La economía feudal

Tras la caída del imperio romano fue desarrollándose de manera progresiva en Europa un nuevo sistema económico, social y político al que se conoce con el nombre del feudalismo o Edad Media. Sus orígenes se encuentran en la propia decadencia de Roma y en especial en las reformas jurídicas de Dioclesiano estableciendo la vinculación del campesinado a la tierra y de los artesanos a los gremios así como la descentralización de la administración en núcleos de poder autónomos controlados por grandes terratenientes llamados señores feudales.

Los campesinos descendientes de la población libre, esclava romana y de los germanos pobres, cuya labor consistía en trabajar las tierras para sus señores. El fundamento jurídico de la sociedad era la institución del vasallaje, en la cual cada hombre libre se vinculaba a otro hombre libre prometiéndole obediencia y servicio a cambio de protección y mantenimiento de este sistema de vinculaciones personales.

El feudo estaba formado por el castillo, residencia del señor feudal y MI familia, las tierras que lo rodeaban y las aldeas correspondientes a ese territorio. La vida del feudo giraba en torno del castillo, que constituía el centro económico, político y administrativo.

El señor feudal contaba con su propio ejército, imponía las leyes, administraba la justicia, cobraba los impuestos y obligaba a los campesinos a entregarle gran parte de lo que producían. Los señores feudales y sus vasallos disfrutaban de todo tipo de privilegios por ejemplo, el derecho de utilizar el molino de cereales, el lagar para triturar la vid, los hornos para la elaboración del pan, así como establecer las pesas y medidas empleadas en las actividades comerciales, las anteriores actividades descritas no las utilizaban la gente común.

La economía feudal dependía principalmente de la explotación de la tierra y giraba en torno al feudo, es decir producían lo que consumían, era una economía autárquica.

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