Los Rumores Entorno A Los Inmigrantes

Los rumores que se difunden alrededor de los inmigrantes, existen y son muchos, y más la sociedad en la cual vivimos nos da la posibilidad de divulgarlos fácilmente (medios de comunicación, social networks), más el fenómeno será difícil de contrastar

¿El inmigrante es una amenaza?. Si la mayor parte de los inmigrantes representan para la mayor parte de nosotros una efectiva amenaza, entonces tenemos que convenir que nos encontramos en una situación de peligro extremo, de emergencia, que justifica no sólo reacciones espontáneas irracionales, también legislaciones especiales del Estado. El inmigrante no es, para mí, una amenaza; y el problema no está solo en la "mala voluntad" del país ospitante, en su razismo o en su etnocentrismo, sino en sus límites estructurales. Se querría ayudar a los inmigrantes, pero quizás no se puede, o se hace aunque las prioridades serían otras. No es imprescindible ir lejos para ayudar a alguien, hambre y probreza existen tras el rincón, también existen en Europa y si el Estado ayuda y tutela más, o por primero, a un inmigrante que a un ciudadano, entonces la población se pone en desacuerdo principalmente contra el inmigrado y no sólo contra el Estado. En esta óptica, el que viene de fuera, solicita al que está dentro una ayuda, un gesto de generosidad, un sacrificio. Pero cada acto generoso tiene un límite, y este límite es inscrito en los recursos del donador. No puedo dar más que aquél que tengo, pero puedo dar ni siquiera todo lo que tengo, muchos piensan no puedo dar nada. Cuando se les ayuda, pero, nos quejamos.

Los estereotipos alrededor de los inmigrantes, pienso que nazcan sobre todo por cuestiòn de celos, extremo individualismo; racismo y etnocentrismo nacen por miedo a lo desconocido y por ignorancia. Tenemos miedo al cambio, tenemos miedo de lo diferente.

Otro modo de representar el extranjero como una amenaza, es figurar su llegada cerca de nosotros como una invasión. No es nocivo el inmigrante individuo pero la masa de inmigrantes, en cuánto ella, también involuntariamente, acabaría a producir aquellos efectos de devastación propia de la invasión. Demasiadas personas sobre de un mismo barco la hacen hundir. Demasiadas necesidades, frente a recursos limitados, crean indigencia general. Falsas informaciones como vienen para robarnos el trabajo, para difundir delincuencia y miedo en nuestras ciudades. Los extranjeros no vienen aquí para pedir ayuda, caridad, asistencia, pero para trabajar en la industria, en las obras ediles, en los servicios a las familias, buscan una vida normal y por lo tanto, derechos y deberes. Combatir estos lugares comúnes es posible, pero me parece extraño necesitar de manuales en mérito. Somos todos diferentes, y pienso exista una sola fórmula para combatir este fenómeno, el respeto recíproco. El respeto difuso es imitación, ayuda a aceptar lo diferente y a encontrar fórmulas de convivencia conforme

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