Las Locuras
maikdemon11 de Noviembre de 2013
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servidas por inteligencias. Pero cada una de estas voluntades se da como trabajo destruir otra voluntad impidiendo a otra inteligencia ver. Y sabemos que este resultado no es dificil de conseguir. Basta con dejar actuar la radical exterioridad del orden del lenguaje con el de la razon. La voluntad razonable,
guiada por su vinculo distante con la verdad y por su voluntad de hablar a su semejante, controlaba dicha exterioridad y la recobraba por la fuerza de la atencion. La voluntad distraida, salida de la via de la igualdad, la utilizara en sentido contrario, de un modo retorico, para precipitar la agregacion de los
espiritus, su caida en el universo de la atraccion material.
No existe lenguaje de la razon. Existe solamente un control de la razon sobre la intencion de hablar. El lenguaje poetico que se conoce como tal no contradice la razon. Al contrario, recuerda a cada sujeto hablante que no debe tomar el relato de las aventuras de su espiritu por la voz de la verdad. Todo sujeto hablante es el poeta de si mismo y de las cosas. La perversion se produce
cuando este poema se da por otra cosa que un poema, cuando quiere imponerse como verdad y forzar a la accion. La retorica es una poetica pervertida. Eso tambien quiere decir que no se sale de la ficcion en sociedad. La metafora es solidaria de la dimision original de la razon. El cuerpo politico es una ficcion, pero una ficcion no es una expresion figurada a la cual podria oponerse una definicion exacta del agrupamiento social. Existe una logica de los cuerpos a la cual nadie puede, como sujeto politico, sustraerse. El hombre puede ser razonable, el ciudadano no puede serlo. No existe retorica razonable, no existen discursos politicos razonables.
La sinrazon social encuentra su formula recogida en lo que se podria llamar la paradoja de los inferiores superiores: cada uno esta sometido a aquel al que se representa como inferior, sometido a la ley de la masa por su misma pretension de distinguirse.
En vano la propia sociedad desigual pretende comprenderse a si misma,
darse fundamentos naturales. Es precisamente porque no hay ninguna razon natural para la dominación por lo que el convenio obliga, y obliga completamente. Los que justifican la dominacion por la superioridad caen en la vieja aporia: el superior deja de serlo cuando deja de dominar.
Solo los partidarios de la igualdad de las inteligencias pueden comprender esto: si ese cadi se hace obedecer por sus esclavos, ese blanco por sus negros, es porque no les es ni superior ni inferior en inteligencia. Si las circunstancias y las convenciones separan y jerarquizan a los hombres, crean el orden y fuerzan la obediencia, es porque son las unicas en poder hacerlo. .Es precisamente porque somos todos iguales por naturaleza que debemos ser todos desiguales por las circunstancias..75 La igualdad sigue siendo la unica razon de desigualdad.
La sociedad solo existe por las distinciones y la naturaleza solo presenta igualdades. En realidad, es imposible que la igualdad subsista por mucho tiempo; pero, incluso cuando es destruida, la igualdad sigue siendo aun la unica explicacion razonable de las distinciones por convencion.. La igualdad de las inteligencias hace aun mas por la desigualdad: demuestra que la inversion del orden existente seria tan poco razonable como este mismo orden. .Si se me pregunta: ¿Que piensa de la organizacion de las sociedades humanas? Responderia que este espectaculo parece ir en contra de la naturaleza. Que nada esta en su sitio puesto que hay lugares diferentes para seres no
diferentes. Que si se le propone a la razon humana cambiar el orden, esta esta obligada a reconocer su incompetencia. No existen motivos racionales para cambiar orden por orden, lugares por lugares, diferencias por diferencias.
Se puede ensenar lo que se ignora. Por lo tanto, un padre de familia
pobre e ignorante puede emprender la instruccion de sus hijos. Hay que dar el principio de esta instruccion: hay que aprender alguna cosa y relacionar con ella todo el resto segun este principio: todas las inteligencias son iguales.
Hay que anunciarlo y prestarse a su comprobacion: hablar al pobre, hacerle hablar de lo que es y de lo que sabe; mostrarle como instruir a su hijo; copiar la plegaria que el nino sabe de memoria; hacerle aprender de memoria el primer libro de Telemaco del cual se le dara el volumen; prestarse a la demanda
de aquellos que quieren aprender del maestro de la ensenanza universal lo que este ignora; tomar, al fin, todos los medios para convencer al ignorante de su poder: un discipulo de Grenoble no podia convencer a una mujer pobre y vieja que podia aprender a leer y a escribir. Le pago para que le permitiera
demostrarselo. En cinco meses aprendio, y ahora es ella quien emancipa a sus nietos.
Se trata de levantar el animo de aquellos que se creen inferiores en inteligencia, de sacarlos del pantano donde se estancan: no el de la ignorancia, sino el del menosprecio de si mismos, del menosprecio en si de la criatura razonable. Se trata de hacer hombres emancipados y emancipadores.
–¿ Que hay que hacer para organizar la instrucción que el Gobierno debe al pueblo y que se propone darle siguiendo los mejores metodos?
–Nada –respondió el fundador–, el Gobierno no debe la instruccion al pueblo por la sencilla razon que no se debe a la gente lo que puede tomar por ella misma. Ya que la instruccion es como la libertad: no se da, se toma. –
Entonces, .que hay que hacer? –pregunto el ministro–.
–Basta –le respondio–, anunciar que estoy en Paris, en el hotel Corneille, donde recibo todos los dias a los padres de familia pobres para indicarles los
medios para emancipar a sus hijos.
El atontamiento no es una supersticion inveterada, es el pavor ante la libertad; la rutina no es ignorancia, es cobardia y orgullo de gentes que renuncian a su propia potencia por el unico placer de
constatar la impotencia del vecino. Basta con emancipar
la oportunidad unica de emancipacion intelectual: cada ciudadano es
tambien un hombre que hace obra, de la pluma, del buril o de cualquier otra herramienta. Cada inferior
superior es tambien un igual que explica y hace explicar a otro lo que ha visto. Siempre es posible jugar
con esta relacion de si hacia si y llevar al hombre social a su primera verdad para despertar en el al hombre razonable
lo que define a la
vision atontadora del mundo: creer en la realidad de la desigualdad, imaginarse que los superiores en la
sociedad son efectivamente superiores, y creer que la sociedad estaria en peligro si se extendiese la idea,
sobre todo en las clases bajas, de que esta superioridad es exclusivamente una ficcion acordada. De
hecho, solo un emancipado puede oir sin turbacion que el orden social es pura convencion y obedecer
escrupulosamente a superiores de los que sabe que son iguales que el. El sabe lo que puede esperar del
orden social y no provocara grandes trastornos. Los atontados no tienen nada que temer, pero ellos no lo
sabran nunca.
Cuando se trataba de
mejoras agricolas e industriales, el Senor de Lasteyrie actuo a la manera de la ensenanza universal: vio,
comparo, reflexiono, imito, probo, corrigio por si mismo. Pero cuando se trataba de anunciar la
emancipacion intelectual a los padrea de familia pobres e ignorantes, estuvo distraido, lo olvido todo.
Tradujo igualdad por PROGRESO y emancipacion de los padres de familia pobres por INSTRUCCION
DEL PUEBLO. Y para ocuparse de estos seres de razon, de estas ontologias, necesitaba otros seres de
razon, las corporaciones. Un hombre puede dirigir un rebano de ovejas. Pero para el rebano PUEBLO se
necesita a un rebano llamado SOCIEDAD CIENTIFICA, UNIVERSIDAD, COMISION, REVISTA, etc.,
en resumen, el atontamiento, la vieja regla de la ficcion social
La contradiccion es facil de exponer, habiamos dicho: un hombre de progreso, es un hombre que
avanza, que va a ver, que experimenta, que cambia su practica, que comprueba su saber, y asi sin final.
Esa es la definicion literal de la palabra progreso. Pero ahora, un hombre de progreso es tambien otra
cosa: un hombre que piensa a partir de la opinion del progreso, que erige esta opinion al rango de
explicacion dominante del orden social
Sabemos, en efecto, que la explicacion no es solamente el arma atontadora de los pedagogos sino el
vinculo mismo del orden social. Quien dice orden dice distribucion de rangos. La puesta en rangos
supone explicacion, ficcion distribuidora y justificadora de una desigualdad que no tiene otra razon que su
ser. Lo cotidiano del trabajo explicativo no es mas que la calderilla de la explicacion dominante que
caracteriza una sociedad. Las guerras y las revoluciones, al cambiar la forma y los limites de los imperios,
cambian la naturaleza de las explicaciones dominantes. Pero este cambio esta circunscrito en estrechos
limites. Sabemos, en efecto, que la explicacion es el trabajo de la pereza. Le basta con introducir la
desigualdad, y eso cuesta poco. La jerarquia mas elemental es la del bien y del mal. La relacion logica
mas simple que puede servir para explicarla es la del antes y la del despues. Con estos cuatro terminos, el
bien y el mal, el antes y el despues, se tiene la matriz de todas las explicaciones. Esto era mejor antes,
dicen los unos: el legislador o la
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