ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Percepción Del Movimiento: Una Revisión

vmdp5 de Diciembre de 2012

3.061 Palabras (13 Páginas)580 Visitas

Página 1 de 13

LA PERCEPCIÓN DEL MOVIMIENTO: UNA REVISIÓN

Pablo Valencia Melendez, César Núñez Mogollón y Geraldine Temple Atachagua

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

RESUMEN

Se exploran algunos de los principales hallazgos realizados en el estudio del movimiento, tanto el real como el aparente. Se revisa también el movimiento biológico y se hace hincapié en su importancia social. Luego, se señala la relación entre la percepción del movimiento y los movimientos oculares llamados microsacadas. Finalmente, se repasa el caso L.M y lo que este pone en evidencia.

Palabras clave: Percepción, movimiento, microsacadas, caso L.M.

ABSTRACT

Here we expose some key findings for both real and illusory movement. We also depict biological movement and highlight its importance in social relations. Then, we point out the linkage between the perception of movement and fixational eye movements called microsaccades. Finally, we examine case L.M. and what it reveals.

Key words: Perception, movement, microsaccades, case L.M.

El mundo en el que vivimos no es estático. Al contrario, su naturaleza misma es cambiante: no existe la quietud absoluta. De ello surgen algunas interrogantes: ¿A partir de qué momento nos damos cuenta de que algo se mueve? Si nada es extático, ¿qué es aquello que llamamos quietud?

Movimiento Real

Es necesario precisar que los seres humanos estamos siempre en constante movimiento, a menos que estemos coaccionados o bajo un experimento de laboratorio; aún así es imposible suprimir del todo la capacidad de movilidad que tenemos. Nuestro sistema visual, debido a una precisión evolutiva selectiva, posee mecanismos nerviosos especializados en analizar el movimiento (Sekuler, 1975, citado por Matlin y Foley, 1996).

Umbrales de la percepción de movimiento

Con respecto a los umbrales, se tomará en cuenta para esta parte el de velocidad de detección de movimiento, que en el ser humano se encuentra entre los 10 y 20 minutos angulares por segundo (Hochberg, 1972, citado por Matlin y Foley, 1996). Este umbral está influido por diversos factores, por ejemplo, es más difícil detectar el movimiento cuando no se está seguro de la dirección hacia donde se dirige el objeto o cuando algunas partes del campo visual permanecen estables (en este caso se reduce de 1 a 2 minutos). Por el contrario, esta acción se facilita cuando los objetos se ubican al centro del campo visual y no existe movimiento en la periferia por lo que mayormente la fóvea es más sensible a este que la periferia, aunque en la periferia un objeto se detecta más rápidamente si está en movimiento que si esta fijo (Mundt, 1988, citado por Matlin y Foley, 1996). Otro umbral a considerar es el umbral de desplazamiento, que se refiere a la distancia mínima por la cual el movimiento es percibido.

Los umbrales de movimiento dependen de la localización en la retina, pues se percibe más fácilmente en la fóvea que en la periferia; de la luminancia y duración del estímulo, ya que mientras mayores son estos, menor es el umbral); y de los puntos de referencias, que facilitan la detección del movimiento (Dember y Warm, 1990).

Efecto de los factores de fondo del contexto

Brown (1931, citado por Schiffman, 1990) estudió la influencia de los factores de fondo en la percepción de movimiento. Concluyó que el movimiento percibido de un objeto depende de su relación con la estructura general del campo visual y de su velocidad física (Figura 1).

Figura 1. J. F. Brown presentó a los sujetos dos cintas de diferentes tamaños con cuadros en movimiento, una de ellas exactamente el doble de la otra. Se les pidió que graduaran la velocidad en que las cintas se movían de manera que la velocidad aparente de ambas fuera la misma. Los resultados mostraron que los sujetos graduaban la cinta más pequeña con aproximadamente la mitad de la velocidad de la cinta grande.

Parks (citado por Schiffman, 1992) observa la distorsión de las figuras al pasar detrás de una ranura estacionaria. La figura y la ranura forman un todo: aquella adopta las características de esta. Esto sugiere una cualidad integradora del sistema visual, según la cual este puede reunir varias partes que caen sobre una misma región de la retina como si fueran una forma unitaria (Schiffman, 1992).

Sistema imagen-retina

Gregory (1973, citado por Dember, 1990) llama así al conjunto detector y activador de receptores en la retina. Su funcionamiento ocurre por la estimulación sucesiva de los receptores retinianos por parte de un estímulo en movimiento. Este sistema participa ilusiones como la llamada postefecto del movimiento (que veremos en la siguiente sección y que se explica por la fatiga de los receptores de la retina) y el efecto Pulfrich.

Efecto Pulfrich

Esta ilusión ocurre cuando uno de los ojos está cubierto con un filtro de luz, de manera que este ojo recibe las señales con retraso. El estímulo visual es un péndulo que oscila en línea recta. Sin embargo, como los dos ojos son estimulados por intensidades de luz distintas, el balancín del péndulo parece oscilar elípticamente (Figura 2).

Según Gregory (1973, citado por Schiffman, 1992), este efecto se debe a que el tiempo de reacción del sistema visual es inversamente proporcional a la intensidad del estímulo. Es decir, el filtro de luz hace que los receptores del sistema imagen-retina reaccionen más lentamente.

Figura 2. Un filtro de luz reduce la intensidad. De esta manera, la reacción de ese ojo sería más lenta y la oscilación recta es percibida como elíptica (Imagen tomada de http://explow.com/Pulfrich_effect).

Sistema ojo-cabeza

Gregory (1973, citado por Schiffman, 1992) también propone el llamado sistema ojo-cabeza. Este sistema explica por qué cuando seguimos un estímulo visual con la mirada, percibimos el fondo estacionario, aun cuando las imágenes que estimulan nuestros receptores son distintas.

Las señales de las neuronas motoras eferentes se comparan (integran) con las imágenes retinianas. El resultado es que se anula el sistema de movimiento imagen-retina. Es decir, podemos percibir que un objeto se mueve aun cuando nuestros ojos se muevan siguiendo a dicho objeto (y, por tanto, los receptores sensoriales sean estimulados siempre por el mismo estímulo visual).

Cuando movemos los ojos voluntariamente siguiendo a un objeto en movimiento, percibimos dicho movimiento y mantenemos el fondo estacionario. Con los movimientos pasivos del globo ocular no ocurre la percepción de movimiento; es solamente con los movimientos oculares voluntarios cuando ocurre la anulación de las señales del movimiento imagen-retina.

Movimiento aparente

A diferencia del movimiento real, el movimiento aparente se manifiesta cuando percibimos movimiento sin que este realmente ocurra en el plano físico; es un tipo de ilusión. Algunas de sus formas son: el movimiento estroboscópico, el movimiento inducido, el efecto de Pulfrich, el movimiento autocinético, el postefecto del movimiento, la profundidad cinética, el salto sensorial y el movimiento fantasma.

Movimiento estroboscópico

También llamado movimiento phi o beta. Se percibe movimiento en una serie de luces que se encienden una tras otra. Dicho efecto depende básicamente de tres variables: la distancia entre los estímulos, el intervalo de tiempo entre ambos y la intensidad de los mismos. Estas variables se relacionan a través de las llamadas Leyes de Korte (1915, citado por Dember y Warm, 1990). Estas se pueden expresar de la siguiente forma:

D = I x T

Donde D: distancia; I: intensidad; T: tiempo

(1) Cuando el intervalo de tiempo entre las luces es constante, la distancia necesaria para que se produzca el efecto es directamente proporcional a la intensidad del estímulo; (2) cuando la distancia entre las luces es constante, la intensidad debe ser inversamente proporcional al intervalo de tiempo; y finalmente (3) cuando la intensidad se mantiene constante, la distancia entre estímulos debe ser directamente proporcional al intervalo de tiempo.

Graham (1965, citado por Goldstein, 1999) señala que la forma en que percibimos ambas luces varía de acuerdo al intervalo entre ambas. Cuando este dura menos de 30 microsegundos, las luces se perciben como simultáneas (sin movimiento); si dura entre 30 y 60 microsegundos, se percibe un movimiento parcial; el movimiento ilusorio se percibe si es igual o mayor a 60 microsegundos; finalmente, si es superior a 200 o 300 microsegundos, se percibe que una luz sucede a la otra (sin movimiento).

Berbaum, Lenel y Rosenbaum (1981, citados por Matlin y Foley, 1996) sostienen que no solo la velocidad puede ser un factor influyente en el movimiento estroboscópico, también se ha encontrado que si se perciben figuras parecidas se puede producir este efecto.

Una aplicación común del movimiento estereoscópico, además de los famosos anuncios luminosos, es el cine. Este consiste en la sucesión de cuadros fijos ligeramente diferentes en rápida sucesión de aprox. 24 cuadros/seg.

Movimiento inducido

Si se tienen estímulos visuales de distintos tamaños contra un fondo oscuro, y solo el estímulo más grande se mueve, entonces parecerá que el más pequeño es el único que se mueve. El estímulo más grande induce el movimiento del más pequeño (Wallach, 1959, citado por Schiffman, 1992).

Entre muchas teorías que explican este efecto, una de las primeras, que podría llamarse de marcos de referencia, sostiene que nuestro sistema visual está predispuesto a ver en movimiento las áreas más

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (20 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com