LOGOTERAPIA

La Logoterapia es concebida como una doctrina terapéutica cuyo padre y precursor fue Viktor Frankl.

Frank concibe a su labor y se define a si mismo como un psicoterapeuta (no psicoanalista) quien construyó y fundó su propia escuela. Empleó el término “logoterapia” para definir su doctrina, LOGOS (palabra griega que equivale a “sentido”) para simbolizar el “significado” ó “propósito”. De esta manera, la Logoterapia se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de dicho sentido por parte del Hombre. De acuerdo a tal doctrina, la primera fuerza motivante del sujeto es la lucha por encontrarle un sentido a su propia vida. Por eso, luego voy a compartir su concepción sobre LA VOLUNTAD DE SENTIDO, en contraposición con el principio del placer en el que se centra el psicoanálisis freudiano.

Aquí aclararemos las diferencias definidas por el propio Frankl entre el psicoanálisis y la logoterapia. El dice que en la doctrina freudiana el paciente se tiende en el diván y expresa los datos de su vida, muchas veces desagradables. En la logoterapia, en cambio, el paciente permanece sentado, bien derecho, pero tiene que oír cosas que, a veces, son muy desagradables de escuchar. Sin pecar de simplistas, este ejemplo expresa una dicotomía en cuanto a la concepción de Hombre que ambas doctrinas objetan. La logoterapia es un método menos retrospectivo y menos instrospectivo ya que mira más bien al futuro, es decir, a los cometidos y sentidos que el paciente debe realizar de aquí en adelante. A la vez, la logoterapia se desentiende de todas las formulaciones del tipo “círculo vicioso” y de todos los mecanismos de retroacción que tan importante papel desempeñan en el desarrollo de la neurosis. De esta manera, se quiebra el típico ensimismamiento del neurótico al dejar de volver una y otra vez sobre lo mismo, con el consiguiente esfuerzo. En la logoterapia, el paciente ha de enfrentarse con el sentido de su propia vida para rectificar la orientación de su conducta en tal sentido. Por consiguiente, el neurótico trata de aludir el cabal conocimiento de su cometido en la vida, y al saberse hacedor de tal tarea y despertarlo a una concientización plena, puede ayudarlo a su capacidad para sobreponerse de tal neurosis.

La voluntad de sentido

La búsqueda del sentido de la vida para cada ser humano constituye una fuerza primaria y no una "racionalización secundaria" de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico para cada ser humano debido a que sólo cada uno, por sí mismo y por sí solo, puede encontrarlo, satisfaciendo su propia voluntad de sentido.

Frankl enfatiza en que el Hombre es capaz de vivir e incluso morir por sus ideales y principios. La Voluntad de sentido, para él, es cuestión de hecho y no de fé. Sentido no sólo como algo que nace de la propia existencia

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