Movimientos De Apertura, Marisa Rodulfo
Enviado por mariabruno • 7 de Junio de 2013 • 301 Palabras (2 Páginas) • 1.117 Visitas
Movimientos de apertura, Marisa Rodulfo
El trabajo clínico con niños y adolecentes es considerado un tema nodal, este compromete la conceptualización psicoanalítica en su totalidad.
Freud desarrolla un texto, donde el subyacente del mismo está referido a la iniciación del análisis en su tratamiento.
Una de las líneas posibles de desarrollo, es la articulación de la iniciación del tratamiento con las conceptualizaciones metapsíquicas.
La interrogación en la iniciación del tratamiento es diferente, estas concierne a las distintas inflexiones psicopatológicas por las que se consulta en la infancia y adolescencia.
Las palabras del análisis deben ser fundadoras de oportunidades básicas. Escuchar de forma diferente cobra una nueva dimensión.
No se debe partir del modelo Narcisístico.
Los deseos y resistencias inconscientes deben ser descubiertos y desplegados por esa particular escucha del análisis.
Si se atiende al pedido consciente preconsciente no se realiza transformación alguna.
Para la entrevista con el niño necesita de parte del psicoanalista una actitud paciente que genera las condiciones mínimas para modificar el periodo inicial.
Existen dispositvos rigidos y flexibles los cuales los cuales genera altos índices de deserción en las instituciones asistenciales y afectas al paciente y sus destinos.
Para sostener la posición del analista resulta indispensable conservar la alianza entre lo ya conocido de una teoría y lo ignorado.
En cuanto a la entrevista preliminar hay un tiempo aprendiente para decidir si aceptamos ocupar el puesto de analista ante esa familia que nos consulta.
Es central que el analista pueda realizar un autodiagnóstico acerca de su capacidad.
El deseo de trabajar y el trabajo del deseo en psicoanálisis de le incorporan al paciente como algo muy distintos de las “gamas de venir” , sujetas a mil vicisitudes imaginarias.
Para que el niño asista al consultorio no hay que situarlo bajo la comodidad del principio del placer, sino posicionarlo a la noción de un trabajo que resulte útil.
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