Necrofilia

La necrofilia

Es el trastorno sexual o parafilia que implica la gratificación sexual ante la visión de un cadáver, o al tener sexo con él, seguido ello en ocasiones por mutilación del cadáver.

La necrofilia, constituye un desorden sexual inusual, que emana de un trastorno emocional profundo, casi siempre de proporciones psicóticas.

El necrófilico puede matar para obtener un cadáver aunque no obtiene placer en ello (como sería en el caso del sádico), sino que solo obtiene placer al tener relaciones sexuales con el cadáver. En ocasiones el necrófilo puede pagar a una prostituta para que simule ser un cadáver, incluso usar mortajas y flores en sus fantasías sexuales.

Cuando hablamos de necrofilia no estamos hablando solamente del sexo que ocasionalmente pueda tener alguien que por su trabajo está en contacto con cadáveres, sino también y especialmente de casos extremos muy bien estudiados por la Medicina: copulaciones con cadáveres de niños, hasta ancianos o ancianas de más de setenta años de edad, sin excluir el asesinato para la cópula postmortem. La Psiquiatría caracteriza a la necrofilia, expresión que proviene del griego “necro” muerte y filia (amor) y que significa atracción por la muerte (o por los muertos), como una perversión sexual que provoca en quien la padece excitación por la contemplación, el contacto, la mutilación o simplemente la evocación mental de un cadáver. La mayoría de los profesionales en sexología consideren a la necrofilia como la más grave de todas las alteraciones sexuales. Para Erich Fromm la necrofilia es lo opuesto a la biofilia. La carencia de amor en la sociedad occidental conduce a la necrofilia. Los símbolos del necrófilo son fachadas hechas de hormigón y acero, el armamento moderno, la idolatría hacia la tecnología de las grandes máquinas (tecnofilia), la pérdida de recursos con el consumismo y el trato hacia las personas como cosas con la burocracia.

¿Por qué los pervertidos necrofílicos hallan atractivo un cadáver?

Los ca

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dáveres presentan tres características poco agradables:

1.La frialdad.

2. La inmovilidad.

3. El mal olor.

Pero la primera de ellas no siempre es despreciada por los necrófilos. Estas condiciones son las que excitan a algunos degenerados, lo que les convertiría en algo así como fetichistas de la frialdad, o del mal olor.

En lugares más alejados: entre los Kimbamba de África está permitido que el novio,

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