La Belleza No Está En Los Ojos, Sino En La Memoria Asociativa Del Que Ve.
duivichi13 de Junio de 2013
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La belleza no está en los ojos, sino en la memoria asociativa del que ve.
La belleza es un concepto personal. Una mezcla de los genes que has heredado y tu bagaje cultural. Los sistemas de valores que sostengamos, preferencias que expresemos, o cómo medimos lo estético y lo bello está basado en nuestra memoria asociativa, la cual es desarrollada por la influencia de nuestro entorno. El entorno en el que vivimos hoy, el sistema monetario, se basa en el consumo cíclico lo que genera que cientos de compañías importantes produzcan productos y servicios para la gente. Esto crea una competición entre estas compañías. La industria de la belleza aplicada al ser humano, no está exenta de tales mecanismos de competición y consumo. Esta industria, para asegurar beneficios, debe generar canones de belleza que hagan que las personas no se sientan lo suficientemente atractivas para atraer a la gente como consumidores para comprar sus productos. El concepto de “belleza" es opuesto a la "fealdad". Alguna gente es considerada como bella, y otra fea, causando un montón de miseria en la sociedad, pero ¿quien la categoriza? ¿y por qué criterio?
La rama de programación cultural del sistema mercantil es la industria publicitaria. Esto perpetúa los valores consumistas que ves a tu alrededor y genera un entorno de exposición a propaganda que condiciona tus asociaciones para interpretar el mundo. Hoy en día, las necesidades humanas se han corrompido por completo por los deseos impuestos y sugestionados que generan los mecanismos de marketing y publicidad que provocan el consumismo. Cuanto más disconforme e infeliz esté la población, mejor es para las agencias publicitarias y las corporaciones. El consumismo se alimenta de una forma de inferioridad e inseguridad. Y eso se traduce, literalmente, en identidad y estatus social. Sorprendentemente, el adoctrinamiento es tan poderoso que la mayoría de la sociedad considera que el consumismo refleja algún tipo de interés básico humano como si fuera un reflejo de la naturaleza humana. Por supuesto, esto es infundado. De hecho, nuestra necesidad neurótica de comprar y consumir es en realidad un reflejo de lo profundamente sociales que somos y de cuánto nos influencia la programación social y la orientación hacia el estatus de posesiones y apariencias y todo lo demás que se nos ha impuesto. El hecho es que los valores de materialismo y consumo, son de extrema necesidad para el funcionamiento de la economía mundial. Sin estos valores el sistema flaquearía. En el núcleo de la economía tal y como la conocemos subyace el requerimiento inalterable del constante y perpetuo consumo cíclico. Las revistas de belleza, asegurar la competitividad necesaria en el sistema de mercado, están creando modelos de apariencia humana, clasificándola como belleza, y mucha gente intenta copiarla. Lo que muy poca gente sabe es que todas las fotos que son publicadas en estas revistas, son primero editadas.
Ten en cuenta que uno de los criterios para calificar la belleza en los seres humanos se basa en el sentido de la vista, el cual es un sentido limitado por la capacidad de recepción de luz de nuestros ojos. Nuestra visión de las formas y colores se limita a una fracción de la naturaleza. Los seres humanos también tenemos limitaciones corticales derivado de nuestro bagaje, el cual es generado por nuestro entorno. Esto condiciona nuestras asociaciones cerebrales para comprender el mundo, interpretando aquello que se nos presente, con las herramientas de aquello que conocemos. La belleza es una palabra abstracta que no representa un significado universalmente válido para todas las personas y sin embargo es utilizada para evaluar a personas en categorías de estética. Si analizas esto, te darás cuenta de que las etiquetas de la belleza y otras abstracciones (como el bien o el mal) están basadas en una interpretación subjetiva
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