Latencia

Urribarri describe a la LATENCIA como un nuevo ordenamiento intrapsiquico, donde aparece la inclusión del SUPERYO (resolución edipica), que obliga al YO a buscar nuevas maneras de canalizar el impulso en su labor mediadora.

La lucha que comprende el YO esta ligada a controlar las PULSIONES, a limitar la descarga mediante un freno represivo, tratando de lograr ese equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, lo placentero y lo displacentero.

El desafío para el niño es como lograr no agotarse en el recurrente circulo vicioso de lo pulsional, la falta de descarga, etc. Solo si logra abrir VIAS SUBLIMATOTIAS que posibiliten REDIRIGIR lo pulsional, favorecer la descarga a través de otras metas, el yo buscara armonizar con los mandatos del superyó y los requerimientos socioculturales.

Poder posponer se transforma en una meta anhelada, ya que solo mediante la renuncia a la acción directa que evite la descarga inmediata puede armonizar con el superyó.

Esta capacidad se dirige al control de la motricidad, el poder “QUEDARSE QUIETO” es el punto de partida para acceder al aprendizaje por vía sublimatoria. Se instala para restringir la tendencia a la acción masturbadora, favoreciendo la neutralización libidinal.

La prohibición del superyó recae sobre los deseos incestuosos y sobre la masturbación, esto implica redirigir el impulso, y para evitar la tentación de masturbarse, necesita ocupar sus manos en otra actividad. La escuela refuerza el mandato represivo y prescribe ciertas actividades proponiendo algunas VIAS DE DESCARGAS ALTERNATIVAS.

Se pueden describir dos momentos de la latencia: la LATENCIA TEMPRANA y la LATENCIA TARDIA. La latencia temprana se caracteriza por la fragilidad en el equilibrio que existe entre los sistemas y por la angustia frente a lo impulsivo.

La latencia tardía se caracteriza por una mayor fluidez, autonomía y equilibrio de la conducta, un menor sufrimiento. Se incrementa el fantasear, se amplia el distanciamiento de los padres adquiriendo mayor importancia el grupo de pares. Un yo menos conflictuado, con mayores recursos para canalizar la descarga. Se define la diferenciación sexual   ligada a la ejercitación de la actividad motriz y del juego corporal. El JUEGO desarrolla, integra, estabiliza. Las reglas en el juego establecen lo prohibido, lo permitido, posibilidades, dificultades etc. Estas ACTIVIDADES CORPORALES de juego son unas de las vías privilegiadas para la descarga pulsional y la evitación de la masturbación, a la vez que favorece el desarrollo en otros sentidos, así como la obtención de placer por el movimiento, posibilitando el asentamiento de esta vía sublimatoria y la sustitución del placer masturbatorio por el placer del juego.

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