La plasticidad del sistema nervioso y sus contribuciones

Ensayo: La plasticidad del sistema nervioso

Xenier J. Santiago Agosto

Universidad Metropolitana

Psicología Fisiológica (PSYC 423)

Prof. José Andrades Velázquez

31 de marzo de 2016

La plasticidad del sistema nervioso y sus contribuciones

Por definición la plasticidad del sistema nervioso, es la capacidad adaptativa del sistema nervioso frente a las modificaciones que sobrevienen en el entorno, desarrollo, ambiente, agresiones, para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y funcional.  Esto se hace posible por la capacidad de cambio que tiene el sistema nervioso por influencias externas (ej. factores ambientales) e internas (ej. enfermedades).  Por lo tanto los mecanismos por los cuales suceden estos cambios en el sistema nervioso se deben a fenómenos fisiológicos, bioquímicos e histológicos.  Estos suceden según el ser humano va pasando por diferentes etapas durante su vida.

La plasticidad cerebral tiene como función el organizar y reorganizar las actividades que realiza el sistema neuronal y cerebral a lo largo de la vida del individuo.  Es quien impulsa el crecimiento y el desarrollo, y es quien permite que se produzca el aprendizaje.  Junto con otros organismos, tiene la función de reorganizar el sistema cerebral lesionado, y es quien se encarga de producir los cambios en la parte cerebral dañada, para que ésta se reorganice e intente no perder las destrezas y conductas ya aprendidas.

Durante este proceso de construcción que ocurre en el cerebro, se establecen diversas conexiones, de las cuales unas se encuentran controladas por la genética, y otras conexiones se dan mediante el proceso de educación y aprendizaje.  Estos cambios suceden mediante la estimulación ambiental, en donde se forman nuevas conexiones entre las neuronas, las cuales permiten una nueva estructura cerebral y permite a su vez la modificación del desarrollo (maduración) y funcionalidad del ser humano.

Las regiones del cerebro que participan en el comportamiento del ser humano son varias, y cuando una de estas zonas cerebrales sufre un daño o lesión, se presentan una serie de síntomas que se relacionan con la zona directamente afectada y las no afectadas que participan durante la interacción del individuo.

Parte de los síntomas que manifiesta un paciente se deben a la lesión producida, y parte de los síntomas son una manifestación del shock que ha recibido el cerebro al ser lesionado.  “Estas manifestaciones o síntomas responden al estado de shock cerebral que van desapareciendo y pueden recuperarse, una vez que en esas regiones no halla presente una lesión, y en las mismas se encuentre un patrón o una reorganización funcional, la cual surge durante algún momento determinado, y a su vez permite que la persona se recupere del trauma neuronal y pueda seguir produciendo la conducta con sistemas neuronales diferentes al dañado” (Carlson, 2006).

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