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Los Delfines


Enviado por   •  12 de Mayo de 2015  •  1.360 Palabras (6 Páginas)  •  217 Visitas

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La teoría de Esquemas y El Aprendizaje por descubrimiento.

¿Qué es el aprendizaje? esta es una pregunta que genera interminables controversias entre los psicólogos. Frente a este proceso hay quienes sólo se limitan a tratar de explicar qué ocurre dentro del sujeto que aprende, en tanto que otros, en lugar de ello, señalan qué requerimientos deben darse para que el aprendizaje se produzca.

Haciendo referencia a la teoría de esquemas, será considerada la posición de Rumelhart y Norman (1978) la cual explica cómo se representa el conocimiento y cómo se usa el conocimiento almacenado. Según esta teoría, la unidad básica de procesamiento serían los esquemas consistentes en “paquetes de información” sobre conceptos genéricos. Los esquemas representan la estructura cognitiva o representaciones organizadas de experiencia previa. Son relativamente permanentes y sirven como esquemas que funcionan activamente para filtrar, codificar, categorizar y evaluar la información que uno recibe en relación con alguna experiencia relevante. En otras palabras, son paquetes de conocimiento en los que, además del propio conocimiento hay información sobre cómo debe usarse ese conocimiento y no sólo guían la interpretación de los datos, sino que también influyen en los datos que se tienen en cuenta. El carácter jerárquico de la organización de los esquemas conlleva necesariamente a la existencia de conceptos genéricos de diverso nivel de abstracción.

Según Rumelhart y Norman pueden distinguirse tres tipos de aprendizaje: el crecimiento, la reestructuración y el ajuste. Mediante el crecimiento se acumula nueva información en los esquemas ya existentes, la modificación o evolución de los mismos se lleva a cabo por un proceso de ajuste y la generación o creación de nuevos esquemas tiene lugar mediante un proceso de reestructuración que consiste en la formación de nuevas estructuras conceptuales o nuevas formas de concebir las cosas. Estos tres tipos de aprendizaje coexisten e interactúan durante todo el ciclo de aprendizaje de un sistema jerarquizado de conceptos.

En otro orden de ideas, Bruner (citado por González, 1995) plantea que el aprendizaje ocurre del modo siguiente: los aprendices, mediante diversas manipulaciones de materiales instruccionales especialmente diseñados, perciben regularidades que se corresponden con ciertas irregularidades intuitivas que ellos han comprendido; el aprendizaje se produce cuando los sujetos que aprenden encuentran una especie de apareamiento entre lo que ellos están haciendo y el mundo exterior y algunos modelos y patrones que ya han aprehendido intelectualmente; de este modo, el aprendizaje involucra una reorganización interna de ideas previamente conocidas, con el fin de establecer un mejor ajuste entre estas ideas y las regularidades presentes en una situación nueva a la cual el aprendiz ha tenido que acomodarse. Este proceso se desarrolla progresivamente a través de tres niveles de representación: enativo, icónico y simbólico. En el nivel enativo el aprendiz manipula materiales directamente. Luego, al progresar al nivel icónico, el aprendiz trata con imágenes mentales de los objetos pero no los manipula directamente. Por último, al alcanzar el nivel simbólico el aprendiz trabaja estrictamente con símbolos y con imágenes mentales de los objetos. El tránsito a través de estos tres modos de representación de la realidad revela el proceso de crecimiento intelectual que se da en el individuo que aprende. En efecto, en el primer nivel existe una conexión casi directa e inmediata entre las respuestas del individuo y los estímulos que las provocan. Un indicio de desarrollo cognitivo es el crecimiento de la habilidad para separar las respuestas de los estímulos inmediatos y específicos que las producen.

Luego, el sujeto resulta capaz de internalizar eventos externos, que ocurren en su ambiente exterior, en una estructura mental que se adecua a ese ambiente y lo ayuda a generalizar a partir de ejemplos o instancias específicas.

Por último, el aprendiz alcanza un estado en el cual no manipula las cosas, ni directamente ni a través de imágenes mentales de ellas, sino que usa símbolos o palabras mentales para representarlas; el uso de palabras y símbolos le permite ir más allá de la intuición y de la adaptación empírica y usar modos de pensamiento lógico y analítico; al llegar a este grado de desarrollo ya el sujeto puede manipular varias variables simultáneamente y puede prestar atención

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