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LA DROGADICCIÓN


Enviado por   •  17 de Enero de 2012  •  Tesis  •  5.704 Palabras (23 Páginas)  •  389 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Vivimos en una cultura de la droga, desde la mañana cuando tomamos cafeína, en el desayuno, hasta la noche, en que podemos relajarnos al volver a la casa, con un aperitivo alcohólico, o un inductor del sueño con un somnífero, recetado por el médico, estamos utilizando diferentes sustancias, que afectan sobre el Sistema Nervioso Central, para enfrentar estas peripecias de la vida cotidiana. Muchos además nos activamos a medida que trascurre el día, aspirando nicotina.

Aun cuando las drogas han estado presentes en todas las culturas y en todas las épocas, hoy son más las personas que consumen drogas, hay más cantidad y hay más facilidades para conseguirlas.

Y cuando se consulta a la gente el por qué de este problema siempre se nombra como un problema de pobres y marginales.

La investigación previa al trabajo final, nos resulto muy importante ya que salimos de muchas dudas, y aprendimos muchas cosas nuevas, además tratamos de que cada parte de trabajo estuviera apoyado y respaldada por material bibliográfico ya escrito.

LA DROGADICCIÓN

Qué son las drogas, pregunta fundamental para encarar el tema de la adicción a la droga, cuáles son las principales, qué daños causan, por qué se llega a las drogas y todo lo relacionado a las Drogas.

Con el nombre de droga se designa en sentido genérico a toda sustancia mineral, vegetal o animal que se utiliza en la industria o en la medicina y que posee efectos estimulantes, depresores o narcóticos o, como establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), a cualquier sustancia que, introducida en un organismo vivo, puede modificar una o varias de sus funciones.

A efectos penales, el concepto de droga (a pesar de las diferentes formas de actuación en el organismo) engloba también las sustancias estupefacientes y psicotrópicas, naturales o sintéticas, cuyo consumo reiterado provoca la dependencia física u orgánica, así como el deseo irrefrenable de seguir consumiéndolas en mayores dosis a fin de evitar el síndrome de abstinencia.

La OMS menciona entre los estupefacientes el Cannabis y sus resinas, las hojas de coca y cocaína, heroína, metadona, morfina, opio y codeína; y como psicotrópicos, los barbitúricos, las anfetaminas y los ampliadores de la conciencia, como el ácido lisérgico, la mescalina o la psilocibina.

Las características propias de las drogas hacen de ellas sustancias sumamente peligrosas. Los efectos que producen en el organismo no son siempre iguales y cambian según la clase de droga, por ejemplo, unas son estimulantes y otras, depresoras. También varían de acuerdo con la dosis pues la misma droga puede causar efectos diferentes según sea la cantidad consumida.

Dichos efectos se relacionan con las características psicofísicas de cada persona y con las particularidades del medio en que se produce el consumo. Por estas razones, nunca existe certeza sino probabilidad de que la droga produzca el efecto buscado.

Adicción es la necesidad imperiosa de consumir droga regularmente (no ser capaz de moderar el consumo o suprimirlo). Viene determinada por fenómenos psíquicos y físicos.

Taquifilaxia es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores para conseguir los mismos efectos. La presentan muchos fármacos porque el organismo potencia sus mecanismos de degradación de la sustancia, pero a las drogas se añade un fenómeno de ‘tolerancia’ psicológica.

Los cuadros de abstinencia siempre son psicológicos y, en el caso de algunas drogas, son además síndromes físicos que pueden resultar mortales. Pueden controlarse con medidas terapéuticas sintomáticas o substitutivas (sustancias menos nocivas, de efectos parecidos, que se retiran progresivamente).

CAPÍTULO I: ORÍGENES DE LA DROGAS EN LA ANTIGÜEDAD

En todas las épocas el hombre ha consumido diversas drogas, extraídas de plantas que crecían en su medio natural, con la finalidad de ayudarse en su lucha contra la fatiga, la angustia y el dolor o de procurarse nuevas sensaciones y formas de placer. Esto ha ocurrido en todas las culturas y en todas las partes del mundo. Por ejemplo, en la antigua civilización sumeria ya se consumía opio, hace miles de años también se fumaba este producto en China y en otros países del Lejano Oriente. En las naciones islámicas, la cannabis en la droga secular, mientras que el alcohol está prohibido y perseguido. En grandes zonas de América Central y del Sur se encuentra muy extendido el consumo de hojas de coca entre numerosas tribus que utilizan, además alucinógenos en sus fiestas religiosas y en las grandes celebraciones.

Generalmente cada cultura tiene un tipo de droga que acepta y permite dicha droga se utiliza en las relaciones sociales, en las ceremonias religiosas, en el trabajo o bien durante el tiempo de ocio. Los individuos que integran cada tipo de cultura aprenden a utilizar estas drogas, saben qué dosis son adecuadas, cuáles son sus efectos, qué ocurre en casos de sobredosis, y qué riesgos o peligros pueden acarrear un consumo prolongado. En definitiva, aprenden a usarlas de un modo racional, selectivo y controlado.

La cultura occidental tiene un comportamiento similar frente a las drogas tradicionales y reconocidas, como son el tabaco y el alcohol. Sin embargo, otros tipos de drogas, que pueden ser consumidos legalmente y sin problemas en otras culturas, están prohibidos en América y Europa. La legalidad de una droga determinada no depende, por tanto, de sus efectos reales o potenciales, sino de problemas de tradición cultural y de los grandes interese económico que promueven su consumo.

Durante los siglos XVI y XVII, y como consecuencia de los descubrimientos geográficos producidos por el auge de la navegación, llegaron a Europa, importados de otros continentes, el tabaco, el café y el té, cuyo consumo se extenderá rápidamente. Estas sustancias fueron incorporándose poco a poco a los sociales diarios, aunque en los primeros tiempos de su introducción alguna de ellas fuera rechazada e incluso perseguida.

Otros tipos de drogas, como los opiáceos, cannabis y alucinógenos, han tenido menor difusión, y hasta mediados de este siglo sólo se han utilizado en círculos restringidos, sin que llegasen a constituir un problema social grave. Pero en los últimos veinte años se ha difundido de forma masiva el consumo de estos tipos de drogas entre los jóvenes, así como los psicofármacos. También han hecho su aparición nuevos alucinógenos y otras drogas sintéticas o productos

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