerables en la calidad de vida, pues contaban con un chalet como vivienda de 5 habitaciones, la casa pastoral era aparte de la iglesia la cual contaba con casi dos hectáreas que había sido remodelada completamente.

Y fue allí mismo una tarde cuando al ver esta página en la revista que le suscitó una voz en su interior que debía desplazarse a Nueva York y ver a los 7 muchachos, como la voz era constante decidió orar y pedirle a Dios que le enviara una señal y esta fue: colocare un pañuelo en la tierra y se mojara la tierra pero el pañuelo permanecerá seco, al día siguiente pudo ver que efectivamente todo esto había sucedido y como al ver que siempre sentía después de media noche la necesidad de ver televisión dos horas decidió que ese tiempo seria para rezar así que pondría otra señal a Dios si esto era algo que también él deseaba, era poner en venta su televisor y en media hora después de poner el aviso alguien debía llamar a comprarlo y efectivamente ocurrió también así al ver todo lo que estaba ocurriendo decidió hacer caso a su voz ya los designios de Dios y aplicar todo en pro de viajar a ver los muchachos.

Al día siguiente en el sermón le conto a su congregación que ya era de 250 personas que estaba sucediendo con sus designios y pues que debía viajar a nueva york a ver los muchachos y que necesitaría de la ayuda de ellos para reunir dinero y así mismo todo los feligreses colaboraban al totalizar 70 dólares que servirían para los gastos de ida y vuelta. Le comento  Miles Hoover quien era el director de los jóvenes de la iglesia y emprendió el viaje con el hacia la ciudad inhóspita de nueva york a la cual jamás había estado entre sus planes conocer y menos por dicha situación en la que se encontraba.

De camino a Nueva York pasaron por varias incidencias pues ingresaron en un hotel de 2 dólares el cual era costoso y habían estado en unos trancones grandísimos y pues todo ello hacia que la demora perjudicara a la hora de llegar al juicio, para suerte de ellos cuando ingresan al tribunal hacer la fila se sorprendieron al ver que habían 40 personas esperando para ingresar y donde solo habían 42 asientos por lo tanto era otra señal de que Dios quería que él estuviese ahí, no contó con la fortuna de ver y hablar con el Juez Davindson pues este se encontraba muy bien custodiado por que tenía varias amenazas de muerte por el caso que manejaba de los 7 muchachos  los cuales pertenecían a una de las varias pandillas que en Nueva York se veían y esta era llamada los dragones. Durante el juicio solo su citarón a una persona la cual era una muchacha y le mostraron un pedazo de madera donde le preguntaba si reconocía el cuchillo y ella constataba que sí que efectivamente era uno de los que se había limpiado con sangre en la muerte de Michael Farmer.

El reverendo quiso acercarse al juez para poder hablar con él pero fue detenido y puesto en ridículo por parte de la prensa pues se burlaban de el por pensar que quería ayudar a los jóvenes con lo atrocidad que ellos habían cometido y hasta pensaron que quizás él quería ayudar a asesinar al juez, fue puesto en libertad pero la prensa lo acecho y con fotografías y titulares en prensa fue puesto en bochorno, el reverendo al ver todo lo que sucedió y abrumado por la situación se vio desolado al punto de pensar que todo lo que surgía en su mente era producto de imaginaciones de él y no designios de Dios pero su mayor temor era ver como se enfrentaría a su comunidad y a su esposa al ver que había fallado.

De camino a philipsburg decidió entrar a su pueblo natal y saludar a sus padres donde se encontró con un sabio consejo por parte de su madre pues el temía que sus padres le reprocharan la conducta por lo bochornoso del tema, conto con el apoyo de su padre a sus creencias y sus decisiones , por su parte su mamá le brindo un consejo el cual le decía lo siguiente: los designios de Dios no son siempre de presente son causales que llevan su tiempo para una obra grande, ten paciencia pídele sabiduría y confía en él.

Con este consejo en mente volvió a su pueblo donde entro sigilosamente para no ser visto ni abucheado por la comunidad por el escándalo hablo con su esposa y le conto todo lo sucedido en lo cual ella lo apoyo y le dio su voz de aliento; pasados unos días decidió volver a dar sermones en la iglesia y contando de nuevo con la sorpresa que por más que él pensaba que la había embarrado la gente no lo insulto, no lo agredió sino que en cambio lo apoyo y estuvo a su lado el trato de explicar todo y la gente lo tomo muy bien tanto así que al cabo de dos días sintió de nuevo la voz que decía que debía viajar de nuevo a nueva york y el reverendo volvió a solicitar ayuda a los feligreses para el viaje los cuales de nuevo colaboraron juntando la misma suma de 70 dólares para el viaje.

Hablando con Miles de camino se preguntaba qué porque dios había decidido ponerlo de nuevo en la ciudad después de todo lo que había sucedido, esta vez no le pediría señales sino simplemente rezo para que Dios le indicara que camino y que pasos debía seguir para llevar acabo su obra, y es así cuando pasando de repente por los mismos sitios y tomando la misma ruta que el viaje anterior decidió en un momento inhóspito detener el auto buscar estacionamiento y el salir a caminar solo.

En esta salida conto con la suerte de que varios muchachos lo reconocieron por sus portadas en las revistas frente al caso Framer que lo abordaron por su nombre y el atendió a sus llamados y es allí donde conoció otra pandilla de Nueva York denominada los rebeldes un grupo de jóvenes que se encontraban físicamente en situaciones precarias después de hablar con ellos conocer al jefe de la banda Guillermito y sus secuaces María y Tomasito comprendió que ellos como rebeldes se veían a favor del reverendo por ser uno más de ellos y apoyarlos y querer sacarlos de ese mundo. Tomasito le propone visitar una de las grandes bandas que operaba en la calle 134 que eran los GBI (Grandes Bandoleros Incorporados) y es allí donde María lleva al reverendo hasta ese sitio donde se encontraban muchachos en un cuarto frio solo a oscuras disfrutando de alcohol y sexo desenfrenado. El decide hablar con todos los personajes de la esta banda y darles un sermón en el cual les hace ver que Dios los ama a pesar de sus errores y de todo lo que hacen, les enseña que Dios quiere para ellos algo muy distinto a lo que están viviendo y que el estará ahí para apoyarlos y ayudarlos a surgir y sacarlos de esta vida si ellos lo permiten a lo cual todos brindan el apoyo menos una joven la cual se acerca y le enseña sus brazos con picaduras negras y rojas y dice que para ella no hay salvación ni siquiera de Dios pues ella es una mainliner es decir una persona que se inyecta heroína directamente a las venas.

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