La memoria ve más allá que los ojos

La Memoria

En el primero de los textos escrito por Nicolás Buenaventura se hace referencia al tema de la memoria y de cómo esta se ejercita a través de la práctica, sin embargo, en algún punto del texto el autor se pregunta si en realidad lo que se ejercita es la memoria o lo es el olvido, de tal manera que ambas palabras estuvieran relacionadas, pues claro está que el olvido es la suspensión de lo que se conoce como memoria. El hombre realiza día a día diferentes actividades, en donde siempre hay (en donde hay siempre) una relación directa de un objeto con el otro y que son procesos mediantes los cuales se entrena la memoria o al mismo tiempo se evita que el olvido entre en acción. “La mano de un escultor conoce las singularidades de cada materia y a partir de ellas imagina” (Buenaventura, año, p.1). El autor dice que suele ensayar sus cuentos la mayoría del tiempo cuando sale a caminar e incluso antes de dormir y que lo hace porque no tiene una memoria tan efectiva. En síntesis, lo que quiere decir el autor con este texto es que la memoria se relaciona de manera directa con nuestros recuerdos y hace posible la capacidad de retener el pasado, identificarlo y al mismo tiempo reproducirlos en nuestras cabezas, es por esto que “el cuento se vuelve algo físico, de tal manera que, en la contada, la cabeza, mi sistema nervioso, mis neuronas y mis memorias están en función del instante” (Buenaventura, año, p.2) El autor deja muy claro que hay una gran diferencia entre decir que sabemos algo y decir que lo recordamos, para él todo se basa en el recuerdo, puesto que es el mecanismo por el cual nosotros como humanos aprendemos y retenemos información; o por otra parte el olvido, que es el momento en el que dejamos de retener cierta información en nuestros cerebros.

Por otra parte, el otro texto escrito por Diego Cagüeñas se centra de manera más específica en la memoria y en su (que el) centro de esta es la mirada, dado a que todas las acciones que realizamos, de una u otra manera tienen una imagen. Sin embargo, el autor hace un contraste muy importante, ya que dice que en la memoria también se encuentra el olvido, por lo tanto, olvidarnos de las cosas es una pieza esencial (no entiendo esta parte, redactarla mejor) en la memoria y que la única forma de lograr fusionar todos estos aspectos es mediante la mirada, que es la encargada de unir cada uno de los hechos que están a nuestro alrededor. El autor hace también un análisis interesante cuando habla de la memoria de aquellos quienes padecen de Alzheimer, pues para ellos la situación es diferente, dado a que es la memoria quien los traiciona. “En cambio, quien sabe que el Alzheimer, incesante e indiferente, desgasta sus recuerdos y refunde el hoy y el ayer…” (Cagüeña, año, p.1). En consecuencia, el objetivo del autor el mostrar que la memoria logra ver siempre más que lo que los ojos ven, ya que con ella volvemos al pasado, recordamos nombres, caras y diferentes mecanismos.

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