Lobo Estepario

Harry Haller se muda a la ciudad, y pide una habitación de arriendo, el sobrino de la dueña escucha esto, y queda intrigado de quien es ese sujeto, así que se pone a averiguar quien es él, ya que su personalidad se mostraba como la de un lobo de las estepas, o un lobo estepario, hasta algunas personas creían que se trataba de un lobo atrapado en un cuerpo de hombre, ya que su modo de ser era frío, exactamente como un lobo, así que algunas veces trataba de hacerle conversa, charlaban, pero lo que aclaraba la vida de Harry eran sus anotaciones:

El día de Harry (quien también se creía un lobo estepario) fue como se diría un día malo, padeciendo de dolores e cabeza y de gota, si bien a él lo que para muchos parecían días buenos, en los que era too tranquilo, para él le resultaban días mediocres, siempre le gustaba meditar en las gradas que conducen a su cuarto, le gustaba ver como la casa, los pasillos, y las gradas antes de entrar a su cuarto estaban limpias, y el olor fresco de pulcritud, además lo que le gustaba hacer era ir a beber vino fino, ir a escuchar grandes obras clásicas, eventos, disfrutaba de grandes literatos tales como Dostoievski, Novalis, Boudelaire, etc. Y de grandes músicos como Mozart, Bethoven, entre otros, y uno de sus pasatiempos era el de escribir poesía, múltiples versos, que bien salían de su reflexión. Siempre disfrutaba el caminar por la ciudad, por sus calles, si bien pasaba muchas veces deprimido, a ratos pasaba feliz, Harry cada vez que se iba a beber, o a algún restaurante para disfrutar de comida fina, siempre pasaba por una tapia, la cual la contemplaba mucho, y se maravillaba al verla, y ese lugar tan simple, le daba inspiración, pero un día al pasar por allí, se dio cuente de que en la parte del frente de la tapia había una puerta, el no supo si la puerta ya estaba antes y no se había dado cuenta, o si la pusieron recientemente, pero lo que notó fue que esa tapia era el patio de alguna casa, y que si no se dio cuenta de la puerta...

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